Dos


¿Con quién cuento en este día?

Me veo por allí haciendo todas esas cosas tan inútiles y necesarias, me salgo fuera y me apoyo en el vano de la puerta, me estoy mirando. Estoy allá subida a la ventana pasando un trapo húmedo sobre los vidrios. La que ahora refriega con frenesí como buscando pepitas de oro dice que soy yo. Aparece en mi documento, la he visto amanecida con los pelos revueltos. La que se queda quieta, haciéndose preguntas aquí abajo ya no dice nada, no usa nombre, la he negado tantas veces que sólo se queda así, esperando el momento de entrar y estarse, detenida en mi sangre, muda, estancada y expectante, esperando el tren de carga y contar con el demonio que sea para descargarlo. Esa no sé quién es.  Tanto le he dicho que no, que  aprendió a darme la espalda sin mosquearse. Esta vieja conocida, me congestiona el tránsito, me ocupa las venas, me malgasta el aire, me usurpa la mirada para dejarme siempre en la puerta de una calle febril. 
Sin embargo cómo la echo de menos cuando se aleja de mi.

5 Comentarios

  1. Conmigo puedes contar siempre.
    Incluso en el otro mundo.
    Podremos pasear nuestros esqueletos durante toda la eternidad.

    Besos.

  2. Genín says:

    Ya ves que conmigo también cuentas...
    Besos y salud

  3. Y conmigo :))***

  4. Paaaatooooo... puedes contar conmigo no hasta uno, ni hasta dos, sino contar conmigo... decía el poeta y yo lo suscribo para ti. un besito enorme!!

  5. Elizabeth says:

    Qué belleza. Una entrada para reparar el molde que nos separa de nuestra mejor parte, la intuída. Y las sincronicidades vuelven a reunir nuestras voces bajo los labios de un sueño. TQM!

Gracias por tus palabras