Estoy pensando en la falta de respeto que tenemos para quienes no pertenecen a nuestro pequeño y redondito mundo de arveja. Veo por ahí mil quinientas invitaciones a ciclos literarios, conciertos, representaciones teatrales, exposiciones, etc. Y digo guau cuánta manifestación artística. Me ilusiono. Hay cientos de personas manifestándose por ahí, expresándose, haciendo arte. Respiro. Hay aire rico en el aire pesado de la ciudad, no todo está contaminado con vidrieras de cosas que te tenés que poner, y comidas que tenés que comer, y pelis que tenés que ver y música que tenés que escuchar, para pertenecer (vaya uno a saber dónde) Hay gente que crea otros espacio, respiro aire puro. Voy a uno de esos espacios, y voy a otro y a otro y conozco gente que participa y gente que va de espectador ilusionado y (y acá viene la parte en la que me caliento, sepan disculparme, pero es catarsis pura y dura)
…y gente que va porque es moderno ir, es una moda estar en alguna movida cultural, por pose. Es top ser culto e intelectual, lo sabías? Enterate, si estás fuera de onda, subite al tren de algo medianamente culturoso aunque te aburras como una ostra y enseguida estarás en la cresta de la ola. O también vas porque un amigo tuyo toca el bongó esa noche y le vas a hacer el aguante. ¡Qué lindo, es hasta emocionante eso! Ahora, si te cruzás la ciudad para ver a tu amigo que toca el bongó, si pagás una entrada, si además no estás solo, si hay gente en el escenario, repito SI HAY GENTE EN EL ESCENARIO que está actuando, aunque tu amigo del bongó todavía no esté tocando, para qué hablás? ¿De qué hablás? ¿Qué puede ser más importante que escuchar al flaco que tiene las pelotas como dos fiat 600 y tiene el valor de subirse a un escenario a desnudarse el alma para vos? –ok, vos no se lo pediste, no te interesa, macanudo, respetá a quien sí le interesa ese momento y pide silencio. Si te aburre mucho eso que estás viendo, podés levantarte e irte a la vereda que es un lugar tan lindo y volver cuando el chico del bongó suba a tocar, pero cállate! Es que dan ganas de gritar ¿podés hacer el favor de callarte por favor? Vine a escuchar música, no tu puta charla, no tu nada interesante charla, no tu tedioso parloteo en mi oído, ese murmullo de aveja me mata. Ok, podés decir algo, comentarle algo al de al lado, tampoco estás en una ilgesia, ni en el colegio, y ya sos regrande, te morís por decirle a tu amiga lo bien que está aquél flaco o lo mucho que te gustaría ir a Salta este verano. Genial, ya lo dijiste, ahora stop, hay un músico cantando.
Respeto.
No te gustaría estar ahí arriba y que abajo todos hablen, es feo, es horrible, se siente un frío desolador cuando el espectador no sólo habla, sino se ríe a carcajadas, pide comida a los gritos, le grita al de la otra punta no se qué cosa innecesaria. O sea, NO. No es así. Y si es así (como ayer constaté) NO DEBE SER ASÍ. Ayer luego de un concierto en el que tocaban dos amigos y otro grupo que conocí en el lugar, un trío llamado “Dos Sapos” y al que pensaba quedarme a escuchar y conocer, huí despavorida. Me fui enojada, molesta, inquieta, desilusionada con todo esto de lo que se usa. O se tiene que usar porque queda bien. O de lo que se dice que abunda y en realidad lo que abunda es la falta de respeto por el otro. Me hubiera encantado que la gente que fue a escuchar a Dos Sapos, se callara un poco la boca y escuchara mis amigos, tenían algo de decir, no se enteraron. Me hubiera encantado que los padres, tíos, primos y amigos de Dos Sapos sintieran el mismo respeto que supongo esperaban que sus hijos recibieran, por quienes yo fui a ver, pero no. Hablaron toda la hora previa a su momento. Comieron a los gritos, bebieron como marranos, molestaron. Y luego si, cuando los dos plomos que estaban tratando de cantar atrás del griterío dieron por finalizado su show, se callaron. Se fueron todos para adelante como nenitos de la sala rosa a los que le van a leer el cuento de la Hormiguita viajera y eran todos tan lindos y tan respetuosos y tan buenos que hasta te daban ganas de abrazarlos, pero me fui, qué pena no pude saber qué tan geniales eran los “Dos Sapos” su gente linda me ahuyentó.
Queda como el tuje, a ver si no soy clara. Es repugnante la falta de respeto que hay hacia el artista, cuando nos quieren vender que hay arte por todos lados. Que todo el mundo se encuentra a compartir arte. No es cierto, todos quieren mostrar SU arte, sin que le importe tres carajos lo que hace el otro. NO HAY RESPETO MUTUO entre los artistas. No hace lo mismo que yo, entonces es feo, no lo escucho y no solo no lo escucho, sino que hablo bien fuerte porque no me interesa nada de nada, ni por asomo me preocupo en prestarle atención porque no me va a dar nada. De antemano, como no lo conozco, ni me gasto en conocerlo. No sólo hay falta de respeto, sino hay maltrato por quienes dicen amar el arte o son amigos de un artista. Si vas a escuchar al del bongó, escuchá a los otros o andate afuera, es fácil. Con lo que cuesta despojarse de los prejuicos, los miedos personales, el agotamiento laboral –porque la gente que hace música, teatro, pintura, poesía, o toca el bongó- además trabaja y a veces en laburos insufribles porque hay que comer, pagar alquileres, medicinas, etc. Sólo unos pocos privilegiados viven de su arte, el resto la pelea nada mas.
Incluso noto cierta resignación en los artistas, -es así- te dicen. La gente habla y está bien. Ya están acostumbrados, qué horror. No era así. LES JURO QUE NO ERA ASÍ, o es que pertenezco a otra generación donde íbamos a escuchar música y escuchábamos y cantábamos y lo pasábamos bien. Los únicos que molestaban era la cana cuando se metía a hacer requisas. No era así, era difícil tener un lugar de encuentro o que alguien cantara para vos, y tal vez por eso lo respetábamos. No sé, pero no era así. Y ahí me pongo loca, ¿qué está bien? ¿Qué? ¿Que hablen de la nada misma mientras una persona está actuando? Hay miles de lugares en esta puta ciudad donde podés ir a hablar de la nada sin que nadie te pida que por favor te calles, sin que tu maldito murmullo me rompa las pelotas, hay miles de lugares donde para que comas y bebas feliz te ponen música funcional o a los 40 fundamentales o a TN, pues metete ahí a parlotear, NO VENGAS A SENTARTE EN UN LUGAR DONDE SABÉS QUE ALGUIEN CANTA O LEE POESÍA O ACTÚA.
No vengas nada más que a escuchar a tu amigo que toca el bongó, no seas tan limitado, por favor. Interactuá, cultívate, conocé más, no te quejes después por la invasión de los wachiturros, ni por el exceso de reguetón, porque es tu actitud nefasta la que hace que los espacios de arte se conviertan en canchas. Es tu actitud de mierda la que diluye ese espacio que tanto cuesta sostener. ¿Te acordás cuando Serú decía lo de las grasas de las capitales? Bueno, si sos joven, si no sos argentino por ahí no escuchaste nunca esta canción, pero pasa en todas partes, la grasa de las capitales no se banca mas!
Por eso te pido por favor que la próxima vez que te inviten a escuchar a tu primo que toca la mandolina, o a tu amigo que toca el bongó, pensá bien antes de aceptar y meterte en un sitio en el que no tenés ganas de estar, o no sabés cómo hay que estar. Y en el que solo querés que te vean que estuviste, porque sos macanudo. Andá para el momento preciso en el que, el que toca el bongó, hace chan-chan y listo. Evitame tu insoportable cotorreo, que yo si quiero escuchar, no sólo al amigo mío, sino a tus amigos.
Que importan ya tus ideales
que importa tu canción?
La grasa de las capitales
cubre tu corazón
Por qué tenes que llorar?
es que hay otro en tu lugar que dice:
"Vamos, vamos, la fama,
la oportunidad está aquí",
lo mismo me pasó a mí, lo tienes
todo, todo y no hay nada.
A buscar el pan y el vino
ya fui muchas veces
a sembrar ese camino
que nunca florece, no transes más.
Con la cantina, con la cantora
con la T.V. gastadora
con esas chicas bien decoradas
con esas viejas todas quemadas
gente revista, gente careta
la grasa inmunda cual fugazzetta!
No se banca más!
No se banca más!
La grasa de las capitales no se banca más.
La grasa de las capitales no se banca más.
No transes mas
Don't stop the music
No se banca más!
No se banca más!
La grasa de las capitales no se banca más.
La grasa de las capitales no se banca más
-Tema de Serú Girán-