diecisiete amigos en común
en mi barrio hubiera significado una mateada con torta
una guitarra el tocadiscos haciendo girar y caer simples o elepés de colores otra historia
diecisiente amigos en común
era porque se habían venido los de la otra cuadra
o los amigos de mis amigos que eran mis amigos
y tenías sus ojos ahí
a mano sus manos
tenías esa mirada que hoy después de tanta vida si raspás un poco el musgo
la volvés a ver inefable como entonces
y aún así querés contarla
yo que siempre tuve dos o tres
con una mano me alcanzó
ahora tengo 17 amigos en común –piensa eMe-
nos une el aire
una palabra no dicha
esperanza
alguien nos quiere
un cable invisible nos tiende una mano
nos une la ilusión del rastro en la orilla de esta isla que rebalsa
¿qué tenemos en común los diecisiete amigos? que me invitan sin voz sin saber nada de mi me agregan a su lista ¿qué nos une en medio de esta maraña de redes destejidas? ¿quién de todos va a calmar esta sed infecta a las tres de la mañana?
si soy amiga de eMe
puedo ser amiga de eSe
o del oTro
y nos vamos trenzando en esta ruta solitaria revuelta y bamboleada
los solos
los que hacemos clic y añadimos al amigo de eSe, del oTro y de pronto eMe o yo
ya tenemos otro amigo
qué fácil ser amigo en estos tiempos
antes era sólo para osados (y yo siempre fui cobarde)
miro por ahí y yo (hoy intrépida) tengo quinientos que no tuvieron que soportar mis bajones, mi mal humor, mis miedos esos insufribles terrores
que tolero con caramelitos de colores
y eMe tiene mil amigos sin saber demasiado de los novecientos noventa y nueve
pero tiene mil
los mira contenta los cuenta como dijes de pulsera
todos mis amigos
se dice
todos me siguen y oronda como una gallina clueca eMe sale de su casa con mil amigos
invisibles mil amigos que le cuelgan alados
eMe cruza la calle de la mano del recuerdo de uno de ellos y es feliz
y va por los arrabales de su día tan inflada de espejismos que pasa sin mirar a Jota el carnicero que siempre la espera con los ojos hundidos de sangre
¡qué asco! piensa eMe
Ah pero esa sangre cuando la ve a lamarcela
se le vuelve almíbar y le dice pavadas de carnicero
grasadas
que eMe detesta y se despega al doblar la esquina
sin darse cuenta que Jota será lo mas real que le pase en todo el maldito día de mil amigos y de cincuenta en común (porque en el lapso de tiempo que demora en llegar a la otra esquina, crecieron los comunes) lo constata desde el celular con cierta ansiedad adolescente eMe camina apurada llega tarde corre un bondi se traba se cae se lastima la sombra se levanta
mira vidrieras de pasaba y todo está tan caro
que sigue sin comparse nada
total tiene mil amigos
va a llegar a ser Roberto Carlos
en breve tendrá un millón de amigos
llega a la oficina y pasa frente al monitor y se clava
¿a ver si hay alguien? –clama-
-ruega- ¡que haya alguien!
Lo mismo se repite por la noche al llegar a casa
tira una piedrita al agua con forma de corazón arrugado
y alguien en alguna punta impensada del planeta
le dice “me gusta”
le gusta mi corazón sin plancha dice resignada eMe
que se demora en darse cuenta
tarda
pero mientras pasan las horas
se hunde como el sapito que no nada
con el reloj estrangulado a la tres, depresiva como es canta Viernes 3 AM de Serú, sueña un domingo sin tristezas
un desgarro de garganta es su piedrita esta vez
y dos o tres amigos en común dicen “me gusta”
(no comentan nada)
-carajo ¿qué les gusta?- grita chocándose la rabia
Diría que siente deseos de llorar, pero calla.
la noche inmensa le aplasta las manos en el umbral del teclado y calla
el plafón de luz se le cae encima
reduciéndola al silencio
de los solos
eMe es bienvenida al mundo real
los mil amigos que había en la mañana duermen bailan se cuentan secretos a voces la dejan afuera de su cama
eMe está mas sola que kung fú
nomás la sombra la acompaña.