Me gustan las fotos viejas, en sepia.
Me fascina imaginar las vidas de las personas que fueron retratadas en un determinado momento. Pensar qué les estaría pasando ese día en el que alguien los detuvo para siempre con una sonrisa, o estando de mal humor, y pasaron a la historia con cara de pérfidos. O una despedida o un casamiento. Especialmente a las parejas en las fotos de casamiento les busco el amor, en los cumpleaños busco algún aburrido, siempre hay un chico enojado en alguna parte o alguno llorando por algo. Imagino ese algo. Me invento el motivo del mal humor. Me meto en la melancolía del que toma el tren con su valija descolorida, supongo cómo fue el regreso a casa del que quedó en el andén. En la foto están abrazados, sonríen y sin embargo…Es ahí donde yo empiezo a elucubrar.
También me gustan las casas antiguas, no me canso de mirarles su belleza, y en especial voy buscando puertas y ventanas viejas. Si pudiera coleccionarlas lo haría, como eso lleva mucho espacio les saco fotos, las escribo, las pinto en papeles, en fin, ideo diferentes maneras de quedarme con esos misteriosos pasajes a otros mundos.
Acá, en esta ventana que no es vieja, pero tiene ya sus buenos años, descubrí tantos mundos como fui capaz. Eso se agradece.
Cada blog en cierta forma es un retrato de la persona que lo lleva adelante, cada uno tiene su encanto, su humor, su arte, su poesía, su manera de ver y contar la vida. Cada blog es una foto misteriosa, que muestra un poco de sí, y mucho lo deja en suspenso, alimentando así el misterio, la imaginación, la fantasía del lector o visitante de paso. Esa magia me ata a este mundo, tan criticado por unos y denostado por otros.
El otro día no recuerdo qué escritor (hago memoria y no hay caso, se me borró de la bronca) hablaba muy mal de los escritores de blogs, ¡pestes! Que son malos, que hay una especie de epidemia de escritores malos, mediocres que publican sus libros y todos salen de los blogs. ¿Qué es eso de los blogs? –decía- ¿¡Ahora todos se llaman escritores!? Escritor es el que publica y vende, el que vive de eso, decía este escritor que no recuerdo, o que prefiero olvidar porque lo admiro, y hasta quienes admiramos dicen pavadas. Yo lo leía y puteaba por dentro, que lo parió, pensaba, este señor que no sé si habrá vendido mucho o poco y si habrá vivido de lo que escribió, se llama escritor. ES escritor. ¿Habrá comenzado a llamarse así el día que alguien le compró un libro o el día que supo que ése y no otro, era su camino?
Yo creo que el día que supo que estaba en lo cierto, en su salsa, ese día sin haber vendido nada, se sintió escritor. Para ser poeta no se necesita vender nada. Se es. Vendas tu poesía o la regales a los cuatro vientos, sos poeta. Si pintás y tenés la casa atiborrada de pinturas, sos pintor. Si además, tenés la dicha de poder exponer en galerías tus pinturas y venderlas y con eso vivir, muchísimo mejor, pero sos tan pintor como el que no expone y se gana la vida dando clases. Nadie te niega lo que sos. Podés ser malo, regular, bueno, excelente, pero sos pintor. Lo mismo pasa con los músicos. No importa si estudiaste música, si hiciste una carrera de música, si te ven con la guitarrita en un bar, sos un músico. Podés ser la ruina y dicen qué músico de m…, pero sos músico. Yo soy músico, si vamos al caso. Tengo una carrera de música hecha. Y si me preguntan qué soy, no digo que soy músico, porque no hago música. No compongo. Interpreto y mal, pero sigamos con el tema de los escritores que me tiene seca.
¿Por qué le cuesta tanto a un escritor aceptar a otro? ¿Por qué se convierte en obstáculo del que viene atrás? ¿Por qué poner palos en la rueda si podemos jugar en el mismo equipo? No lo entiendo. El blog es una herramienta más de comunicación. ¿Cómo alguien que escribe mal, bien, horrible, o genial no va a exprimir esta posibilidad? Y si esa persona que escribe resulta que lo hace muy bien, y llega a publicar lo que ha escrito, ¿es menos merecedora del respeto del otro, sólo porque proviene de un blog? No entiendo.
Es verdad que no todos los que escribimos en blogs somos futuros premios noveles de literatura, ni nos vamos a llenar de oro si publicamos algo de lo que hemos escrito o vamos a consagrarnos y pasar a la posteridad por nuestras letras. Muchos seremos olvidados apenas se apaguen las luces de nuestro espacio, pero estoy segura que muchos de los que he cruzado en estos caminos, han de hacer su pequeño gran aporte a la literatura. Y eso me enorgullece, porque a través de este tiempo compartido los he visto crecer, enamorarse, florecer, esconderse, morir, renacer, cerrar ventanas, mudarse de casas, tener hijos, abrir puertas en el aire y ser fundamentalmente, genuinamente ellos.
Pero me fui por las ramas, no era de esto que quería hablar.
Estoy dispersa, sepan disculparme, toda esta perorata era para decir que cada blog es un retrato y si bien yo no conozco el rostro de cada una de las personas que leo, creo que les conozco algo que va mas allá de la piel, les conozco parte del alma. Eso pasaba al principio con las fotos, algunos no se dejaban retratar, porque decían que les robaban el alma.
Los lectores de blogs somos un poco eso: ladrones de almas.
Esta ladrona de almas se despide de ustedes, me siento desganada y sin motivos.
Me tomo el tiempo necesario como para tener ganas de volver a espiar ventanas, atravesar puertas, trepar cielos, caminar por cornisas de letras e inventarme los motivos que hoy me faltan.
Hasta que volvamos a vernos y feliz año para todos.