"Caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar."
-Antonio Machado-
1
Avanzo
Y al hacerlo todo se me viene encima
Los ojos que me miran
Las caras del asombro
Las estatuas de sal.
Los pasos que perdí regresan a buscarme
y me llevan en sus brazos.
–Todo tiembla-
No sé si son ellos, o soy yo,
pero siento que la tierra se rompe
Y llueve sobre mí.
No es agua lo que me moja,
es una especie de llanto machacado por la peste invernal
es un letargo de tinta roja.
un veneno azucarado
resbalando entre mis pies
2
Igual avanzo.
A los costados quedan ventanas con luces bajas
Persianas abiertas, entrecerradas
Paredes rotas,
con ojos que miran sin ver
con bocas que no dicen,
pero eso es a los costados.
Adelante sólo tengo un camino
Y lo sigo.
Lo voy buscando
voy como puedo
Trastabillo. Me caigo. Me canso.
Me canso mucho,
pero a veces es tanto el cansancio
que me asusto y me paro de un salto
y sigo hurgando
con las manos ensangrentadas
con las uñas rotas
sintiendo que me sobreviene algún desmayo
y no sucede nada.
3
A decir verdad, por momentos
Lo que me sobreviene es el espanto.
Una oleada de horror verde,
borracha de mí.
Me invade, aturdida en un delirio camuflado.
Entre las manos, esa vehemencia se me pierde.
Se disfraza.
Toma formas inesperadas para irse de mí
se vuelve tren en los andenes
barco de papel en los charcos
pájaro, en las jaulas.
Cuando sólo soy un cielo pasional, creo ser hielo.
Por eso avanzo,
para extinguirme al final de ese fuego
para dejar esta carne que me tiene presa
estos huesos encaprichados por llevarme
a no se
qué estación mía
o de cualquier otra parte.
4
Por donde voy, no hay señales.
Apenas los ojos blancos de mirar absurdos
tan abiertos que por momentos
todo lo que entra por ellos
se detiene en mis plataformas interiores
batiéndose a duelo.
Sin que me importe el resultado
Avanzo
Ese es el lugar, más adelante.
Porque acá me hundo en arenas movedizas
cavo túneles respetables
asomo mi nariz respirando barro.
Y me encuentro con todos los gusanos, todos
los sapos,
las aves de rapiña
los murciélagos, todos.
Arañas, ratas
cucarachas riéndose en el barro, no les temo…
Ah, pero las hormigas de mi sangre.
No las negras, ni las coloradas.
Las de mi sangre, digo. Esas que pican más que ninguna.
Las que me comen
y me caminan como ciempiés redoblando el paso.
Así avanzo, masticada por ellas.
5
En la noche, dormida
A merced de los vigilantes grises
En pesadillas de hiel
me toman las manos y los pies
Y me enredan en sus cabelleras de muertos vivos
Atándome al infierno de mirarlos
Para quitarme el alma
Porque saben que de día los combato
Entonces vienen como vienen los intrusos
A tocarme cuando estoy indefensa
Violadores natos
Nada les importa
6
Mi piel es frágil.
Siempre vulnerable.
Quiso cuidarme, ser frontera
y no pudo más que hacer fortines para entregar
cada pedazo de mí
cada centímetro de mí que pudo, lo entregó.
Me vendió a cambio de nada
Tal vez buscó un puñado de miradas vanas
Que necesitó pegarse para sentirse fuerte.
Pobre piel,
yo qué se…
Sólo se que avanzo.
Y si me tropiezo y maldigo y me embarro
después me levanto y sigo,
sin que me detenga este viento podrido
que hace meses ha comenzado a soplar sobre mi jeta
obligándome a respirar
ese aire hediondo, enrarecido,
mezcla de cinturón ecológico
con humo del barrio.
7
No sé si este vagar etílico
es en círculos,
es un pasaje laberíntico a ningún lado
o simple y recto me lleva.
Siempre mas allá y mas lejos.
A ese fondo que de acá no veo
Pero imagino ampuloso.
Ahora no veo muy bien,
hay bruma en mis ojos.
Desde hace días hay bruma.
Y no veo muy lejos
Tengo disminuida la visión
del tercer ojo.
No veo más allá de los doscientos metros.
8
En la niebla van conmigo
Mojados. Exhaustos. Sombríos
Unos álamos deshojados,
unas botas acalambradas y duras.
Hasta los pájaros que me sobrevuelan van desplumados,
Si es para reírse…
Entre todos no hacemos uno.
Va conmigo esta mueca de mi cara
Tan parecida a otras que caminan a mi lado.
No estoy sola.
No veo mucho más que esto, pero escucho,
son voces conocidas.
Algunas van cantando canciones.
Por suerte siempre alguien canta una canción de amor
es grandioso tener una canción a mano
cuando el barro te llega a la cintura
y te olvidaste que el amor existe en algún lado,
que por eso mismo estás ahí.
Eso te lo recuerda.
La canción te lo dice.
Por eso avanzo
Por el amor
Por la vida
Y no importa si voy en espiral
si subo o bajo
si los pasajes más extraños me han cruzado
si la línea recta se corta en las esquinas
y en cada bocacalle
me espera un semáforo ardiendo,
prendiéndole fuego a mis labios.
Eso es lo de menos.
Lo único que me importa es no quedarme acá
parada en este páramo
donde el veneno del sur lo hace más árido
y blando.
Como los fideos pasados de punto.
9
No quiero quedarme acá
pisando gusanos blancos,
matando demonios en las sombras.
No quiero esta limosna de paz
no quiero estos días descalzos
por eso avanzo dejándolos atrás
Los estoy viendo, cuando me marcho
por la nuca los veo.
Me miran como si los hubiera abandonado en el mejor momento
me lo reprochan a gritos
me vienen a rogar que no me vaya.
No tienen idea del abismo en el que caigo
al escuchar sus voces en mi espalda.
Cierro mis oídos
como cerré mi garganta.
Y mis manos.
No va más.
Los abandono para siempre
Hoy me lo creo y digo siempre
Aunque tal vez sea sólo un rato,
lo que pueda
cinco minutos,
y después otros cinco mas y así…
10
Avanzo.
Sin que me importe nada más que estos pasos.
Dejo en esta parte del camino
todo lo que viene pesando demasiado
Vacío las mochilas de los ojos
Las alas del alma que se apolillaron
Las plumas de las almohadas que se robaron mi vuelo
Vacío acá mismo
las arcas de mis sueños.
Que se vayan caminando solos,
ya son grandes
qué me importa abandonarlos ahora,
si ya me abandonaron ellos mil veces antes.
Yo soy mi sueño, ahora.
Yo me llevo a mí
Y en mí, alguna memoria de ellos habrá.
Renaceré otra vez, soñándome.
Por eso avanzo igual con
las manos cocidas
Y los pies llenos de llagas.
Avanzo
11
Voy por las cadenas rotas
aunque sea a medias.
No tengo un ápice de heroína de cine.
Mucho menos de corto publicitario.
Quiero una libertad sin banderas
Donde el suelo que piso sea mi cuna
Y la paz se pueda respirar en mi garganta
Donde los ojos vean
un poco mas de los doscientos metros
Pero un poco menos
que todos los kilómetros que anticipan
cuando se sientan a ver de lejos.
Una libertad que viva en mi boca
Mi boca que besa, mi boca que abraza,
Mi boca que envuelve y que traga
Y que escupe y que putea
que acaricia y que inventa palabras.
Mi boca sin frenos.
Sin pañuelos atados entre los dientes.
Mi boca que es tu boca.
Una libertad donde mis manos
al fin sin cuerdas
puedan manejar
Y no hablo de volantes, ni del movimiento de la tierra
Hablo de cosas simples
Tanto como por ejemplo:
Mis manos sueltas
o mis pies andando.
Por eso me voy.
Y en este abandono
dejo todo lo que haya que dejar
Me largo.
Avanzo,
donde sea, será mejor que acá.
Cualquier carretera, cualquier camino
“no sé rodar por caminos estrechos”.
Eso siempre lo supe.
12
Todo va a estar bien.
Todo está bien
cuando estoy partiendo de mí.
De mi peor paraje.