Fue necesario transitar la zona de claroscuros
esas vías rancias
andar perdida entre los campos
sembrando mi pequeño territorio de papel y palabras
fue necesario soltar amarras
hacer limpieza bajo mis pies
para fundar mi patria.
Entre otras cosas, escribo para que no suceda lo que temo; para que lo que me hiere no sea; para alejar al Malo. Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En este sentido, el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.
Alejandra Pizarnik