Antes la locura era la semana previa a las Fiestas, y siempre era algún tío o vecino simpático, por lo general medio gordito, así daba con el “fisic du rol”, ahora es el mes previo a las fiestas y no importa quién sea, lo importante es que haya uno, así es que terminan siendo decenas.
Cuando todo se vuelve rojo y entran a brotar pinos por todas partes y muchos de ellos nevados, aunque la térmica local es de 34º a la sombra. Y de todos lados entra a colgar algo telúricamente navideño. Y a toda hora y en todo lugar entran a florecer lucecitas psicodélicas que si las mirás con detenimiento podés tener un ataque de epilepsia y si prestás mas atención aún, desde algún recóndito lugar sale un villancico cantado por niños edulcorados, en ese momento siempre aparece un Papá Noel diciendo ¡¡¡¡Ho HO HOOO!!!
No sé porqué dice eso, no sé si es una risa inflada por la barba y porque le pesa la panza y es una queja, o que tiene frío, me refiero al verdadero Papá Noel, no a los “truchos” que pululan por acá que como el “verdadero” en su idioma dice HOOhoohooooo, los de acá lo imitan y dicen ¡¡¡¡joooojoooooJOOJOOOO!!!!
Yo pienso que los de acá además dicen jojojoojooooo, porque se están derritiendo debajo del traje de satén y del almohadón atado a la cintura!!
Una persona cercana a mis afectos, tiene la teoría de que los papá Noel, los hombrecitos disfrazados de empanadas, o cervezas o lo que sea, son estudiantes de filosofía. Yo creo que la gama de posibilidades es mas amplia, de hecho conozco al hijo de un señor que tiene una casa de fotografías que viste a su hijo de Papá Noel aprovechando que es un muchachote enorme y llama la atención de los chicos que pasan por la calle y no falta criaturita de dios que al verlo, clave sus tacos de punta y exija a los desgraciados padres que desfalleciendo de calor andan comprando regalos navideños baratos, chucherías que parezcan cosas preciosas para poner en los arbolitos familiares. Los niños ven al papá Noel “trucho” de la casa de fotografías y después de mirarlo un rato asombrados porque parece de verdad y de escuchar el famoso joooojoooojooooooooo, piden una foto. El fotógrafo tiene montado el negocio perfecto. La madre tira de la mano de la criaturita diciendo que no, la criaturita se encapricha gritando que si, la madre intenta despegar a la emperrada criaturita del piso a riesgo de quedarse con el tierno bracito entre sus manos, pero resulta imposible, a ese altura sale el señor de la casa de fotografía, con una amplia sonrisa comercial, cámara en mano y ofrece amablemente una foto por tanto. La criaturita se calma, la madre cede, el Papá Noel abraza al pequeñín, el fotógrafo no pierde tiempo y saca su foto, la madre paga y sigue luego con el desatinado peregrinaje de compras. He conocido otro Papá Noel, esposo de una amiga que para alegría de los niños del jardín donde trabajábamos cuando éramos muy jóvenes, iba ataviado desde su casa con su apretado traje rojo y blanco y lo esperábamos con los regalitos para los 150 niños que iban de los 3 a los 5 años, todos ansiosos por ver la llegada del papá Noel que venía de visita al Jardín, este buen hombre esposo de mi amiga que le encantaba hacer esto, para que no lo vieran llegar, entraba por los fondos del establecimiento saltando unos tapiales, esa vez en el salto se le rompió el pantalón, si ahí mismo donde están pensando y el pobre tuvo que entregar los 150 regalos entre calurosos abrazos mas calurosos que nunca y besos pegoteados y yo primero, yo primero, yoooo primero y ¡¡¡¡a mii, a miii amiiiiii!!! ¿¿¿¿ a mi????? frunciendo sus piernas para que no se le escape nada y por supuesto nosotras tan coloradas como él, pero de la risa.
Otro Papá Noel que conocí era el papá de un compañero del jardín de mi hija mayor, un señor muyy muy muy alto, que era flaco, pero se ponía una panza de embarazada y parecía que siempre estaba por parir. Ese buen hombre era feliz haciendo esto, cada año estacionaba su auto a la vuelta del jardín y previa cortada de calle, los chicos salían a la vereda y oh casualidad, por allí pasaba justo justo papá Noel con una bolsa llena de regalos y todos los chicos corrían y al verlo, él comenzaba a gritar jooojojojoooojooooo!!
Y las maestras sacaban fotos y luego los niños hacían una ronda enorme que ocupaba toda la calle, de esquina a esquina y le cantaban una canción y ahí comenzaba la repartija de regalos.
Otro papá Noel que conocí es un familiar, que es muy parecido al “verdadero” papá Noel, entonces un año que todos los chicos de la familia eran chiquitos, alguien le sugirió la idea de que alquilara un traje y repartiera los regalitos, el pobre de malagana lo hizo, pero cuando entró, después de luchar con su sobrepeso para subir por la terraza sin romperse el alma, y atravesó la ventana, los chicos lo miraron con la mandíbula caída y mi hija mas chica que tendría 4 años, estaba en su peor momento de sincericidio, dijo ¡¡¡¡¡¡es el tío Gustavo!!!!!!!!!
Fin de la fantasía de los nenitos de la familia.
Estos papanoeles a los que hice referencia, han hecho su tarea por verdadero placer, les gusta ver la carita contenta de los chicos, he visto otros papánoeles que son contratados por alguna firma comercial para hacer eso y van con el mismo entusiasmo que si fueran a talar un bosque a pleno sol, un día de verano a la siesta y no tienen la menor alegría y el jojojo es tristísimo y ni se preocupan por tener panza ni nada.
Vaya este pequeño recordatorio a todos los hombres y mujeres que para alegría de los niños (y de los comerciantes) se disfrazan de papánoeles soportando el calor, el papelón y la risa burlona de los que zafamos de tan ridícula tarea.
Feliz Navidad a todos los papanoeles truchos que brotaron como hongos en los negocios y en las calles todos estos días, hoy van a estar de los mas contentos, y con las patitas en alto, dándose un merecido baño, brindarán esta noche por el fin de la navidad.
¡¡Jooojoooojoooooo Feliz Navidad amigos del aire!!
Feliz navidad guapa. En estas fiestas impuestas, pero fiestas al fin y al cabo, te quiero desear fortuna, felicidad y todo lo bueno que desees conseguir. Un beso desde España.
Me has hecho reír a gusto.
Tienen mérito esos hombres con la calor que debe hacer.
Besos.
¡Felices Fiestas!
¡Besos!
Patricia:
Cada uno de nosotros miramos estas fechas con las gafas de nuestro particular enfoque. El tuyo, a través de los papánoeles con rostro y apellidos que poblaron tu vida; el mío, manteniendo viva la esperanza, como el fuego sagrado a preservar desde los hombres primitivos hasta hoy.
Levanto mi copa de burbujas doradas por ti y por cada uno de los amigos que visitan tu blog, para que los mejores momentos de este año que termina sean los momentos menos buenos del nuevo 2011.
Un abrazo para todos.
Y un beso para ti, amiga.
Ho ho ho..
Felices fiestas en medio de estos calores, comiendo nueces avellanas, pan dulce, mirando peliculas sobre el espiritu de navidad, y demas cosas brillantes entre el verde y el rojo.
Un abraço
qué buen relato!!!me reì mucho y hasta sentí el calor como si tuviese puesto ese traje rojo, hoy que en Paranà hizo un calor terrible con la variable de la ya clásica humedad del litoral. Besos Pato y que haya sido feliz tu navidad!!
Eres más ingeniosa que una jauría de perros groenlandeses derribando a un oso polar.
Me ha entretenido mucho tu genial relato.
Gracias querida Pato!
Que disfrutes tus vacaciones y que estés siempre rodeada de seres que amas y te aman incondicionalmente.
Un beso y un abrazo desde Copenhague la eternamente nevada,
Ian.
Feliz Navidad!!!
Besos
Jajajajaja ¡¡¡es así!!!
Sobre todo la parte de los nenes y sus ataques de caprichos y sincericidos.
OJALA HAYAS PASADO UNA HERMOSA NAVIDAD.
Patricia, yo tenía un presentimiento... estaba casi seguro de que esa mujer eras vos... pero viste como son estas cosas, no quise decir tu nombre en público.
Yo buscaba a una mujer para ponerle la cara a un pensamiento que yo tenía desde hacía un tiempo atrás. Y apareciste vos, pero lamentablemente fue en Buenos Aires, una ciudad tan grande, y con tanta gente, si hubiera sido en el mar, o en la montaña, o en un pueblito chiquito, estoy seguro que mi pensamiento hoy tendría tu cara. Pero en Buenos Aires te me perdiste entre la multitud. Se me está ocurriendo que la próxima vez que salga a dar una vuelta por aquí... o a caminar por el pueblo, mirá, aunque sea ir al supermercado, no sé, te aviso con tiempo, y en una de esas mi pensamiento deja de andar por ahí, como si nadie lo viera porque no tiene una cara de mujer, en colores, una cara de acuarela... aunque sea una cara dibujada a lápiz, porque ahora que sabe que sos vos, no creo que se conforme con otra.
Te aviso y nos ponemos de acuerdo.
¿Te diste cuenta de que en el dibujo están todas de espalda? es por eso, no tienen tu cara.
jajaj jujuju jojojo, me has hecho reír de todas las formas navideñas posibles!!!
Hermoso el texto, que relatas tan pero tan bien y con ese humor que te caracteriza.
Un abrazote JOJOJO!!!!!