Me muestra su mano y me dice orgullosa mirá lo que me puse.
Tenía puesto el anillo de oro con una piedrita azul que usaba papá. Orgullosa su mano blanca se adelantó ante mis ojos. ¿Viste qué lindo me queda? –Nunca se lo había visto puesto en todos estos años-
Lo miró con una sonrisa de esas que vienen de lejos o que se van lejos (todavía no se bien si es que vienen o se van ese tipo de sonrisas) lo acarició con el dedo y me dijo que ya estaba lista para salir, vamos, vamos que llegaremos tarde, insistió. Yo estaba detenida en una escalera del pensamiento y me costaba moverme. La emoción estaba siendo barrida por un aire fresco y aterrizando en un nuevo territorio. ¿Por qué será que uno se demora tanto en decodificar las formas de decir el amor de las personas?
El amor no siempre se dice con palabras, es mas generalmente se dice con gestos, en silencio.
Esa mano abierta, continente níveo de piedrita azul, fue toda una declaración del amor que aún siente por mi padre.
Amor incombustible.
Del bueno.
Inmune al tiempo y a la presencia.
Besos.
Es que para hablar de amor no hay que codificar ¿Verdad?
Besitos y salud
Genin me ganó de mano, comparto su sentir, pero también te entiendo o entiendo bien al personaje de tu relato. Porque a veces el amor está presente en pequeñas cosas, tan condensado que no nos damos cuenta que está latiendo en su forma más pura.
Gracias por este amor puro, puesto en un bello relato.
Un beso grande y te quiero mucho jaja y como siempre se dice... los últimos serán los primeros jajaja
Los dedos de él en sus dedos. Es una manera de sentirlo cerca todavía, de amarlo.
Me hiciste llorar. Sabelo.
Qué hermoso poder decir el amor así como lo dices.
Un beso.