"Es inútil volver sobre lo que
ha sido y ya no es."
Chopin, Frédéric
Vayamos al grano. Estoy enojada, pero no es de ayer, ni
anteayer, ni una semana atrás o un mes. Llevo meses, muchos meses enojándome
con una y otra cosa ¡Casi todo me enoja! Yo no era así, me desconozco y me
cuesta aceptar esta nueva y desagradable versión de mí.
Podría decir que estoy enojada porque el dolor no se me va a
pesar de las medicinas que tomo, pero sé que es mas profundo mi disgusto. Esto
comenzó cuando una suma de acontecimientos relacionados con mi país y con mi vida entraron a
ponerme nerviosa, y empecé a vivir con miedo, pero no el miedito ese de las pelis de terror, no. El miedo como enfermedad. No es extraño en una persona que
tiene trastorno de ansiedad, algo que percibe como negativo, la irrite o
inquiete. Tampoco es extraño que en el mundo que vivimos hoy uno tenga estrés,
el tema es cuando eso no se paraliza y pasa el tiempo y las cosas parecen
ir de mal en peor. Al principio uno espera, aguanta, pero a la larga la gotita
termina llenando el vaso, el balde...En este caso siento que mas que un vaso, lo
que me está rebalsando a mí es un tanque australiano. Entonces entro a
fantasear con la loca idea de irme de aquí.
Entro a viajar mentalmente y a realizar el trabajo absurdo de buscar un
lugar en el mundo donde pueda vivir sin hacerme mala sangre. Pienso que tal vez un lugar que yo quiera menos que
esta tierra en la que nací, me haría tomar distancia con mis emociones. Tal vez me vuelva indiferente, no
espere nada mas y listo. A veces encuentro algún lugar así, lejos de todo lo
que sea urbano, pero enseguida entran a surgir en el horizonte mis seres
queridos, mi gente. En ese momento me dejo de pensar pavadas, porque soy
incapaz de irme sin ellos. Ya una vez
dejé mi pueblo, mi familia, otra vez no voy a dejar mis afectos y me quedo.
Atascada me quedo. Atragantada con el enojo me quedo, porque para tratar de ser
una persona políticamente correcta, me trago las ganas de mandar a mas de uno
al carajo. Y la que sufre las consecuencias de ser respetuosa soy yo, porque el
otro ni se entera. El otro me planta su bandera de guerra delante de mi
jeta y tan contento. Cualquiera te dice cualquier cosa, te afana a cara descubierta, te
estafa alegremente y uno se queda con el enojo.
La equivocada soy yo, lo sé, pero no me sale ir por la vida peleando con
la gente. Hay muchas personas que no entienden otro modo de relacionarse con vos si pensás diferente, te
insultan, te llevan por delante, de
prepo y luego se van tan a gusto, que no dejo de sentirme una idiota. Debería
ir por ahí diciendo lo que se me antoja le guste o no al que lo quiera escuchar,
y ser una insufrible mas, pero es que detesto confrontar permanentemente. No
soporto la falta de armonía, censuro los enfrentamientos y no por temor a
perder, que vamos, de hecho estoy perdiendo todo el tiempo. Lo detesto porque
no está en mi naturaleza, no lo sé hacer. No sé cómo se hace para ser
desagradable y grosera sin que me mortifique a mi misma. Entonces veo algo que
no me gusta y prefiero callar, escucho algo que no me parece apropiado y no le
salgo al cruce con mi corrección, ni mi visión “perfecta” de las cosas, porque
puedo estar equivocada, pero esa actitud de cordero que va al matadero
mansamente me deja enojada, porque siento que no defiendo mi parecer, ni mi
postura. Me siento avasallada, pasada por arriba como alambre de campo. Esto no
me sucede en la vida familiar, ni entre amigos íntimos, esto pasa en el afuera, es en referencia a
un momento histórico de mi país donde todo está tan politizado que no se puede
decir ni mú que a la primera manifestación acerca de algún tema, ya te salta alguno a la yugular, a decirte cómo tenés que pensar, sentir, vivir, ser. Como si tu pensamiento tuviera que
ser corregido, callado, borrado, stop.
Matate nena.
Y estoy tan enojada con todo, que ni siquiera puedo apuntar
y disparar sobre el enojo principal, que es el dolor que me provoca la artritis o lo que sea que tenga. Que a veces pienso
que se desató todo este descontrol en mi organismo a causa de vivir así de mal.
Hago un punto aquí, para aclarar que hay maleducados e insufribles de los dos
lados, hemos quedado divididos entre quienes apoyan al gobierno y quienes no, y
de los dos lados hay una agresión permanente que me resulta insoportable.
Infumable a mas no poder. Entonces divago, me escapo por la tangente y hablo de
otros disgustos que me duelen igual, pero que son menos íntimos. Incluso a
veces escribo sobre ellos, pero lo hago de manera tan críptica que ni se
termina entendiendo. Tampoco me importa eso. Es que me da menos pudor desparramar sobre la mesa y mirar
con lupa dolores que no se saben de dónde vienen o quedan librados a la
imaginación del lector, que decir qué es lo que me pasa y tal. Eso de escribir sin ser precisa me libera de ponerme yo bajo la lupa y que se vea mi
vulnerabilidad, pero hoy no voy a esquivar el bulto. Me siento enferma y estoy
en un lugar incómodo. Mis médicos me han pedido cosas contradictorias. O al
menos yo las siento así. Por un lado sigo a pie juntillas el tratamiento y por otro siento que esa rigurosidad me deja en
medio de un desierto en el que no encuentro nada que me permita dar rienda
suelta a mi creatividad. Porque todo lo que sé hacer o me gusta hacer es a través de mi cuerpo, o es con
las manos y las manos me duelen horrores. La enfermedad es incómoda ya sea
porque duele, porque molesta, porque aflige, porque te deja fuera de juego,
porque uno se pone fuera de juego, porque te llena de incertidumbre, porque te
debilita, porque te asusta, porque la querés evitar, pero ella está ahí recordándote que el tiempo es finito. Entonces me digo "Patito no exageres que vos podés salir" y le
doy para delante y parece que sigo, pero sin decirlo, sin que se me note, sin
chistar, voy masticando rabia porque no puedo escribir, no puedo pintar, etc.
Si me pongo a enumerar los “no puedo” me agarra la noche.
Entonces estoy acá en mi blog haciendo un sincericidio y
resultando una pesada mortal, pero estaba herida de muerte pensando desastres y
recordé que mi psicóloga (que sabe de sobra que no puedo escribir) me dijo -¿Y
si escribís sobre lo que te enoja?-
-Me duele escribir, se me duermen las manos, la nuca, los
hombros y aghhhhhhhh-
-¿Y si escribís aunque sea un poquito?-
- Yo quiero escribir mucho-. Tenía planes de escribir largo
y tendido, pero ya me estoy olvidando de cómo se hacía…
-Eso te pasa porque vos querés hacer algo (ponele: escribir,
pintar, bailar, correr, viajar, loquesea) y si no hacés ESO, no hacés nada. Lo
cual te deja triste, te enoja y tu enojo retroalimenta tu dolor-. Escribí
espaciado, un poco hoy, otro poco mañana, no todo de golpe-.
Y me senté a escribir y salió este papiro. ¡Esta noche voy a
sentir fuego en mis manos! Y todo para escribir esto que es pura pelusa de
ombligo. Disculpen por este tipo de texto tan aburrido en el que hablo de mi
propia existencia como si le interesara a alguien. ¿A quién puede interesarle
que yo le cuente mis secretos y devaneos mentales y mis furias y mis miedos?
Miro el último post y tuve 4 comentarios. Voy de mal en
peor. Éste si suma tres es un éxito, si no me mandan al diablo en la mitad, es
un éxito. Si soportan estoicamente mi delirio confesional, habrán ganado el
cielo. Si no lo hacen también. Y yo habré salido un poco de mi encierro.
Un beso.
Hace mucho que no paso por aquí, pero me sorprendió la coincidencia de temas...el enojo y el miedo, claro que mi texto fue publicado y retirado casi instantáneamente porque mi trastorno po(ético)también me permite arrepentirme enseguida de algo que hago y me parece aburrido para los demás...leí tu texto, los miedos y el enojo, son malestares sociales. Te saludo y supongo que algo del cielo habré ganado...
Con el mío ya son tres comentarios.
Yo daría lo que fuera para que vinieras a vivir aquí y quedar algunas tardes para pasear por la ciudad.
Aunque este país es un país de ladrones ahora mismo pero al menos no es tan inseguro.
Besicidio para ti.
A mí me interesa.Me solidarizo contigo, me identifico con lo que cuentas.Y aunque te tiente la idea, no te vayas, yo partí una vez y quedas partido para siempre.Además no hay paraísos terrenales, parece que nos toca construirlos en pequeña escala hasta que se unan, a costa de fuego en las manos, dolores y náuseas.Te envío un fuerte abrazo que te transporte al campo de girasoles, bajo el sol.Al hogar.***
Tengo que volver a releerlo en profundidad, no me gusta comentar haciéndolo por encima, pero me urgía dejarte mis...
Besos y salud :))
Leí tu desahogo y fue como mirarme al espejo. Me reconocí en cada una de tus palabras. En la bronca, la frustración, el miedo por tantas cosas, también la enfermedad, que en mí es crónica y me deja a media máquina.
También pensé en irme, también me cuesta la agresividad y si te mostrás asertiva y defendés tus convicciones, te dicen que sos una cerrada de mierda o no te entienden. También me callo para mantener la armonía y el cuerpo me pasa facturas.
Trato de seguir el camino que me tracé y sigo adelante con las herramientas y en la medida que la salud me lo permite. Hay días que estoy conforme, otros que me entra la desesperanza.
Lo importante, Patito, es que hay que avanzar, como se pueda y con eso que se puede, a fondo.
Un abrazo enorme y toda mi comprensión.
Y como lo prometido es deuda, aquí estoy de nuevo... :))
Yo lo logré, quizá no del todo pero me metí en "mi burbuja ranchito" y me exilié de todo lo que te incomoda y que a mi también, normalmente bajo al pueblo a por provisiones cada 10 días, y hasta eso me molesta, imagínate...
Siento mucho todas esas molestias que te impiden escribir a gusto, me consta lo vital que para ti es escribir, esta vez lo lograste y seguro que te has sentido mejor.
Ya ves corazón, que tus temores son infundados, aquí estamos disfrutando de lo que nos regalas con tanta generosidad, disfrutando como un enano, incluso hasta venimos dos veces... :))
Escribe, que si que nos interesa muchísimo... y cuídate con cariño.
Besos y salud
Amapola, Sonia, Toro, Dalia, Genín x 2, Mirella, han conseguido que esto sea un éxito, ajajjajaj!
Bueno, gracias por no dejarme sola con mi enojo y comprender, y tender esa palabra afectuosa y cercana que tanto necesito.
Besos.
Simplemente Patito voy a decirte que adoro lo que decis, porque en gran medida representa lo que muchos pensamos y sentimos. Te cuento: yo hace casi un año y medio que estoy sin trabajo estable. Mi último trabajo fué en un área pública donde por no comulgar ni endiosar me serrucharon el piso mal. Entonces, de un lado no me toman por no ser servil (si bien nunca expresé mi ideología, ni para un lado ni para el otro, suponiendo que todo sea blanco o negro), y por el otro piensan que de alguna manera estoy relacionado con el gobierno. Entonces, ni chicha ni limonada. Me siento un paria, viviendo de cosas ocasionales, manos de amigos y así. Yo hace 9 años que dejé mi ciudad y familia, y francamente estoy pensando muy seriamente en irme del país en un futuro cercano. Me duele. Mucho, pero no puedo seguir así, no veo perspectivas de mejora. Estoy triste. Por eso, tomando cartas en el asunto, en enero me voy un mes a tantear terreno. No puedo seguir más así.
Un beso grande, querida!
Estuve en pausa por mucho tiempo y estoy de regreso. Ha sido un gusto visitarte.
Un abrazo,
Yeli