De aquella orilla siempre vuelve lo mismo

pasa el tiempo y la marea lo devuelve a mi costa

ahí están las sombras destejidas

esas criaturas de perfil roto

esperando entrar.

 



Son los aparecidos que no.

Esporádicos restos de una memoria anzuelo

cada noche

vienen hasta 
la puerta de la casa

suben los peldaños y se quedan ahí

esperando entrar. Arañando el mármol

negro, se arremolinan con el viento,

                       no descansan

los espantos que no quiero ver


   alquilan pequeñas habitaciones

en la memoria

a las tres de la mañana.



(Hubo una puerta allí, no sé si fue hace tanto)


Tal vez ayer, de nuevo 
a las tres

sobre las últimas luces pendulares

las horas volvieron pata quedarse

Y un mar atrás 
que no olvida su destino de morder

Siempre morder

como la presencia de los dientes 
en la carne y el tajo.

4 Comentarios

  1. Genín says:

    No es fácil que desaparezcan los recuerdos que llevamos en el corazón :))
    Besos y salud

  2. Los espantos cada día se despiertan con nosotros.

    Besos.

  3. Es la hora del crujir de dientes.La conozco.Ojalá la puerta se abra y entre definitivamente la luz del día.Besos,jacarandá***

  4. ¿Insomnios sintiendo que algo esta mal? Despertar en la madrugada con sensación de ahogo y mirar por la ventana la ciudad que duerme, el mundo que duerme y no le importa nuestro insomnio, nuestra pena.
    Besos Pato.
    (sobre el final hay un "pata" que creo debería ser "para")

Gracias por tus palabras