Otra vez el frío se pobló de habitaciones y mi cuerpo se puso a temblar como una cuerda recién tensada. Entre huecos oscuros, destechados y solos, transito el día haciendo que el mundo de a ratos me pertenezca un poco. Entre los diarios y la radio y los libros y las cosas me hundo perdiendo el interés. Me hago jirones en el vaivén de las horas grises. Me voy nublando sin amenazas de lluvia.
¿Y si dejo la mustia cáscara tirada ahí?
¿Y si la pongo a vivir su existencia de envoltorio y me voy?
¿Quién preguntará por mí?
No sé por dónde ando ahora
es muy extraño este suelo de aire que piso sin alas
camino
sobre
el sueño
de anoche
me cruzo a los espectros de un pasado que no
un número de teléfono que
olvidé
una calle que se reinventó borrando mis pisadas.
Pateando las veredas me voy preguntando
con qué palabras voy a decir
estas nubes vagas
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Andar y desandar el sueño de anoche, y mientras tanto, hilvanás la locura en palabras...Un abrazo.
Hoy también me nublé yo.
Después de mucho sol.
Y no encuentro veredas dignas de ser paseadas.
Besos.
Yo, yo preguntaré por ti eternamente...
Besos y salud
Me ha parecido tan triste...y tan cercano...
Besos***
pre-cio-so!
"Pateando las veredas me voy preguntando
con qué palabras voy a decir
estas nubes vagas"
presiento que habrá que aprender a cantar blues
¿Tenes a alguien que te acompañe en la guitarra?
Besos.
PD:pasa por Razones Locas allí contesto a tu comentario.
Yo, a veces nublada, y a veces también eclipsada...