De los hombres lo único que quedó fueron los hijos
escapando por los tapiales, hijos
entre las grietas
por las ventanas ciegas
hijos
escapando
aplastados en una cama
desbandados a medianoche, hijos
como hormigas hambrientas escalando la hora ruín
las patas sucias las manos negras,
en callejones sus ojos, en meandros
escondidos sus rostros
escapando
enterrándose en bolsas a destilar
horror
y hervir las ansias
de huir
para saltar sin red y que no duela,
nadie quiere dolor. Yo anestesio el mío
cocino las ansias de huir
y de saltar
y que la risa dure hasta el amanecer con la panza hueca, hijos
apilados en barrios con ventanas presas
como los hombres
que de uno y otro lado patean
hijos
De los hombres desguazados quedaron
los hijos
y las putas
invisibles mujeres temerarias
desdentadas
panzonas de tetas flacas
revueltas en orinales de ladrillo y barro
tacos torcido, la hija
puta de cartera
robada, la madre
ojos empeñados las dos
Putas sin carmín, hechas a palos
las Putas y los hijos amontonados
haciendo turnos en las camas y en los platos
quitándose los trapos,
que cuelgan de a montones como gajos sobre cuerdas
de óxidado trenzado
cuerdas de cuero en sus piernas y sus brazos
Putas de dar y recibir cinturonazos
a los hijos de los guachos
cuando afuera llueve y adentro ensopados en el caldo
flaco, también llueve
cuando la noche es cero grado
y el día huele a leña húmeda
hay hijos abandonados
trompeados por el sol de la mañana a cascotazos de luz
salvados por milagro
hasta que un día
No
y son noticia los hijos olvidados
después vence la novedad
el circo vuelve a su rutina
entran a yirar
los
hijos
y las putas
a llorar su desgarro de cumbia y charco, a solas
donde nadie los ve
porque hace mal mirarlos
culpa
del miedo de los zapatos secos de la casa caliente del techo del plato lleno de la caricia encontrada del abrazo de que la escapada sea a la costa con mar
no a los costados
de la crisis existencial
del gato gordo
con alimento balanceado
culpa de mirar para otro lado
De los hombres quedaron los hijos
escapando mas allá de los candados
saltando los vidrios de cartón y nylon
hurgando en los bolsillos sofocados
las moneditas del que se durmió
y fue violín
Ahí
vos y yo
que vivimos escondidos y también escapamos
llenando la culpa con
clonazepán
¿Podés ver cómo va corriendo entre los callejones a comprar paco
la raíz del escapado?
De los hombres
y las mujeres solas, quedaron
los hijos mas bravos
quedaron sólo los que fueron hechos
a los apurones, entre golpes y humedades charcas
porque ellos
los hombres desguazados
van
gestando fugitivos solitarios
abandonados
los hijos, que fueron hijos
rodeados de putas solas
madres desmanteladas de carnes, de leche aguada, de piel y harapo
Putas
de hijos borrachos
solitos en las noches de luna prestada
haciéndose grandes entre las piernas de otras putas y entre las rejas
cuando les toca el turno de ser hombres y castigados
si no se mueren antes
si son salvados
los desguazados
cambian ese milagro de vivir embarrados de estiércol
por un fuego que les queme la necesidad de seguir
aumentando el número en
la fábrica de los olvidados.
Ay un antes y después en tu poesía con este poema.
Lo he leído tres veces y las tres con la boca abierta.
He sentido cada verso como si fuera un cinturonazo en mi conciencia y no hay clonazepán suficiente para tanto dolor.
El poema merece un marco que lo contenga.
Y por supuesto mi aplauso más emocionado.
Te felicito y te admiro.
Besos.
Has sacado toda la rabia ante este mundo con un poema que golpea.Tirando de un ovillo oscuro hecho de letras, por eso es largo y húmedo y caliente.Yo también te felicito y te admiro.Besos***
Absolutamente tétrico...
Voy a tener que leerlo una vez mas que Toro...
Besos y salud
Buffff.... que duro!! que intenso, cuanta rabia, cuanto dolor,cuanta realidad, cuanta culpa, cuanto de todo!!
Si tuviera un sombrero, me lo saco dos veces. Es una suerte leerte a la mañana despues de pasar la noche comodamente en mi cama, porque definitivamente no podría dormir tranquilo despues de leerte hoy.
me he quedado sin palabras...
Un abrazo.
Simplemente, un panorama desolador. Un abrazo.
Adhiero a las palabras de Toro... no puedo decir nada más... :(