Aunque ya lo hayamos hecho en otro momento, es siempre una experiencia nueva leer otra vez un libro. El texto es el mismo, pero nosotros no, de modo que quien leyó un libro hace cinco años atrás y vuelve a leerlo hoy, lo lee con la mirada del que fue y con la mirada del que es ahora. Me dirán que la esencia de uno, no cambia, pero en esos cinco años vividos nuestra esencia es mas intensa o por el contrario, tal vez mas deslucida, depende de la vida que hayamos llevado.
Reflexiono esto porque leí tres veces en mi vida El Perseguidor de Cortázar y la última vez anterior a la de los días pasados, fue hace unos diez años. Mi esencia era la misma, me llegó muchísimo la historia, pero yo era otra. Aquella vez recuerdo haber entrado a la historia a sabiendas de que Julio Cortázar recreaba en su personaje Jonnhy Carter, la vida el jazzman Charlie Parker desde la mirada de un crítico llamado Bruno que es el narrador del cuento. Y recuerdo haber salido tan campante, y cerrar el libro con la satisfacción de haber empleado bien el tiempo con una buena lectura, pero no me quedó dando vueltas y vueltas la sensación de tener metido adentro mío a un Jonnhy Carter insatisfecho, buscando en su música respuestas que no encontraba por ningún lado, quedándose sin aire en los pulmones mientras hurgaba en su interior y arañaba un instante de felicidad suprema con su música, esa felicidad inmensa de la que algunos hablaban y él parecía no alcanzar nunca.
Últimamente me sucede eso cuando escribo y la sensación es espantosa.
¡Cuánto entendí al pobre Jonnhy esta vez!
Y eso que ni siquiera tengo el tupé de compararme con él, aunque lo siente vivo en mí. Sólo que las tribulaciones internas y esa comezón por dentro y la sensación de desasosiego frente a la falta de creación, deben ser parecidas, aunque en su caso se tratara de un genio y yo sea una ignota escritora mediocre.
Tranquilos: no voy a drogarme, ni emborracharme, ni tirarme con una piedra atada al cuello en el Río de la Plata, ni haré renegar a nadie con mis pobres delirios, simplemente voy a tomarme un descanso reparador.
Creo mucho en la buena soledad, en el contacto con la naturaleza, en el silencio necesario cuando nos sentimos un poco embotados por esta extraña vida posmoderna.
Hasta la vuelta amigos.
Tenés razón, leí 100 años de soledad 2 veces y lo volvería a leer porque me encantó, aunque muchos lo encuentran aburrido!!
Sin embargo, siempre es como si lo leyeras por primera vez ya que encontrás elementos nuevos y entendés otros y hasta te encariñas con los personajes al punto de sentir lo que ellos!
Muy buena entrada, como todas!
Buen finde!!
Un abrazo!!
Esa soledad, aunque va a ser de a dos, te va a hacer muy bien.
Cúando te vas finalmente? ...
Respecto a mí: Tranquila. Fuí al doc y me dió una buena dosis de droga como para estar estable. :=) Mi vida es así, es ésta-
Te quiero.
Andy
Tienes mucha razón. El tiempo nos va haciendo diferentes.
Buscar un rincón -soledad y silencio- donde encontrarnos es el mejor modo de volver con ojos nuevos.
Disfruta y toma nota.
Besos.
Creo que una de las cosas que hemos aprendido en estos años es que uno debe hacer lo que siente que le hará bien. Un debe ser fiel a sus necesidades. Y estar con uno mismo es una necesidad indiscutida.
Gracias que vamos cambiando Pato, que podemos evolucionar o simplemente recogeer las experiencias del costado del camino.
Hasta prontito Querida Pato!!!
A mí me pasa con "El lobo estepario", de Hesse.
También yo me encuentro embotado. Menos mal que me quedan sólo quince días para que el mar pinte de azul mi alma. No sabes cuánto me hace falta.
Hasta la vuelta. Disfruta.
Un beso.
Bien hecho Patricia.
Creo que obligarse a escribir es un error tremendo.
Has de disfrutar escribiendo, si no es así mejor descansar un tiempo.
Recarga baterías y cuando te apetezca vuelve.
Voy a echar de menos lo que escribes pero te comprendo bien.
Es que a mí me gusta lo que escribes, yo creo que me gustaría hasta leer tu lista de la compra pero quiero leerte sabiendo que disfrutas de ello.
Besos.
Querida Pato, ya te lo han dicho amigos comunes, disfruta de esa soledad y de esa temporal ausencia de letras y vuelve recargada.
Así ando yo estos días, en los que la recta final de mi descanso llega a su fin, en apenas 10 días estaré de nuevo de vuelta en la locura diaria de la vida.
Apuro mis días y mis baños como si me emcontrase enchufada a un cargador de pilas... jajaja...
Un abrazo inmenso desde el Mediterraneo.
Por cierto, el Perseguidor fue otro de los libros diseccionados este invierno en la universidad y me ocurrió un poco lo que cuentas, lo que yo descubrí en ese libro fue el mundo del jazz en una profundidad que antes no conocía.
Otro abrazo
Vaya, yo que finalmente llego y tu te vas...
Ya nos veremos, supongo.
Salud y besitos
Patito, a mi me pasa con el libro La rueda de la vida. Te deseo que tengas un feliz descanso. Se te va extrañar.
Besos con cariño
Gracias por sus comentarios y antes de despedirme quiero compartir con ustedes el poema que ha escrito mi amigo y poeta Xavi, mas conocido por todos como Torosalvaje y que lo he subido al costado del blog para que también ustedes disfruten de estos versos que hablan del profundo deseo de escribir.
"Para mi, simple"
Gracias Xavi, gracias amigo, gracias toropoeta :)
Hasta la vuelta a todos.
Una pausa te hara bien aunque mas de uno extrañe tu presencia.
Estaremos por aqui esperandote...
Querete un poquito mas cada día.
Besos.
Luis
Pato:soy yo nuevamente para regalarte esta frase de Juvenal que recien encontre:
" Convéncete. Los poetas labramos sobre el polvo, hacemos surcos en el agua y, a pesar de ello, jamás nos curamos de la funesta manía de escribir."
Besos.
Trae alfajores...como Garce :=)
Bexox
Martin (H)
un abrazo...siempre atenta
Espero no haber llegado tarde, sólo dos cosas:
-totalmente de acuerdo contigo en la lectura del mismo libro en distintas épocas/edades/circunstancias...
-vuelve renovada, con ganas y pronto.
Saludos,