-aplastado y abierto y abollado-
Habrá que llenar ese espacio de aire con alguna mezcla consistente, que no se filtre por las hendiduras. Habrá que fundir las horas de sueño, con lo que aún no hice, con lo que podría ser si tomo coraje, con lo que no será a pesar de todo, con los miedos arrinconados gracias al color verde, con la cacheteada fe en mí misma.

Cada día es como un blister de pastillas.

6 Comentarios

  1. A veces pienso que la gente poco sensible pasa por los días con una tranquilidad pasmosa.
    Con extrema indiferencia.
    Eso les evita muchos problemas, claro que también les impide disfrutar de muchas cosas.

    Besos.

  2. Ultimamente así vivo dandome cachetadas para no quedarme varada...

    Besos con cariño

  3. ¡ Qué original! Cada día como un blíster. Me encantó la idea, aunque después de pensar, me resulta difícil definir con qué lo lleno.
    Un abrazo.

  4. Un día, hace mucho tiempo, tiré un blister por la mitad desde un balcón. Otro día, con la mitad de lo que quedó de mí, empecé a reconstruirme y sigo arrojando cosas por el balcón de la memoria.

    Fernando

  5. ybris says:

    Días que concluyen como las cavidades abolladas de un blíster.
    Quizás no importe demasiado si guardamos su eficacia en los días subsiguientes.

    Besos.

  6. Carlos says:

    Patricia, si son pastillas, que sean de menta.

    Nada como lo dulce para entibiar ciertas rispideces de la vida.

    Un beso.

Gracias por tus palabras