No quiero contar las horas para no morir del susto, pero dejo constancia aquí que son muchas.
Para mi gusto, demasiadas.
Horas, círculos y gotas.
El encierro preventivo me está matando.

Sucede que al principio no pasa nada. Se tolera.
Uno cree que se amolda a la circunstancias de estarse allí quieto, a buen resguardo, sintiendo el clonk-clonk-clonk de las malditas gotas. Controlás la respiración, buscás la serenidad, te sentás con las piernas cruzadas, hacés un montoncito con los dedos, estirás las manos a los costados de tu cuerpo, mirás para arriba como implorándole al cielorraso alguna especie de milagro y decís ¡¡Ommmmmmmm!!

Deberías relajarte, sin embargo en el interior, sin quererlo, sin proponértelo empieza la sumatoria de horas.
La enumeración estricta del tiempo que pasa.
El reloj de la cocina no miente.
El calendario tampoco, pero uno entra a dudar que si.
Los ojos bizcos, perdidos en cada círculo que se abre y se cierra.
El círculo tiene doble fila de dientes, abre su bocaza pútrida en cada gota y la cierra hasta la próxima que vuelve a caer.
Los ojos bizcos se marean, se estrangulan, nadan en medio de ese aciago territorio acuoso.
En tanto las noticias siguen siendo confusas. Hablo de la pandemia de gripe A. Hemos pasado de ser lo que éramos, a especialistas en el tema. Hemos pasado de estar enfundados en mascarillas (nunca usé una, lo confieso, pero he obligado a usar) porque era una manera de protegerse del monstruo invisible, a enterarnos después que no tenía sentido usarla en el caso de estar sanos.
Hemos pasado de la higiene normal a una especie de pegote de alcohol en gel, que mata todo y te deja como encerada.
Hemos dejado de reunirnos, de ir al trabajo, se han suspendido las clases para estar bien aislados y solos y nuestros hijos huyen de casa para amontonarse en casa de otra gente que piensa que la gripe A es puro cuento, o en lugares abiertos como plazas y parques, pero están tan encimados unos con otros que es lo mismo. Y se besan y se extraña tanto que andan abrazados dando muestras de su amor adolescente a diestra y siniestra.

Vuelvo a la gota.


¿Qué efecto le puede ocasionar a una persona algo tan insignificante como una gota?
Te puede salpicar y nada más.
Ahora, cuando es una gota y luego otra y luego otra y luego otra y luego otra y luego otra y luego otra y van miles…
Es como un océano.

Puede que estés pensando en la gotita que falta para que se llene el vaso y claro, cae la gotita y ocurre el cataclismo. Se desmorona todo el líquido allí acumulado y te dejás de decir el cándido “Ommmm” para utilizar otro vocabulario más soez.
En efecto, me refiero a ese vocabulario que estás pensando.
Pero no, el vaso hace rato que se llenó y que se derramó todo.
Y en su momento ya utilicé ese lenguaje de ex presidiario.
No hablo de ese tipo de gota.
Me estoy refiriendo a la gota de la tortura china o algo similar, que cae ininterrumpidamente sobre tu cabeza, una considerable cantidad de tiempo como para desquiciar a la persona mas tranquila de la tierra.
Aviso por si alguien con cierta distracción piensa que soy la persona mas tranquila de la tierra, dejo constancia aquí, que no.
Soy inquieta, ansiosa, fóbica, ligeramente hipocondríaca, fatalista, tremendista, pesimista, y todos los “istas” horribles que abundan, eso soy.
Tampoco quiero que den rienda suelta a su frondosa imaginación y piensen que voy por mi casa con los ojos desorbitados, empuñando la cuchilla de picar.
Soy inofensiva.
Y cómo no, melancólica como un puré de tangos, como buena argentina, conozco el famoso valle de lágrimas de memoria.
Y, sentada acá, mirando la nada, circular, me pregunto qué sentido óntico tiene recorrer ese valle, si se puede andar tan feliz por la vida, mirando valles florecientes con duendecillos alegres ¿Qué me lleva a mi a mirar la montaña de espinas?
Además sabiendo que caminar por el valle de lágrimas es una de las cosas más aburridas, incómodas e insufribles que hay, cómo se me ocurre ir por ahí.
¿Por qué no tomo un atajo en vez de ir a ver qué encuentro?
(Estas preguntas son retóricas, pues a las respuestas ya las sé, sólo estoy reforzando mi pensamiento…)
Volviendo a mi cavilación.
¿Qué puedo encontrar en un valle de lágrimas, sino gotas?
Gotas de todo tipo, tamaño y color.
Gotas de las formas que quieras. Vestidas con el disfraz que más te guste.
Gotas que pueden ser una palabra dicha mil veces. Gota de alcohol en gel. Gota y mi calle vacía. Gota y mousse de chocolate para que sonrías. Gota y miedos trenzados. Gota y el rumor de los pájaros. Gotas y los pasos en el zaguán. Gotas que miran desde el abismo. Gotas mudas. Sin pintar. Retorcidas. Gotas momentos.
Gotas y silencios.
Gotas y caras idiotas en la TV.

Es mas yo creo que he sido premiada por mi absurda insistencia y encontré la gotera.
La tengo sobre mí.
-Clonk-clonk-clonk-
Lo terrible del hallazgo, mas allá de la eterna humedad, es este ruido socarrón que mece mis horas. Un oxidado y taimado rumor de molécula tediosa cae una y otra vez, sobre mi alicaída cabeza. Que apoyada sobre mi mano, que a su vez está sostenida por mi codo, que se clava en mi rodilla, provocando cierto hundimiento de mi pie derecho (y por ende también del izquierdo) en el suelo. Mejor dicho, en el charco del suelo y obligados mis ojos a ese despeñadero inútil, contemplan un pantano de círculos concéntricos que se abren y me tragan. Y mis ojos miran con los ojos del pantano y todo se vuelve circular.
La ventana es una esfera.
La puerta, el camino, la escalera, la nube, el estruendo del rayo, el frío, las tostadas, el café con leche, el jugo de naranja por la vitamina C, la cara llena de bótox en la TV acomodando micrófonos para decir que está todo bien, los expertos hablando de la gripe A, el propio virus.
Todo es redondo.
Incluso yo.
-Clonk-clonk-clonk-
Que también me he vuelto gota.

18 Comentarios

  1. Te comprendo.
    No es fácil aguantar ahí. Como una condena. Esperando que pasa la epidemia.
    Enclaustrada.
    Espero que no dure mucho más.

    Un beso.

  2. Anónimo says:

    Impresionante lo que has sacado de la nada cotidiana y rutinaria. Qué más da que te encierren bajo siete llaves, qué te amenacen con la peste bubónica, qué llueva sin tregua; o que te rompan los nervios los cortes de luz, la contaminación, la crisis.

    Eres y serás una gota de almíbar en esta tarde de domingo. Porque no necesitas nada que no tengas. A la vista está.

    Un texto para la exportación. Me quito el sombrero.

    Besos, amiga.
    P. Codorníu

  3. Fernando says:

    estarás hasta las mismisimas gotas!!!!!!!!...besos.

  4. mangeles says:

    Ánimos guapa. Son unos...no tienen nombre... Aquí cada vez nos creemos menos ese rollo de la gripe A...¿Cuando va a aparecer los de la OMS a explicarnos algo? ¿Qué estan contando y controlando?. Os ha pillado el invierno...mira que mala suerte...en los paises del norte, España incluída, cuando llegue el invierno ya incluso puede que tengan una vacuna contra ese virus...¡que casualidad¡...

    Ánimo, que tienes mucho que contar y lo haces muy bien amiga Patricia.

    Un besazo grande...

  5. Como si estuvieras en una carcel,supongo.Pero tu siempre te vuelves letra dulce y melódica, aunque cuentes tristezas o historias de desamor.Besos,jacarandá.***

  6. Ohhh, ni qué hablar del tema, ahora de cómo un tema potencia a otro se pueden hacer tomos y tomos, eh...
    Queda ya menos Pato, hoy llevo un día así como lo de tu gota.
    Besos con gel
    :)

  7. paolav says:
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
  8. paolav says:

    Una pena molesta como una gota impertinente, por un momento del día te olvidas, pero luego sin que te lo esperes se te aparece y vuelves a sentir esa molesta humedad de la lluvia que no es lluvia, si no sólo unas gotas desordenadas...al menos la lluvia te moja de un viaje, pero las gotas separadas, son como esa pena que se oculta y luego se asoma...
    Besos y compañía

  9. ¿Sabes si la gripe se transmite via intercambio sexual? Porque sólo eso nos faltaba. Estar encerrados sin poder hacer nada. Por cierto, hay gotas bellas. Tú pareces ser una.

  10. SeaSirens says:

    Si algún día fuese la víctima de esa tortura que de alguna forma llaman...con tu gota, contigo me quedaria.

    Un texto impresionante.

    besos desde el mar!

  11. Badanita says:

    -clonk-clonk-clonk-

    Te leì atentamente y sumergida en el texto.
    Me reì mucho con :
    " Soy inquieta, ansiosa, fóbica, ligeramente hipocondríaca, fatalista, tremendista, pesimista, y todos los “istas” horribles que abundan, eso soy.
    Tampoco quiero que den rienda suelta a su frondosa imaginación y piensen que voy por mi casa con los ojos desorbitados, empuñando la cuchilla de picar... "

    Jjajaja. Asì te ven tus hijas,como una loca que va por la casa empuñando mas que la cuchilla el alcohol en gel :)

    Ahora entiendo algunas cositas.
    Y me gusta mucho la manera en que te expresàs.
    Decime Pato, al escribirlo no te sentiste ciertamente mas aliviada?

    Te mando besos con barbijo.

    Ya me contaràs,eh.

    Andy
    Tu amiga.

  12. Lena yau says:

    ¿Todos los istas?

    funambulista

    musicalista

    arreglista

    cantante solista

    equilibrista

    amiguilista

    letrista

    balletista

    super lista...

    ¿quién está colorada ahora?

    ¿eh?

    ¿eh?

    ¿eh?

    Yo soy Marulista...

    Y te quiero un montón!

    (Combatamos a las fieras...podemos)

    Ramilletes de besos mariposas vuelan ya!

  13. Adriano says:

    "Ommmmm", ja ja ja, te juro que cierro los ojos y me imagino así, esperando que caiga alguna gota. Días difíciles, Pato... Poca gente por acá, se anuncian heladas, faltan abrazos y que de una vez por todas vuelva a ser la primavera.

    Pato, gracias por el mensaje de la otra vez. Estoy mejor, gracias a Dios la gripe es pasado.

    Un abrazo!!!


    Ommmmm!!!!

  14. ybris says:

    Entre la gripe A y las gotas implacables los encierros preventivos son una tortura.
    Menos mal que tú tienes palabras terapéuticas como estas con las que desbordas de tu encierro y nos das motivos para disfrutar y para pensar.

    Besos.

  15. Ay Patito! te entiendo, acá ya pasamos por ese encierro, por ese pánico, por esas medidas de sanidad y las horas quietas... aletargadas y trastabilladas.
    Para serte sincera, acá nopasó N-A-D-A... se dijo mucho y jamás se comprobó nada... espero que allá suceda igual.
    un abrazo y mil besos!
    que pase pronto.
    besos!

  16. Sonrie, Vive y se Feliz (SVF)

    Haz tu vida, valora lo que se precie de ser valorado y sigue sonriendo.

    La sonrisa es el mejor antidoto contra la naturaleza tragica de la vida.

    Bezzzzzz

  17. Buenísimo, me encantó este paseo por las divagaciones producto de la gripe

  18. En varios momentos de tu relato me veo a mi misma en el mismo espejo!

    Un abrazo inmenso

Gracias por tus palabras