Ya dije quién contaba un cuento.
Eso fue alguna vez
porque recuerdo que fue cierto.
-Jaime Sabines-
La primera vez que robé, me pescaron.
Todavía recuerdo los ojos de mi víctima. Eran negros y redondos como cascarudos, pero de un tamaño demencial para aquél rostro. Que parecía una cara normal al principio, sino no me hubiera animado, pero cuando me vio sus ojos comenzaron a crecer casi hasta escapar de sus órbitas y me miraban con toda la intención de venir a cortar mi mano.
La víctima no dijo nada, sólo me sostuvo la mirada un largo rato, como cinco horas o algo así. O tal vez fueron dos años y no recuerdo bien.
El tiempo se detuvo en aquél acto.
Yo no me declaré culpable de inmediato, tampoco me dí por aludida. Me senté sobre el objeto robado y mi mano.
Mi padre siguió con la compra del mercado y una vez que terminó me quiso bajar del cajón de manzanas verdes.
Grand Smith, se llaman hoy.
En ese momento para mi fueron algo desconocido, mágico. Nunca había visto manzanas de ese color verde brillante como si estuvieran recién barnizadas.
Para mi las manzanas eran todas rojas.
Y me quise quedar con una.
Incluso ya la había mordido y no me había gustado, pero me la quería quedar igual, de recuerdo.
Mi padre luchaba conmigo que estaba agarrada al cajón de manzanas como una garrapata y la víctima se fue acercando, con los ojos desmesurados.
Me dijo que le diera la mano.
Se la di.
La otra me dijo.
Tardé un ratito y le di la otra.
Me estaba hipnotizando.
Ahora se me baja despacito de ahí arriba.
Eso rompió la hipnosis.
Me negué bajando la cabeza.
¿Se va a quedar a vivir arriba del cajón? Me preguntó Ojos de lechuza, mientras mi papá no sé porqué se reía si yo estaba a punto de ser llevaba presa.
Con la cabeza mas baja todavía le dije que si.
Mi victimario le preguntó a mi papá a cuánto se podía vender una nena enojada y con trompa de elefante.
Mi papá hizo un cálculo estimativo y el señor le dijo que era muy muy caro. Entraron a regatear el precio.
¡Mi papá parecía dispuesto a venderme!
¿Y una nena bonita con una manzana mordida cuánto puede salir? Preguntaba con saña el malvado Ojos de lechuza.
Mi padre redobló el precio.
Mi corazón no daba más. Mi destino se estaba por decidir de un momento a otro. Encima Ojos de lechuza ahora me veía bonita. Me iba a vender en el mercado como una fruta exótica traída de algún país de oriente. Se iba a hacer mas rico conmigo que con las manzanas verdes. Me iba a comprar una señora o tal vez me quisieran comprar dos o tres y me tuvieran que partir en mitades. Me iban a llevar a sus casas y me iban a cortar en pedacitos y mezclar con azúcar y me iban a hacer dulce de fruto extraño de país remoto para regalarles a sus vecinas y hacerlas morir de envidia.
En ese momento en el que me vi metida adentro de un frasco con los ojos mas grandes que los del señor lechuza, me bajé del cajón de manzanas y salí corriendo, olvidando la manzana mordida.
Zafé de la cárcel por poco.
La primera vez que robé, tenía cuatro años y allí terminó mi carrera delictiva.
Alguna vez compro manzanas verdes para hacer un pastel o la ensalada waldorf que siempre hago para las fiestas y recuerdo patente esta historia.
Fue en Mar del Plata y yo tenía una bikini roja con rayitas blancas.
Me gustó contarlo.
En especial estos días en los que pensarlo a mi viejo, es como tenerlo un poco mas cerca.
MORÍ DE AMOR, DE ANTOJO, DE TERNURA Y DE GANAS DE DARTE UNA MORDIDA AMIGAA!!!
Que cuento de vida más hermoso y lleno de infancia delictiva... cuanta luz hay en esta historia en la cual obvio el Rey papá resuelve con su astucia única el entrincado! jajajajaa
Pato morí!!!!!!!
Ah yo tb tuve una experiencia parecida, sólo que mi deliro fueron unos aretes de piedras rojas, largos y llenos de alambres retorcidos, lo malo fué que al llegar a casa y mostrar mi trofeo a mi mamá, ella con la cara de bruja maligna me llevó a pagarlos argumentando que se me habia olvidado pagarlos, y yo descaradamente le dije, " No! no los quería comprar!... en fin... esa es otra historia!
jajaja
Te abrazo amiga! con aroma a recuerdo!!!
Te quiero mucho!
Visteee?
tenía mil ochomil años que no me tocaba mi butaca uno!!!
la he recuperadooooo!!!!!!
es mia:)
bravo! bravo! bravo!!! por ti amiga:)
Por cosas de la vida me he encontrado con su blog, y leí su cuento y me pareció mucho ingenioso, me hizo acordar de la vez que, teniendo unos cuantos años, me robé unas frunas, y por poco se me sale el alma, estoy seguro que el tendero se dio cuenta, pero nunca le dijo a mamá, supongo que para tentarme de nuevo a tener ese impulso malévolo de querer apoderarnos de las cosas que nos son imposibles de tener.
Un abraso
qué lindo y cómico tu cuento
es increible el mundo desde allí abajo, inocente y temerario
que lindo recuerdo de tu pa
me muero de la risa cuando imaginoa pato triturada en conserva!!! pobre.... y con un bkini a rayas
eres única y lo máximo
LoVe YoU
Que dulzura imaginar a la Pato nena en bikini sobre esa caja llena de manzanas... es que mori de risa, nostalgia y ternura.
No hay nada mas bonito que recordar a los nuestros y más cuando hay un cara de lechuza en el cuento, jajajajaja... o eran dos? jajajajaja
Besos!
Patoladrona te condeno a escribir historias como ésta cada día.
Y por supuesto publicarlas aquí.
Como me ha gustado.
Besos.
DEspués de leer esto siemepre serás para mí una linda manzana verde.
(Recordando tanto estos días...añorando...si hubiera un conjuro, cinco minutos...sólo eso...)
Besos alados, Marula
Precioso tu cuento...
Como siempre un placer leerte y seguirte!
Te dejo un abrazoo grande!
Patico: estoy llorando, me has llegado alli al centro del corazoncito, tu viejo, dios, que bonito, mi viejo es asi, es maravilloso, lo adoro, tengo mil historias con el, una vez tambien robe pero fue en el supermercado una curita que tenia dibujitos muy animados, me hizo devolverlo y pense que me llevarian presa, pero me enseñaba una leccion, Patico, te quiero, lo sabes,lo se. Es hermoso lo que has escrito, muy hermoso. UFF me has llenado el corazon hoy. BESOTES
Tierna y agridulce
historia como esa
manzana verde...
El tiempo te hace
sacarla espolvoreada
de canela,inocencias
que no marchitan
porque son tiempos
de vendimias de la
inocencia...
Y estos vinos,
son esencias...
♥♥♥besos♥♥♥
Recuerdos unidos a la manzana en vez de a la bruja de Blancanieves...,
mágica llave la que te lleva, y que nos deja aquí este preciosos cuento.
besos.
Justificada Patricia
por mi ha quedado -esa niña- totalmente justificada.
Ningún delito,
solo curiosidad de niño/a.
El ser de los ojos negros y grandes
tenía que prevenir, todo hombre prudente y razonable SABE que dichas manzanitas verdes pueden ser de alta tentación para un niño/a.
No culpa, ninguna falta.
Pregunto:
¿no le dieron ganas de ir al baño y hacer pisss a ésa ternura de niña?
:)
Besos con sabor a manzana,
sin pissss ♥
!!Feliz Navidad!!
M.
Estoy insoportable en estos dias, ayer me fuí a correr motora con Santa Cló.
:)
Es muy gracioso y conmovedor este texto, ahora yo estoy indecisa en mi petición al niño jesús, entre una niña con manzana verde o una conserva de niña en bikini rojo...que dilema
En cualquiera de los casos me quedo contigo
un super super abrazo
ahhhhhhhhhhhhhhhhhh♥
Qué ternura de relato y de delito...
Me encantó saber de la tentación de la pato-niña de bikini, su reacción para con las manzanas que podían ser verdes y de cómo se divirtieron con el asunto tu papá y el ojos de lechuza.
Preciosooooooooooooo!!!!!
Besos:))
A partir de hoy, será imposible que no me acuerde de tí cuando vaya al mercado y vea esas hermosas manzanas verdes brillantes, tan brillantes, como tu forma de relatar los sucesos más entrañables...
Abrazos con olor a manzanas recién cortadas:)
Me encantan las manzanas ;) i si son verdes mejor, asi entre ellas y yo podremos madurar algun dia. Un abrazo, me gusta ;)
Patricia
Hermoso cuento, siempre hace bien poder contar esas cosas.
Un abrazo
Salta a mi cesta que te compro, te robo,te llevo conmigo.Por robarme el corazón definitivamente,una manzana roja en tu mano,dulcísima Pato.Besos***
Qué dulzura eres Patito linda.
Tiene razón Torito, estás condenada, por robo a quemarropa de don lechuza, a depositar aquí todas tus historias infantiles.
Gracias... eres de lo que no hay.
Mil besos.
Que linda!
Sabes como hacer un momento tan cotidiano un poquito de litaruta.
Gracias por contarnos tanta ternura.
^^ Lindo miercoles para vos.
No cabe duda la inocencia de la niñez es una delicia y dulcemente contada por ti!
Yo te hubiera comprado y seguro el dulce hubiera sido exquisito, que eres un dulce querida Pato.
Besos y abrazos!
*Cuando coma manzanas verdes, seguro me acuerdo de ti =P
Oscar Wilde tenía razón: para escribir, sólo hay que tener algo que decir y decirlo.
Mas cómo tú lo cuentas amiga, es delicioso, intrigante, lozano, lleno de ternura por la niña que eras y por el padre, ¡qué decir de Ojos de lechuza! Me pareció ver a mi hija más pequeña y me transportó a mi niñez.
besos mil.
Pato me has hipnotizado con tu relato, diría que rápidamente me puse en tu lugar, en cajón de manzanas verdes, y decidida a no bajar.
Pd: más identificada me sentí cuando leí lo de tu bikini roja a rayitas blancas, a los cuatro tenía una igual y solìa ir descalza con el viejo a hacer las compras.
Y gracias por traerme ese recuerdo de mi viejo a quien también extraño.
Besos miles
no te veo...ajajja. y ni siquiera te conozco. Pato querida, se retorna, una vez mas, con cuento y todo.
se te recuerda con carino siempre
Petra
que ternura me ha dado leerte!
Un abrazo enorme!