Le conté el sueño sin salida a mi analista.
Vengo de ahí.
Mientras me acomodaba en la silla y entraba en calor porque la lluvia me había mojado le contaba lo del caserío abandonado y la mujer con harina en las manos y bueno, todo, todo eso. Tal cual lo escribí en el post anterior. Le dije que lo había escrito porque desde que lo había soñado no paraba de pensar en eso. En el medio soñé infinidad de cosas que no recuerdo, pero el pasillo gastado, las paredes ocres, esa especie de niebla que difumina los rincones y esa mujer diciendo que no tengo que estar ahí, que pase al otro lado. Habían terminado raspándome la intriga.
No le dije lo de los dragones, ni lo del aro mágico porque a veces temo que el hecho de hacer terapia se convierta en un viaje de ida y por siempre jamás yo esté allí, en ese lugar sereno, mirando el gran ventanal atiborrado de ramas que sacuden los vidrios desde afuera y analizando mi vida.
Mirando con lupa cada acontecimiento.
Cuestión que no le dije nada de los dragones y mucho menos que debía matarlos con cucharitas. Todavía no sabía nada de la teletrasnportación.

Analista: ¿Qué pensás que es en sí el sueño?

Yo: No sé, cuando lo escribí y busqué una foto parecida a lo que vi en mi sueño, pensé en la muerte…

Analista: ¿Conocías a la mujer?

Yo: No

Analista: mientras vos me narrabas el sueño yo imaginé una matrona, una señora como muy dedicada a su casa, el delantal, las peinetas, las manos con harina…

Yo: Ella me cerró la puerta y no dejó que entrara, me mandó del otro lado…

Analista: ¿Qué había del otro lado?

Yo: ahh, eso no te lo conté. Había gente cantando en una plaza, yo quería estar ahí, pero no sabía cómo llegar a ese lugar, ni por dónde ir…

Analista: creo que la idea de esa mujer es que encuentres el camino, porque sabe que vos sabés encontrarlo…

Yo: (la miro sin decir nada-pienso en eso-en que los caminos están dentro de mí-en buscar más-en no dejar de buscar aunque me canse)

Analista: (me mira sin decir nada- pienso que ella también piensa en algo- me sonríe- hoy estás callada -me dice- hay que sacarte las palabras)

Yo: es que las tengo a todas rotas, desmenuzadas, ¿ves?

Dejo caer un puñado de palabras trozadas, una especie de abecedario desgranado se esparce sobre el escritorio que nos separa.

Analista: parecen flores…

Yo: secas.

Analista: (suena el timbre) Mira la hora. ¿Nos vemos en 15? No te olvides de regarlas. Me acompaña hasta la puerta y me dice, me quedé pensando que esa mujer más que la muerte, tiene que ser la vida.
Pensá en eso.

Salgo a la calle y llueve. El otoño está por todos lados, mis pies caminan sin esquivar los charcos. Es mediodía. El florista de la esquina se dobla en dos como sus ramos, mientras se fuma la bronca de no poder vender bajo el alero. Una bicicleta vieja se moja encadenada a un árbol. Sueño con dejarla en libertad, salir volando con ella, cruzar el cielo arriba de las nubes.
Me gusta esa imagen en mis ojos.
Es la vida.
Tiene que ser la vida, digo hablando bajito.

7 Comentarios

  1. Eso debe ser.
    Fijo que si.

    Besos.

  2. Que buen aire que me diste!! yo me había quedado preocupada pensando en las posibles deformidades de la teletranportación...pero ahora puedo pensar más claramente. La vida se desarma para volver a armarse en ciclos reiterados y repetitivos. Ahi está el otoño, maravilloso, lleno de magia literaria de emociones por descubrir. Aún cuando parece la muerte, seguro , seguro que es la vida jugando a los disfraces.
    Jaja...Todo esto me viene al pelo, porque ahora soy yo la que estoy haciendo tiempo para ir a lo de mi analista!!!!
    Un besote Pato!!!!

  3. ybris says:

    No lo dudes, es la vida en traje de faena.
    Lo que no sé si acierta es en pedirnos que salgamos de los sueños.
    Más que nada porque son parte importante de la propia vida.

    Besos.

  4. manu says:

    Evidentemente el título de tu blog no es joda che.
    Si existe un hipotético camino…entonces hay algo y no la nada o un final.

    Me tensioné con el diálogo, lo cual es fantástico, me gusta esa adrenalina al leer.

    Beso!!

  5. La vida tiene tantas caras... claro que si, seguro es la vida, que de un portazo te envía directa a la alegría (fiesta, gente cantando, música).

    Besitos que tejan un puente que te lleve derechita hasta esa plaza!

  6. Mai Puvin says:

    También pensé en la vida y vaya si sos afortunada... La vida te está diciendo que no erres el camino, que sabés hacia donde ir... Casi nada no?

    Abrazos enormes, Patito!

  7. Yo no sé que signifique el sueño pero de verdad que te he leído y veía a Mafalda psicoanalizandose de lo lindo y me partio de risa y ternura.

    Debe ser la vida, ella tambien te hace reir.

    Besos.

Gracias por tus palabras