“Te vi,
juntabas margaritas del mantel…”
-Fito Páez-
En el borde inferior de sus ojos, mas precisamente en los párpados inferiores había nacido con macetas. De esas de barro cocido. Ni su mamá, ni sus tías, ni su abuela que era muy mayor y había visto de todo en la vida, le dieron importancia. Su papá pensó que si las mujeres de la casa no decían nada, debía ser cosa común de recién nacidos, pero pasaron los días del calendario y creció con esos pozos de barro vacíos sin entender para qué le servían.
Nadie nunca le explicó qué función tenían ni para qué estaban allí y no en otro sitio menos molesto.
A veces se le llenaban de agua, otras de una arenilla seca que le provocaba ardor, la mayoría de las veces se le llenaba de smog. Porque vivía en una ciudad de esas que no tienen fin. Donde proliferan las torres de cemento y vidrio. Una pegada al lado de la otra y al lado de esa otra, otra y en su recorrido habitual se le llenaban los ojos de cristalitos, que luego pasaban en sus macetas.
Su vida era simple.
De casa al trabajo y del trabajo a casa.
Siempre con sus macetas hundiéndole la mirada en un pantano hueco.
Y él sin decir nada.
Y los otros sin preguntar nada, que por algo esas macetas estaban ahí. Nadie es quién para cuestionar los ojos huecos de nadie.
Una tarde de esas, que después alguien aprovecha para decir que la magia existe, cuando regresaba de su trabajo se detuvo en un jardín.
Rebosaba de margaritas.
Era el momento en el que el sol estaba terminando su día y se desmoronaba cansado sobre todos los colores que por allí había.
Él se detuvo en una espalda que estaba mezclada entre las flores.
Ella con sus manos embarradas de revolver tierra, giró su cuerpo y lo miró. Luego se acercó casi hasta rozarle la nariz con los labios y hurgó severamente en sus ojos, precisamente dentro de aquellos pozos vacíos.
Esto es grave, le dijo.
Si, dijo él, convencido. ¿Tiene solución? –preguntó-.
Claro - respondió ella-. Al tiempo que le pedía (con ese gesto suyo en el borde de los labios, que era áspero, pero a él le pareció de terciopelo) que se sentara en el borde de un tapial bajito, que algo se podía hacer.
Él, obediente como era, allí se sentó.
Ella regresó con un balde repleto de tierra negra, con la palita de mano y con un puñadito de semillas.
Le pidió que mantuviera los ojos bien abiertos y que por nada del mundo los cerrara.
Él le hizo caso de principio a fin.
Cuando estaba por cerrarlos, apretó los puños y tomó el borde del vestido de ella que era de algodón, suavecito, así se le hacía más fácil no pestañear.
En ese momento ella le llenó las macetas de tierra fértil y le esparció un puñado de semillas en cada una de las macetas.
Luego, al verle los ojos a él convertidos en un mar de lágrimas, le dijo que ya podía regar la tierra y volverla fresca.
Luego ella se levantó y se fue.
Él volvió a su vida. La de siempre, esa de ir del trabajo a casa y de casa al trabajo.
Así durante días.
Hasta que una mañana, cuando abrió los ojos tenía ante su mirada un balcón lleno de flores.
Se levantó maravillado y con el corazón dándole brincos. Sentado en el borde de su cama se vistió apurado, pero en vez de ir de la casa al trabajo, fue de su casa al jardín de margaritas.
Llevando en sus ojos los balcones llenos de pétalos empañados de rocío.
Plofffffffffff!!!!!!!!!
Requeteploffffffffffffffffff!!!!!
Dios!!!!!!!!!!!!
Que maravilla!!!!!!!!!!!
OVACIÓN SIN FIN PARA TI.
Bravooooooooooooooooooooooooooo.
Besos.
.
...paso a dejarte un saludo y a llevarme unas cuantss semillas en los ojos a ver si florecen en los balcones de la kripta...
y si no, echame tierra en la maceta
besos floridos para Patricia
.
El sitio donde mora tu fantasía es un jardín secreto y lleno de flores...
Besos,jacarandá***
Oh qué hermoso Pato!
Creo que la clave de todo es que él le hizo caso de principio a fin...
Eso puede ser espantosamente horrible o maravillosamente hermoso, no?
Un beso de recién llegada.
Caray, qué relato.
Eso son balcones y no lo que se ve por ahí.
Para que luego digan que es difícil encontrar la felicidad.
Yo, por si acaso, salgo flechado a por unas macetas.
Un beso requeteflorido.
Pepe.
Marula...
Entre el texto y la canción me dio un soponcio, un patatús, un algo raro y lindo.
Me estremecí como una hojita y quise ser flor también.
(Bellísimo, Fiacosita, conmovedor, tierno, apurruñador....!)
La canción...bueno...creo que no querrás seguir siendo mi amiga si escuchas mi interpretación...jajajaja...(tengo versión propia, letra e instrumentos...jajaja..ay Patricia, ese camión!)
Mil besos, Mil mariposas, Mil pingüinos!
Que lindo!!
Pati, saliste de la penumbra con esta maravilla de luz-relato, los ojos como macetas, para cosechar margaritas ....
Bello, me llevo unas semillas para mis macetas.
Abrazo y besos Pato!
me llevo estas semillas en los ojos
... las palabras florecen en tus balcones: maravillosa su fragancia...
un beso
Con una de esas semillas
florecieran campos de poesía
Es un relato dulce,intenso y lleva
mariposas con alas de besos....
Un abrazo y más besos
Qué buen remedio para los tiempos sin lluvia.
Quizás sea muy cierto lo que los cercanos pensaban: que todos nacemos con macetas bajo los ojos.
Macetas que la tristeza o la alegría de las lágrimas preparan para cuando algún amor las llene de tierra fértil y semillas.
Cuando todo florece en la mirada la vida ya está justificada y la espera ha sido fructífera.
No habrá final que arrebate a la mirada tanta flor.
Enhorabuena por el relato, Patricia. Es una preciosidad.
Besos.
Qué preciosidad! Qué preciosidad!. Es la mirada hacia la vida la que puede cambiarnos.
Gracias!
Un beso grande!
No existen flores que alegren más mis ojos que las margaritas!
Gracias por regalarnos esa mirada diferente, que hace palpitar el corazón.
Besitos fértiles:)
BELLOOOOOO!!!!
me encantó!! y con lo q a mí me gustan las margaritas!! :)
Besotes Patolinda :D
Una tarde de esas, que después alguien aprovecha para decir que la magia existe
La magia sin duda existió la tarde (mañana, noche, madrugada) en que escribirte esto e hicieste germinar florecitas en mi corazón.
Bravo Pato, te leo y no puedo parar de suspirar.
Si en mis ojos hubieran macetas estarian siendo regadas en este momento.
Bellísimo al mismo tiempo que lleno de emoción.
Besitos
Un tono de ternura, un texto fertil que ya me nace algunas semillas.
Saludos
Es tan hermoso, decir algo seria dañarlo, hago una ovacion como la de toro, una y mil. Besos.
vos dejás semillitas por todos lados Pato, hacía mucho que no pasaba por tus caminos, estoy un poco alejada en general de los blogs. veo que también has renovado su "cara", me gusta este negro de fondo.
te mando un abrazote
Lilián
Ay mi Patito querida, ¿quién sino tú podría escribir un cuento más bello? Nadie...
Que Dios te conserve ese don toda la vida, porque nos siembras cada día margaritas en el corazón.
Muchos besos.
Ay Pato... que lindo!!!
me ha encantado y me ha llenado el corazón de retoños....
besos DIOSA!!!:)
bravoooo!
Floresss para ti:)
Aún con la piel erizada, tengo todas las palabras atascadas sin poder salir...asi me dejo este texto
Intento escribir y solo veo pétalos en la pantalla...solo puedo abrazarte pato, las letras HOY serían insuficientes
Es Hermosisimo!!!
Me voy con mis macetas empañadas (las mias tienen viveros, debo irles a limpiar el cristal, jajajajaja)
Tu siempre me asombras tan bonito, gracias por ello.
Besos y vitores!
y cuantos andan por la vida con sus macetas peladas y cuantos otros dispuestos a poner semillas en ellas...
Excelente texto, donde la esperanza es la semilla que germina siempre!
Un gusto leerte
Abrazos
Sin más mi querida, yo igual te ovaciono, de pie, sentada, en cuclillas, acostada,bella
Esto es ABSOLUTA Y DEFINITIVAMENTE MAGISTRAL!!!
Muchacha querida, me voy también regados mis ojos con muchas margaritas,mi flor preferida.
Te abrazo.
Te hemos añadido
Esther y Olivier
besos
Un relato exquisito. Bellísimo. La composición de la imagen acompaña con justicia.
Hola guapisima, que tal?.
Una hermosa forma de renacer, de sentir, de plasmar esos bellos sentimientos.
Sin duda eres un ser con mucho potencial interior, con más posibilidades de las que tu realmente imaginas... sin duda tendrás tu recompensa.
Amiga te dejo un relajante abrazo y un besote.
Beatriz
¡Existe, yo sé que existe quien realice el milagro!
Qué belleza haz relatado. No he podido parar hasta leer el milagro.
Muchos besos.