27 de diciembre de 2024
Hace 11 horas.
Cuántos desengaños, por una cabeza,
yo juré mil veces no vuelvo a insistir
pero si un mirar me hiere al pasar,
su boca de fuego, otra vez, quiero besar.
Los días imposibles, ella se escapaba de las garras de las paredes por caerse, con una excusa: comprar antigüedades.
Luego las dejaba apoltronadas, en un orden simétrico y cuando estaba aburrida, se detenía a mirar su propio museo de días muertos. No pudo sentirse mas contenta cuando encontró lo que buscaba.
Azulado y a su lado, en el estante dormía el sueño del hastío un sifón de vidrio.
Cuando se vio amontonada entre esa multitud de estorbos parecidos a ella, se miró reflejada en los vidrios de colores y sonrió. Descubrió allí que alguien mas la miraba. Alguien con mirada imperturbable. Parecía tan contento de verla, que eso la tranquilizó al instante.
Y entonces le prestó su mirada esa tarde.
Y ella se quedó con la de él.
Azulado y a su lado, en el estante abría los ojos pícaros un sifón de vidrio. Que fue el único testigo de ese amor recien nacido.
Ella y él, extraños personajes de un domingo sin sol en Plaza Dorrego, conversaron un rato.
Hablaron de los trastos que se vendían a cada paso, de lo que habían comprado, de los discos viejos, se mostraron los hallazgos y de a poco tambien ellos se mostraron como si fueran otro trasto.
Eso le dio risa y al estar tan cerca, casi se besaron.
Fue un segundo que los dos bajaron sus miradas para verse los zapatos, que eran del siglo pasado y al mismo tiempo les dio por rozarse con los ojos y esa mirada tuvo el sabor de un beso ensangrentado.
Sin decir palabra, ruborizados, los dos caminaron unos pasos y tambien sin darse cuenta se pararon y la risa les brotó descabellada, no entendían que les pasaba si eran dos extraños.
Y cuando estaban preguntándose estas nimiedades, parados delante del mesón de sifones, por un momento les pareció escuchar silbar un tango.
Un tango acogotado se escapaba de un sifón bermellón, que se ofrecía como banda de sonido de un domingo inolvidable.
Pudieron estar locos y no hubiera sido raro, la ciudad está repleta de enajenados.
Lo tremendo fue ver a los sifones bailando tangos al compáz de un acordeón, con sus narices enfiladas todas para el mismo lado y sus manos escondidas formando lazos.
Ella quiso escapar pero era tarde, él se quedó petrificado y un ejército de sifones enloquecidos, dejaron los estantes por un rato y los llevaron en andas al callejón de los enamorados.
Luego las dejaba apoltronadas, en un orden simétrico y cuando estaba aburrida, se detenía a mirar su propio museo de días muertos. No pudo sentirse mas contenta cuando encontró lo que buscaba.
Azulado y a su lado, en el estante dormía el sueño del hastío un sifón de vidrio.
Cuando se vio amontonada entre esa multitud de estorbos parecidos a ella, se miró reflejada en los vidrios de colores y sonrió. Descubrió allí que alguien mas la miraba. Alguien con mirada imperturbable. Parecía tan contento de verla, que eso la tranquilizó al instante.
Y entonces le prestó su mirada esa tarde.
Y ella se quedó con la de él.
Azulado y a su lado, en el estante abría los ojos pícaros un sifón de vidrio. Que fue el único testigo de ese amor recien nacido.
Ella y él, extraños personajes de un domingo sin sol en Plaza Dorrego, conversaron un rato.
Hablaron de los trastos que se vendían a cada paso, de lo que habían comprado, de los discos viejos, se mostraron los hallazgos y de a poco tambien ellos se mostraron como si fueran otro trasto.
Eso le dio risa y al estar tan cerca, casi se besaron.
Fue un segundo que los dos bajaron sus miradas para verse los zapatos, que eran del siglo pasado y al mismo tiempo les dio por rozarse con los ojos y esa mirada tuvo el sabor de un beso ensangrentado.
Sin decir palabra, ruborizados, los dos caminaron unos pasos y tambien sin darse cuenta se pararon y la risa les brotó descabellada, no entendían que les pasaba si eran dos extraños.
Y cuando estaban preguntándose estas nimiedades, parados delante del mesón de sifones, por un momento les pareció escuchar silbar un tango.
Un tango acogotado se escapaba de un sifón bermellón, que se ofrecía como banda de sonido de un domingo inolvidable.
Pudieron estar locos y no hubiera sido raro, la ciudad está repleta de enajenados.
Lo tremendo fue ver a los sifones bailando tangos al compáz de un acordeón, con sus narices enfiladas todas para el mismo lado y sus manos escondidas formando lazos.
Ella quiso escapar pero era tarde, él se quedó petrificado y un ejército de sifones enloquecidos, dejaron los estantes por un rato y los llevaron en andas al callejón de los enamorados.
Por una cabeza
todas las locuras
su boca que besa
borra la tristeza,
calma la amargura.
-Por una cabeza-
Cierto, los Tangos enamoran los cuerpos.
Saludos
Caro
Primero la Música Pato....imposible conectar cabeza, teclas, pensamiento, emoción, ojos y corazón arrastrando un un pie...
escucho..... bailo......
Después, vuelvo a leer con el lamento enamorado de esa música.... con esta cabeza que se despeina de pura emoción....
simplemente H-E-R-M-O-S-A- ésta historia Pato!!!!!
Si me permites Patomia...me llevo ésta frase... para conversar con ella...
Fue un segundo que los dos bajaron sus miradas para verse los zapatos, que eran del siglo pasado y al mismo tiempo les dio por rozarse con los ojos y esa mirada tuvo el sabor de un beso ensangrentado.
besos eufóricos y rosas de ovasión
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Suena la música de fondo:
"Por una cabeza
todas las locuras..."
Claro que a veces hay miradas que hieren y uno nunca recuerda ya los desengaños.
Y es que hay días imposibles en que rebuscamos sueños de hastío en los estantes polvorientos de todas nuestras antigüedades.
Sifones que nos hablan de confidencias y cercanías de quienes se consideran también trastos.
Inútil escapar.
Hay recuerdos que se quedan en los sifones para alivio de días imposibles.
Hermoso, Pato, hermoso.
Escribe aunque no te dé tiempo de leerme.
Tus palabras aquí ya son suficiente cercanía.
Muchos besos.
Ésta es la mejor manera posible de desenvolver un domingo recien hecho. Nada más quitarle el envoltorio y con mis ojos todavía luchando para convencerme de que era un loco por abrirlos tan temprano llegué a tu post. Ellos, mis ojos, poco a poco dejaron de protestar y se pusieron a leer, los noté despertarse de golpe, acelerarse, sonreir, disfrutar y finalmente emocionarse, incluso los pobres hicieron un intento de besar al final la palabra Pato, pero se pusieron tan saltones para llegar a la pantalla que la cerré de golpe antes de convertirme en sapo.
Mis ojos y yo nos sentimos unos privilegiados ahora mismo.
Muchas gracias Genio.
Un beso.
Aysss no hay palabras.
Si ese tanto me arrebata siempre, en conjunto con tus letras me...
no hay palabras...
Un abrazo
Que bello Pato! Tan azul....
Gracias
Son las 7 am de un domingo que no sé si será inolvidable, pero que ahora, después de esta historia, es tibiecito :)
Tengo muchas ganas de salir a ver antigüedades!!!
Mil besos de tango
Pato, cada vez es más bello leerte despacio y saborear una a una las palabras que nos dejas.
Un abrazo
Hay miradas que hieren de vida, pensaba mientras terminaba de degustar tu "reflejos".
Parece que este pasearse por las callecitas de Buenos Aires hace nacer regalos muy bellos.
Gracias por el paseo, Patito, gracias por esas fotos que me alcanzan a mi Bs As querido.
Un besazo
Que linda historia, Patito!
Y justito leerlo un domingo como hoy es genial. A que estarìa perfecto irme a la plaza Dorrego YA mismo,eh- Es un mediodia soleado, con un fresquito agradable y quien te dice mi mirada roza a algun que otro porteño y quedamos enganchados por siempre.
Y bue, soñar es gratis, no?
Muakkkkkkkkkkk. Te extraño. Mierda-carajo!
Andy
Que coincidencia Pato, acabo de ver por la tele un reportaje de Buenos Aires : tangos en la calle, San Telmo, un lugar donde venden antiguedades, el cementerio...me encanto¡¡¡
Como la manera que tienes de contar estas historias, que haces que las viva, que las vea, y mucho mejor que en la TV.
Un abrazo¡¡
Es lo que te decía, lloro de pena y de amor, inocencia, ilusiones tardías.
y meternos en el tango, en los mercadillos de antiguedades, qué bien lo haces Patito.
Me gustó mucho
El fuego de San Telmo es un raro fenómeno iridiscente que se produce normalmente en el mar o en sitios de mar, en determinados días de tormenta, cuando se dan condiciones muy especiales. Una vez fui testigo de algo que parecía el fin del mundo y luego alguien me explicó que quizá se trataba del fuego de San Telmo.
Es curioso ese nombre para donde se guarda una plaza en la que se podrían encontrar miradas que se besan de esa manera que cuentas.
Es difícil leer el relato seguido, así, con toda esa belleza y en medio de toda esa música. Uno se siente girar y girar como rodando por un tango inesperado. De modo que a ratos sólo escucho el tango, a ratos sólo leo.
Todos esos sifones, aquella plaza, esos reflejos delatores, el bandoneón de fondo... una mirada con el sabor de un beso ensangrentado (ensangrentado)...
Me gusta mucho este relato, tanto, que aquí, bajo un diluvio que no cesa y observando saltar las gotas sobre un charco, me resulta difícil comentar.
Besos.
Chapeau!
Qué buen texto, Patito!
(Yo tenía unas botellitas así, de colores, compradas en anticuario.Un día me comenzaron a dar mala espina y las regalé.)
Me gustó mogollón!
besitos!
Còmo decirte que es increìble la manera de transmitir momentos "en letras" que tenès?
Borràs la tristeza, calmàs la locura....
Te dejo un beso Pato!!!
Buena Semana
:)
Laly
ARTECOMESTIBLE, el tango es pasión pura, o sea...
Besos
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CIELO, llevate la frase y mantené la conversación que mas te guste, ahora, porfis, quiero verte bailar este tango
¡¡¡¡te copasteeeeee!!!!!
Cuelitolindo estabas copada!!!!!
:))
Besos y me encantó!
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YBRIS, "Hay recuerdos que se quedan en los sifones para alivio de días imposibles" y si te acercás salen a chorros...
Gracias y besos :)
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TOROPOETA, si le dabas un beso a la palabra Pato no te convertías en sapo, sino en principeeeee!!!!!
El privilegio de que vos y tus ojos me lean, es mío :)
Besos
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NOA, entonces bailá Noa, bailá!!!!
:)
Besos
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CATY, azules como los tuyos no hay!
Besos
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JAC, ¿¿¿qué hacés un domingo a las 7am levantada????????
Me alegró saber que al menos he entibiado tu domingo (yo sigo pensando que allí es primavera pero hace fríoooo)
Un beso y un tango bien arrabalero, juazz!!
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MODES, leeme lentamente entonces :)
Besos y gracias!!
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UMA, feliz de alcanzarte ecos de tu Buenos Aires querido y dejar un regalito de un domingo cualquiera en la plaza Dorrego.
Besos
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BADANITA, soñar es algo que aun no se nos puede prohibir, de modo que a soñar con roces de miradas en plazas cargadas de antigüedades o de pinos, qué mas da.
VOS SALÍ, nenaaaaaa!!!!!!
Abrazos, mierdas y carajos!!!!!
JA JA JA JAAAA!!!
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MIGUEL, sii quéee justo, estos sifones estaban en un estante de esa placita de San Telmo, la Plaza Dorrego, esa que vos viste!!!!!
Abrazo!
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GATA, si querés yorar, yorá, decia una reconocida filósofa de la TV argentina, antes vedette, luego conductora, yo me apropio de su frase y la pronuncio aun mas así: si queres ssssshhhhorar, shhhorá, pero despues me dejas una sonrisita dale?
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ZOOEY, menos mal que te resulta dificl comentar, que sino!!!!!
Vos sabés que cuando lei bandoneón en tu comentario, dije yo puse acordeón!!!!!!!!
Era bandoneón, al escribirlo tuve un lapsus, el bandoneón es mas urbano, el acordeón es mas de la zona rural, igual podés encontrar un acordeón en esta placita, porque se encuentra de todo, hasta fuegos en las miradas y besos ensangrentados.
Seguí comentando así que vas bien, ajajajj!!!!
Besos (con curitas "tiritas")
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MO, jajajaa no las habrás dejado en plaza Dorrego a esas botellitas, no?????
Porque si als veo fijo me van a tentar, pero me preocupa lo de la mala espina...
Besitos!!!!
FLORES, mil gracias, me enterneció lo de borrar las tristezas y calmar las locuras...
Gracias y besos!
Vine Patomia...
A escuchar esa música (córtame la vena)...
ando baja amiga, dándome contra mi misma... en huelga de letras y manifestación de contradicciones...
no sé cuanto tiempo me dure, yo no soy muy perseverante en éste tipo de emociones, pero los silencios propios no me negarán la oportunidad de llenarme de letras, letras que adoro, sitios que me cobijan, almas a las que me aferro....
todo estará bien... yo lo sé...
pero mientras tanto....
por una cabeza.............
@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@ bailaría...
te quiero amiga..
Quedate por acá todo lo que quieras, escuchando y bailando el tango con la vocecita de Andrés, pero porfis no te me cortés las venas dale????
Que quien nos va a escribir esos versos que nos hacen poner de todos colores en tu blog????
Ehhh???
Ya volverán esos días, amiga, mientras tanto, reposa, descubrite en esos rincones que apestan a encierro, dejá volar tus misterios y verás que todo ira volviendo a su ligar.
Besos
Acabo de leerlo
Me viste acaso en el Museo Picasso?
Entré sola, está en Málaga, y al instante me ví hablando con un desconocido como si toda la vida la pasáramos juntos. Recorrimos cada sala, por momentos, entre risas cómplices, las miradas se volvían suspiros. Las obras eran nuestros testigos y un banco donde nos sentamos a contemplar lo extraño que es este mundo. Me habló de su Jaén natal, de sus antíguas calles empedradas, yo le hablé de Santiago, y de su casco antíguo. A la salida nos despedimos con un par de besos en las mejillas, luego de un largo silencio del que escapé de una distancia que en ese momento no existía. Ni siquiera sé su nombre. Pero fué bonito pasar aquellas 2 horas con un extraño conocido.
Tus cuentos son más parecidos a la realidad de lo que a veces nos imaginamos.
Gracias por traer a mi memoria ese recuerdo bonito con tus palabras siempre preciosas.
Besos