Agradecimiento, reflexión con luz roja y honestidad brutal...

Gracias Beatríz, tu Caja de Pandora es realmente así, una caja de sorpresas. He tenido el placer de conocer hace unos meses y sin embargo, esas cosas de inexplicables que tiene el tiempo, me parece que llevo mas tiempo recorriendo sus rincones del que en realidad llevo. Es un refugio cálido tu espacio, donde uno se siente muy a gusto visitándolo, de hecho ahora mismo estoy con tu música de fondo.
Es inmenso mi agradecimiento, pero no voy a seguir con la tarea de premiar a otros blogs por un lado la falta de tiempo-no puedo leer asiduamente tantos blogs- por otro lado lo vengo haciendo en el programa de radio de Perras Negras, donde cada sabado elegimos un blog o dos y lo recomendamos y posteamos una entrada dedicada a ese sitio. Creo que esa es otra forma de premiación a quienes sostienen con esfuerzo y creatividad este tipo de espacios.

¿Saben? (Acá viene la reflexión con luz roja) El otro día leí algo que me apenó y aprovecho para comentar esto con ustedes: amigos de tantos caminos...
"Debido a la cantidad de redes sociales que hay y a la falta de tiempo, los blogs irán desapareciendo", algo por el estilo lei. Y me di cuenta que algo de eso sucede. Espacios maravillosos, profundos, interesantes, donde uno se nutre y crece se van cerrando por falta de tiempo, por falta de estímulo, dejando ganar por otros espacios mas rápidos, donde se necesita menos esfuerzo y la dedicación es menor. Me refiero al faceboock. No conozco otra red social, aunque hay muchas mas. Esos espacios son frecuentados diariamente por muchísima gente, que tiene una necesidad de encuentro o reencuentro con el otro, diferentes inquietudes que van desde crear lazos hasta compartir intereses, pero no se parece en absoluto a un espacio como el que brinda un blog, éste es un espacio mas íntimo y personal. Por el tema de la radio abrí un espacio en face y no consigo hacer pie.
El blog es como un mar donde uno desconoce la profundidad. Sólo recorriéndolo a fondo, tomándose su tiempo y dedicándole esfuerzo se consigue conocer las posibilidades de uno mismo y las del otro. Por suerte he conocido verdaderos escritores en estos caminos de los que he aprendido y me he nutrido especialmente. Muchos de ellos son auténticos artistas contemporáneos, que de uno u otro modo se han dado a conocer soltando amarras y navegando libremente como barquitos de papeles escritos en el aire.

Yo que estoy batallando una dura contienda con mi tiempo me he planteado ultimamente otra vez dejar este espacio que amo, porque siento que no lo cuido como debería. Y cuando me refiero a esto del cuidado, no sólo hablo de lo que yo subo como post, sino de una parte importante que sostiene este espacio, el otro. No solo soy yo, sino "los otros y yo". A mi entender esa es la forma mas rica de sacarle el jugo a este espacio y eso se consigue visitando otros blogs, dedicando el tiempo necesario para leer a quienes sigo con el respeto que quisiera que se me lea a mi. Comentando cada post que leo, porque ese es un estímulo para quien lo ha escrito. No basta sólo con mi lectura y con mi disfrute, yo creo que es necesario decirle a esa persona que está en algún lugar que sus letras me hicieron bien, o me pusieron a pensar o me emocionaron o me hicieron un poco mas grande o me provocaron humor o ternura, porque quien se ha tomado el trabajo de dejar ese barquito en el fondo-fondisísisimo además de su propio empuje y valía, necesita del aire y de las olas de los otros para seguir manteniéndose en viaje.
Hago un mea culpa. He notado que cada vez leo menos blogs y no es porque lo que haya escrito en los diferentes blogs no me guste, simplemente es falta de tiempo. Yo no puedo leer todos los blogs que quisiera porque si lo hago no escribo y si no escribo deja de tener sentido mi espacio.
No sé si me estoy explicando bien, es como una rueda que está teniendo serios problemas para girar.

Luz roja se enciende.

Yo que era de escribir largo, me fui reduciendo a la mínima expresión (censurando mis propios textos) porque cada vez que subo un post pienso en el escaso tiempo que posee quien está del otro lado (ya sé que no está bien, pero honestamente es lo que hago) y eso condiciona mis ganas, entonces me lleno de escritos que no publico, especialmente cuentos, no es que haya dejado de escribirlos, he dejado de postearlos. Esperando otra oportunidad para esos cuentos, otro destino, no sé...Y de momento subo destellos o pasitos oscuros. Solitarias travesías que buscan unirse a otros a otros pasos cortos, como eslabones necesarios para seguir esta vida de letras.

Por ejemplo ahora este post se está haciendo largo (hay una luz roja en mi cerebro que titila) y pienso que mucha gente entrará, verá que hay demasiadas letritas sueltas y volverá a salir porque no tiene tiempo que perder en un escrito largo. No hablo de ustedes que lo están leyendo y que han llegado estoicamente hasta aquí, pero en el medio hay mucha gente que sigue de largo, bueno de eso hablaba ese artículo que lei y me entristeció, porque si por falta de tiempo estamos dejando morir un espacio de profundidad, reflexión y riqueza como son los blogs, si eso sucede estamos perdidos los que tenemos un blog literario y escribimos prosa.

No sé qué hacer, hubo unas horas o deshoras en las que pensé en cerrar mi blog, por todo lo expuesto mas arriba y por otras razones de índole personal. Luego una especie de rebelión interna me ganó y he preferido compartir esta especie de angustia que me invade por ver cómo se apagan y deterioran estos espacio de luz en pos de no sé qué carrera infernal, en la que como ser humano yo también participo. Y con infinito cansancio frente a tanto vértigo que me descascara la piel me quedo callada. Mi voz aúlla frente a un archivo de word que guardo en algún lugar perdido subiendo un mínimo retazo del grito para no ser densa, sin embargo hoy me he dejado escribir sin censura. Como si ambos, ustedes y yo tuviésemos todo el tiempo del mundo (les cuento -ya mas colorada- que todavía no he podido cerrar el programa de hoy en cuanto a la preparación del mismo y sin embargo llevo días trabajando en ello y hoy me levanté cuando era de noche para ver si podía con todo...)

He tenido suerte, pude agradecer a Beatriz y pensar en voz alta, como suele hacerse con los amigos, he sido honesta, aunque tal vez un poco brutal, parafraseando a Calamaro.

Y ahora les pido un favor, tal como me lo he pedido a mi misma. No bajemos los brazos, no dejemos de nadar en este mar revuelto por tanta urgencia desmedida, no dejemos de alimentarnos porque nos volveremos débiles, no nos atemos a las orillas por temor a naufragar, si somos peces de mar, no nos dejemos tentar por el río.

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Mi leve existencia

Cuando las palabras se vuelven largas y forman un lazo en tu cuello hasta dejarte sin aire, el camino que queda es huir por la tangente o presentarles batalla a esas perras negras.
En medio del naufragio navegan mi fantasía, aquellos cuentos que escribí, mis torpes intentos por acercarme a la poesía, la novela que duerme el sueño eterno de blancanieves y todas esas mentiras que invento para salvarle la vida a ésta, mi leve existencia.

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Programa Nº 13 -Oportunidad y Bicentenario-

Para escuchar, hacer click

www.hartares.com/perrasnegras/?page_id=23


"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad" -Victor Hugo-

Invitada especial la Profesora de Historia Veronica Melaragno poniendo luz en nuestro pasado histórico.

Orígenes de la literatura romántica en Argentina, los primeros escritores, el primer cuento, la primer poesía.

Blog www.solidaridadconlospueblosoriginarios.blogspot.com/

Música: Serú-Miguel Cantilo-Mercedes Sosa-Victor Heredia-León Gieco-Julio Sosa-Bersuit-

Cóctel poético pluricultural.

Gracias.



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Perdiendo altura


No esperar otra cosa que.
Estarse quieta en el silla de la sala, bajo la ventana del mundo en el que me despeño a mi pesar. Sentir que pierdo altura, y permanecer aún serena en esta oscuridad de nubes que sostienen mi mirada en el aire. Una contemplación que se evapora y regresa trayendo conejos de algodón que viven escondidos en el cielo.
Mientras tanto las manos frías sostienen un libro y sobre el papel las letras se abren en torres de marfil construyendo la vieja ciudad donde soy huésped bienvenido. Qué suerte alguien en algún lugar inventado me espera.
¿Qué era eso?
Mi valija revuelta no incomoda, aunque yace desparramada en el cuarto del hotel que huele a pino. El papel se desgaja, se retuerce, se eleva más que las palabras, el papel escapa de la tijera memoriosa escondiéndose en los bordes de mis ganas.

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Nada


Fino/invisible/anónimo/ignoto/fantasmal/silente.
-Brota-
Un aguacero atemporal en mi ventana.

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Pelusitas en vuelo



Voy a soplarte un aire final manojo ciego. Voy a dejarte en la cara todo el oxígeno que te hace falta para que vueles mas allá de las terrazas.

El cielo se muere sin vos.

Durante la noche cayeron un puñado de estrellas y no supe qué decirles. Se me antojó un cuento feliz, pero no me creyeron. Entonces les hablé de un campo repleto de flores y de pelusitas en vuelo.

Voy a soplarte para hacerte sueño. Y vas a vivir sobre los techos de una ciudad fantasma. Vas a viajar en los tres deseos y cuando llegues al sol vas a abrir las ventanas de mi furia, vas romper las nubes que me tapan la vista, a iluminar los pozos en los que me hundo y desagotar los espejos que se han vuelto ciénagas. Todo eso vas a hacer con el aire que ya no tengo.

En agonía, soplo. Me voy dientito de león. Dejo en vos mi brisa, que empuja lento, que abraza, que asfixia, y que a veces mata.

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Programa Nº12 -Partida-

Para escuchar hacer click

http://perrasnegras.hartares.com/?page_id=23

(también van a encontrar allí entre los "fragmentos" un Cuento de Pato "El día que no me fui" leído el sábado a raíz de la palabra Partida)

Nos visitó Virginia para abordar la palabra desde el cine.

Blog Respiraciones de verano

Blog Fede Terna

Cóctel poético, agradecemos la poesía de La caja de Pandora, Torosalvaje e Ybris.

"Partir es morir un poco, morir a lo que uno ama" -Edmond Haraucourt-

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Muros de cartón piedra


A veces pasan años y lo que estuvo y un día se fue, sigue ocupando un espacio que sólo quien nota la ausencia lo padece. Por fuera la sonrisa complaciente. La sonrisa idiota. Por dentro, los pensamientos que gritan no digas eso, no te pares ahí, no vayas a ese sitio, no pienses en voz alta, no lo hables con nadie. Tonta, te grita el pensamiento.
-Seamos realistas ¡¡Boluda!! Te ladra el pensamiento-.
Y ahí va la b…que no olvida.
Tapiando ventanas con muros de cartón piedra.
Se para donde no debe, dice cosas que no aprendió a callar, piensa cuando es mejor perder la memoria. No encuentra anestesia y delira, pobre b…
Acumula historias como cicatrices.
Las escribe y les pone cremas restauradores para que la piel arrugada se alise, con la lejana esperanza de que esas leyendas escritas en su cuerpo, se borren alguna vez.

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Con las manos en la masa

Cuando caigo profundo, entro a ver nublado y no es por sueño ni por exceso de alcohol, sino por un océano interior que rompe todas las orillas vuelvo a mi pequeño paraíso. Donde están los recursos que guardé muy dentro de mí para echar mano en los naufragios.
No se piensen nada extraordinario. No voy por grandes cosas, busco lo que tengo a mano y con eso creo otra realidad mas justa.
Esta vez abrí la alacena y encontré harina 0000, tenía huevos, dos brazos aún fuertes y ganas de salir de la niebla.

-Ya están en marcha mis tallarines caseros-

Luego de subir este rescate gastronómico y sólo emotivo para estómagos siempre dispuestos, haré una salsa bien rica para que los tallarines se sientan felices. Y sepan que han cumplido el mejor objetivo, cambiarme de lugar en el escenario del domingo.
La mañana pintaba melancolía a pesar del sol.
Los cristales empañados por el frío y mis ojos estancados ahí, mala señal.

Ahora a seguir amasando (el bollo descansa mientras escribo) ahora hay que estirar los paños de masa, dejar orear, hacer rollitos y cortar con la cuchilla, porque no usaré la máquina, hoy atraso el tiempo mas de un siglo.
En mi pequeño paraíso el tiempo es antojadizo.

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Bolsa de nylon al viento


Decidió tomar el tren de las 15:30 Hs.

Lleva en su mano una valija de un cuero áspero, reseco, de un marrón muy oscuro. Tan oscuro es que se notan las manchas de humedad en uno de los lados, unas pequeñas aureolas de un celeste verdoso han invadido el cuero de la mitad para abajo.
Pesa demasiado. El brazo que la arrastra se ha estirado como si fuera de goma y a pesar de sentir que le tira ferozmente, no se detiene y sigue avanzando por el andén.

Su paso es lento, pero avanza. Se dirige a la boletería.
La estación a esa hora está desolada, sólo se escuchan sus pasos y las rueditas girando sobre las baldosas inundadas de sol.

Un viento caliente levanta su vestido oscuro y es lo único que se mueve en el letargo de la siesta. Se le enrosca pegándosele entre las piernas, junto con una arenilla tenue que también gira con el viento y se le enreda en el vuelo de la falda. Un gato duerme acostado en el banco mas cercano, mientras su vestido de gasa sigue inflándose con el aire caliente como un paracaídas.

Tose y él levanta los ojos del diario.
Le dice que hasta la última estación.
El hombre de la boletería dice que bueno y le pasa el boleto por el hueco redondo que hay en el vidrio. Allí nota que un temblor extremo domina la mano de la mujer que tiene enfrente y al levantar la mirada, sus ojos están nublados, como extraviados.
El hombre se acerca a la ventanilla y agachando la cabeza para poder verla mejor por el agujero le pregunta si se siente bien, ella le responde si el asiento es el veinte y si es ventanilla.
Si, dice el hombre y se lo da.
Ella toma el boleto con su mano libre y se aleja. El hombre de la boletería se queda en silencio, pensando si ella es quien él cree que es.
No puede ser, piensa. Se queda mirándola y preguntándose si será ella, hasta que sale de su campo visual y vuelve a poner los ojos en el diario, despreocupándose.

Ella, es ella, cuando se aleja un reguero de palabras la siguen, pero nadie las ve. Ni el hombre de la boletería que la tuvo tan cerca pudo verlas. Apenas tuvo una ligera sospecha y la dejó ir.

Se apoya contra una columna y espera. El vestido oscuro hace un contraste fuerte contra la madera pintada de verde y gastada por los años. Mira los rieles hasta que se pierden en un camino que arde bajo el calor del mes de enero.
Qué mes interminable, piensa mientras se acomoda el vestido y se quita las arenitas de los pies.
El calor se le pega a los brazos y junto al calor la arena que en lentos remolinos se levanta de tanto en tanto, empujando una bolsita de nylon que no encuentra ningún refugio donde reposar su vacío. Es empujada aquí y allá a merced del viento. Esa es la última imagen que tiene antes de escuchar el silbato del tren a lo lejos.
Esa imagen se le queda por dentro, sus ojos se pierden tras el gato que corre hasta desaparecer por los fondos llevándose consigo lo que aún quedaba de enero.

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Martín Hache


Te veo así, con la mirada perdida en el río, en medio del silencio, calladito, soñando. Te veo con todo el cielo-todo- rendido ante la pequeña ceremonia de tu ser contemplativo y pienso por dónde andarías en ese momento, colgado de la pata de qué sueño. Una ola de amor me invade. Una ola como para subirme a una tabla de surf y caer despatarrada ente tus ojos y chocarme con tu risa, que adoro.

Es que con vos muero de risa. Riéndonos de cualquier pavada, de nosotros mismos, de nuestras penosas y ridículas circunstancias.
Una lista de nombres y situaciones se me caen ante los ojos en forma de recuerdos y me río. Te veo corriendo despavorido, huyendo de un perro que estaba a punto de comerte crudo. Te veo escondido abajo de unas chapas comiendo todos los chicles bazooka de una caja gigante para encontrar no sé qué figurita, con 4 años, tus ojos redondos y el flequillo dorado, diciéndome shhhhhttt, estoy acá abajo, quedate conmigo. Todo el mundo buscándote y nosotros dos escondidos muertos de risa. Vos eras chico, pero yo ya era grande, lo mío no estuvo bien. Te veo comiendo bananas eternamente. (Sobreviviste gracias a las bananas) Te veo al lado del viejo con tus inolvidables pantaloncitos azules, fotografiando atrás la inundación. Te veo jugando al futbol y haciendo goles con los cachetes de la cara siempre colorados. Te veo escondido de Don Rovira porque el hombre medía dos metros y vos le llegaba a las rodillas. Te veo en un acto de arrojo pasar caminando por entre las piernas del gigante sin morir en el acto, para demostrarle a papá lo valiente que eras. Te veo flaquito, con el pelo lacio perfecto y rubio. Te veo caminando atrás mío, para defenderme de los hombres peligrosos. Te veo tocando la guitarra y cantando en medio de la plaza ¡¡nadie se atreva a tocar a mi vieja, poooorque mi vieja es lo mas grande que hay!!!
Te escucho diciendo ¡¡¡¡Patriiiiiii !!!!! con esa voz que vos sabés...



Y vuelvo a verte ahí, hecho todo un hombre, sin embargo seguís siendo mi bebé. Entonces sólo puedo imaginar que en tu horizonte vuela siempre un barrilete multicolor que es capaz de mantenerte pase lo que pase a flote.



¡Feliz cumpleaños lindo!

Te ama, tu hermana, mediomadre y amiga.









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Programa Nº 11 Hacer, Hacedores

Para escuchar hacer click

http://perrasnegras.hartares.com/?page_id=23

*Matín H

*Fina Trama-Trío Bravo Buenosaires

*Coro "Las voces del agua"

*Adolfo Payés

(Dedicado a Karina Androvich, se te extraña nena...)

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Escribe con aire


Fragmenta cada parte de este vidrio
Escribe en él, el frío que hay del otro lado. Cuéntalo como tú sabes.
Rasguña con tus dedos hacedores de puentes, esos vaporosos senderos aéreos que dibujan mundos inventados. Donde existe alguien que mira como yo, atrás de los cristales sanos.
Despedaza esta ventana, que no quede nada a salvo.
Que tu mano atraviese el muro de las letras que ladrillo a ladrillo se fueron encimando como racimos de gritos encallados. Mudos a la orilla de algún faro.
Quebranta el hilván ensortijado de mi cielo.

Dame aire escrita que me estoy ahogando.

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La luz de un sueño


Como la luz de un sueño
que no raya en el mundo pero existe
así he vivido yo
-Luis Garcia Montero-


Tal vez no he rayado al mundo con mi hacer, tal vez haya pasado inadvertida, pero hice lo que me ha gustado y he querido. Me hubiera gustado hacer mas cosas, pero no fui capaz, no me di cuenta a tiempo, no pude, me venció el miedo. Nunca elegí hacer grandes cosas, tímida por naturaleza busqué el bajo perfil en todo lo que hice.
Era buena en la escuela, pero me bastaba con entender algunos conocimientos, jugar y reírme, no me importaba saber más que el resto, y mucho menos demostrarlo entrando en competencias. Una vez fui a la bandera, y estaba tan nerviosa que la subía y la bajaba, nunca serví para los momentos solemnes. Nunca mas me mandaron porque isé la bandera a las carcajadas.
Otra vez bailaba una canción con mis compañeras de grado en una fiesta del colegio, teníamos 10 años y éramos increíblemente grandes. Usaba por primera vez una mini de jean y estrenaba una remera. Mi pelo lacio perfecto iba impecable rumbo a la escuela, a dos cuadras me cagó una paloma, volví corriendo me lavé la cabeza y mi lacio dejó de ser perfecto por acción del secado a toalla a mil por hora. Llegué hecha una porquería. Hice mi baile sintiéndome horrible, pero lo hice.
Después hice todos los años de piano- Hice todos los años de escuela- Hice de celestina-Hice de cantante en una banda de rock, ya se los conté y quedé enredada entre los cables- Hice de novia-Harta de mi lacio perfecto me hice los trapitos (què vegestud) y los tuve puestos toda la noche para que al día siguiente el chico con el que iba a salir quedara deslumbrado. Al quitarme los trapitos yo era igual que Bob Marley, creo que lo impacté, después de eso el chico se hizo cura. Hice el profesorado de enseñanza del preescolar- Hice de maestra jardinera de muchos niños durante años-Hice mi propia experiencia de vivir sola-Hice de esposa, de amante y de madre tiempo completo y lo sigo haciendo, pero mas light porque me avivé- Hice de ama de casa y acá también me avivé gracias al cielo, porque viste que en el lavado de cabeza que te dan para ser una buena mujer, te dicen que las mujeres hacer todo eso por amor...qué risa- Hice toneladas de camas y lavé toneladas de platos, barrí kilómetros y kilómetros y tendí mucha ropa. Hice comidas ricas, en eso me destaqué, mis empanadas son las mejores (eso dicen quienes las han probado). Hice de amiga, de hija, de hermana, de vecina. Hice un blog donde me hice escritora desconocida. Hago radio con infinitas fallas, pero lo sigo intentando. Y he sido y soy, como dice García Montero, “la luz de un sueño”, no he rayado el mundo, pero existo y este es y ha sido mi pequeño hacer cotidiano, así de simple. Salvo un puñado de personas me recordarán cuando haya pasado mi tiempo, si tan sólo eso sucede mi hacer no habrá dejado raya en este mundo, pero si huella en algún que otro corazón y con eso me basta.

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Ausencia

Me hubiera gustado, pero últimamente no he visto mas que praderas con hombres agobiados bajo el sol, cortando el césped y cubiertos de sudor.
No he visto praderas con arco iris.
Ni ponientes de sol.
No he visto esas praderas donde brota lo que debe decirse.
Sólo un jardín con unos enanos rotos, de colores horribles y unos gatos de yeso que dan pena.
Y el banco sin ella. Que ya no se sienta allí. Todo de madera, envejecido por la acción del tiempo y por esa soledad, la misma de siempre, esa que ni se dice, nada mas se descascara y ya no espera.

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Programa Nº 10 -Mirada, la propia y la del otro-

Si querés escuchar, hacé click en el link

http://perrasnegras.hartares.com/?page_id=23

Blog recomendado, Casi en serio.
En el cóctel poético poemas de Torosalvaje -Vacío (Ybris)- La Gata insomne- Palabras descalzas (Magah)-

Gracias!

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Opacidad


Un desierto de ojos blancos la tiene frente a sí en carne viva. Es insufrible esa visión, entonces es envuelta en papel film y guardada en el freezer.
Eso está mejor.
Ya no volverá a pisar esa tierra sumergida en la niebla, no será necesaria la calle ni las ventanas abiertas. Se volverá opaca. Erguida en la sombra de la noche alguna vez será un interrogante, un poema desvanecido. Eterna duda. Unos pasos leves deambulando entre partículas de polvo.
Y el cuento que no supo contar.

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Grito


Soy un grito sofocado.
Arrojado a un mar te cabezas decapitadas, secas. Fusionadas en una masa amorfa que deglute todo lo que toca.
–Un grito que se pega a unas paredes de vidrio y se hunde-
Con sus ojos eternamente muertos desde la costa los vigías miran nada mas que vacío.
Tranquilos, no es nada, se dicen entre sí, juntan sus cosas y se marchan a sus nichos, con esa espantosa sensación de frío que no se pueden quitar con nada.

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