Los últimos dos días en Argentina ha ocurrido un fenómeno
en las redes sociales, en las calles, entre los amigos, en los diarios y
es acerca de lo “capo” que es Mascherano. Hay decenas de chistes al
respecto. El primero que leí fue que si mandamos a Mascherano
a negociar con los fondos buitres trae vuelto. Después vinieron todos
los demás, escritos por diferentes personas, desde distintas partes del
país, pero todos apuntando a lo mismo: a que Mascherano es tan groso que
puede conseguir cualquier cosa. Desde la fortuna de llamar a una
empresa de servicios públicos y que lo atienda una persona al segundo
llamado, hasta conseguir que a su alrededor haya wifi, o meter cuatro
elefantes en un fitito o pagarle al chino con caramelos. Desde conseguir
que Icardi festeje el día del amigo con Maxi López hasta que en Julio
haya deflación. O saber cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti, de
dónde es y a qué dedica el tiempo libre. Incluso que nadie le clave un
“visto” o que la heladera se ponga las ojotas cuando él va a abrirla
descalzo…Podría seguir con las cataratas de chistes haciendo alarde de
lo suertudo, valiente, supermacho y heroico que es Javier Mascherano,
pero para eso ya están los memes por todas partes.
Yo quiero
referirme a otra cosa que me tiene pensando: ¿Qué nos pasó? ¿Por qué de
un día para otro encontramos a un héroe nacional y no es Messi? Si bien
admiramos a Messi, al menos yo lo admiro. El que hoy tiene la cara del
Che y de San Martín, es Mascherano. Es algo llamativo cómo todos
coincidimos en elegirlo a él y no desde el sentimentalismo, sino desde
el humor. No resaltando lo exitoso que es, sino su trabajo en la cancha y
la fuerza que mete. ¡Es tan, pero tan grande que no hace flexiones de
brazos, empuja a la tierra!
Me pregunto cuánto hace que tenemos
olvidados a los héroes de todos los días, a los que se levantan cuando
aún es de noche y se suben a los trenes horribles que los llevan hasta
sus lugares de trabajo. Cuántos obreros, enfermeras, choferes, maestras,
médicos, empleadas, estudiantes, vendedores ambulantes, etc; salen de
sus casas cada día para trabajar, estudiar, ganarse el mango y meten
garra, y se sacrifican y hacen magia con el sueldo para llegar a fin de
mes y se esfuerzan por conseguir otro laburo mas porque con eso no
alcanza. ¿Cuánta gente desconocida corre como un galgo año tras año sin
salir de pobre y sin brillar por eso? Como si el valor del trabajo se
hubiera perdido y admiráramos al nuevo rico que no sabemos de dónde ni
cómo juntó esa montaña de plata y ostenta autos cual Fariña o un super
piso en Madero. ¿No será que nos hartamos del valor por la nada misma?
¿No será que nos asqueó lo fashion, la vulgaridad y el caretaje? ¿No
será que vimos en este muchacho algo que nos gustaría volver a ver en
nuestra gente? ¿Alguien que nos diga que tirando todos juntos para delante y poniendo eso que hay que poner cuando las cosas están
complicadas, podemos salir? Me pregunto eso desde hace dos días, qué
vimos en este chico que hemos idolatrado desde el humor, pero en el
fondo nos reímos por no llorar. Conseguimos que él haga cosas imposibles
que todos queremos hacer y no podemos porque andamos frustrados,
amargados, enojados, peleados. Mascherano va a la ferretería pide el
cosito que va adentro del coso y sin preguntarle nada, le dan lo que iba
a buscar ¿entendés?
No todos podemos meter un gol y ser Messi en
las cosas de todos los días, a veces pasa que nos la pasamos defendiendo
esta parte de la cancha que nadie ve, porque es la mas fea de ver y
nadie se entera. A veces parece que sólo se ve donde están las
estrellas, pero para que uno brille, hubo alguien que peleó, luchó,
trabajó, se sacrificó y hasta se rompió el “toor” (leer al vesre) por
llegar a una pelota de Rooben que casi seguro era gol. Ese fue
Mascherano. Creo que por eso nos identificamos con él, que por eso las
listas de chistes remarcando lo superlativo que es, si hasta dicen que
Superman lleva una camiseta con la cara de Masche y cosas así.
También todo esto me llevó a pensar qué valores hemos rescatado en este
hombre a la hora de hacer chistes, es sabido que el humor es cosa seria,
que con el humor se puede contar algo mas profundo. ¿Qué valores se
destacan en este jugador? La humildad, el sacrificio y la idea de unión
en el grupo, de gran motivador. El salir adelante todos juntos, siendo
disciplinados, no fanfarroneando, dejando de lado esa cosa tan
desagradable y que tan hartos nos tiene a todos de creernos que somos
Gardel de la mañana a la noche, cuando en realidad venimos desafinando
bastante. Rescatando el trabajo abnegado, por sobre todas las cosas; la
dedicación sin joder al otro, sin ser ventajista, ganando en su terreno y
ayudando al otro con el resto que le queda y finalmente logrando ser un
equipo. Repartir la tarea, no cargar el éxito en uno sólo. Entender que
uno sólo no te saca del desastre, uno solo puede brillar él una vez,
dos veces, pero después se apaga. Entender que unidos somos más, aunque
la idea de juego o de país que tenemos nos diferencie. Es mas fácil que
salgamos adelante poniendo el lomo todos que sólo gracias a un
talentoso. Creo que es lo que ha hecho que lo viéramos como héroe a él,
él que le dijo a Chiquito Romero hoy te convertís en héroe, y Romero lo
hizo, no porque quería ser héroe sino por no contradecir a Macherano,
que es capaz de jugar al Candy Crush sin perder una vida.