Revuelta entre papeles me trazo esta mañana.
Soy un mapa borroneado por los versos de otros versos que me dicen que mejor no escriba nada. Y yo desgajo este frío que galopa entraña adentro, como si de una mandarina se tratara. 
Desmembar el fruto -me digo- fragmentar el alma.

En medio de la actividad hay un silencio que anuncia el turbión mudo que avanza, el cielo empecinado sube a la terraza, para inundar de grises y violetas las orillas de este caserío de barro que me abarca , este pueblo mío habitado por fantasmas, con sus vantanales podridos de golpearse ante la indiferencia de miradas extrañas.

Tal vez una lucecita de neón -me digo- que es fría, basta.

Atisbos de luz blanca aprietan en sus dientes los viajeros de autopistas recargadas, y es ajeno este pueblo mío, que amanece en alguna carretera secundaria, con un farolito de luz tibia en la garganta. 

7 Comentarios

  1. Si te arrimas bien a ella una lucecita de neón puede que baste.

    Besos con luz para ti.

  2. Fiaris says:

    Abrazos de luz.

  3. Genín says:

    Hasta la llamita de una vela sirve...
    Besitos y salud

  4. Tibio, pero no por eso menos certero.

    Saludos.

  5. Sheol 13 says:

    Muchas veces lo que esta oculto para otros entre la niebla para nosotros lo ilumina el sol. Un abrazo.

  6. Malena says:

    Todos llevamos un Comala dentro.

  7. Ahí va un abrazo con un poquillo de calor y una chispita de luz, es lo que he podido reunir, sé que es poco. Pero es todo para ti.

    A pesar de todo: me encantó lo que escribiste.

Gracias por tus palabras