El regreso.

He llegado hasta tu casa...
¡Yo no sé cómo he podido!
Si me han dicho que no estás,
que ya nunca volverás...
¡Si me han dicho que te has ido!
¡Cuánta nieve hay en mi alma!
¡Qué silencio hay en tu puerta!
Al llegar hasta el umbral,
un candado de dolor me detuvo el corazón.
-Nada- (Dames y Sanguinetti)


Cuando salió de su casa el tamaño era normal, pero a medida que iban viajando la maleta comenzó a estirarse por todos los costados. Ella miraba de reojo, cómo esa cosa crecía lentamente y llegó un momento en que entró a inquietarse y la trasladó a otro sitio donde había cajas y bultos mayores a los de las maletas habituales. Ese cambio de ubicación le costó un trabajo considereble, pero aún así no tomó coraje para ver qué era lo que estaba sucediendo. En vez de abrir y revisar porqué diablos aquello crecía, la dejó en ese sitio, regresó a su asiento y se dejó llevar por sus pensamientos.

El tren avanzaba hacia el oeste con la lentitud de un día de siesta en pleno verano, sólom que era invierno y parecía estar detenido siempre en el mismo lugar.

Afuera el paisaje se dejaba pintar en colores ocres y azules intensos, los montes de eucaliptus se podían oler a través del vidrio y aparecían cada tanto con ese verde azulado tan característico, el viento mecía los girasoles que se dejaban degollar tras el paso del tren.
Adentro estaba ella apoyada sobre la ventanilla, dejando extraviada su mirada en los campos dormidos y reconstruyendo el pasado, poniéndole bracitos a muñecas rotas, abriendo cartas amarillas, recordando melodías olvidadas, presintiendo perfumes de patios abandonados, recuperando rostros salidos del ayer, nombres que caían como hojas de calendarios y vivencias estremecidas se iban agolpando unas tras otras.
A lo lejos, muy a lo lejos una estación olvidada se asomaba con la lentitud de las cosas no buscadas y el cartel descascarado con el nombre del pueblo aparecía por fin.

Desde la ventanilla cubierta de polvo vislumbró su ciudad natal, el tiempo se habia detenido en aquél lugar, las calles del centro empezaban a aparecer a medida que el tren se acercaba y eran tan anchas y tan vacías que daban la impresión de un sitio abandonado.
En la estación la soledad fue lo primero que salió a recibirla, traía su mejor sonrisa y le dio la bienvenida. Ella se dirigió al vagón donde había dejado abandonada su maleta en plena transformación y cuando llegó se encontró con el desastre, la cosa esa habia seguido creciendo y estaba a punto de estallar. Por suerte unos señores ayudaron a bajarla y una vez en el piso ella se apoyó desconcertada sobre lo que había pasado a ser una especie de baúl gigante.

El tren siguió su viaje y ella se descubrió sola en medio de una estación abandonada, con una maleta tan grande y pesada como su regreso y pensó en dejarla allí, por suerte aun conservaba unas diminutas rueditas que iban a aplastarse en cualquier momento, pero aun giraban.
Como pudo logró voltearla y se encaminó hacia la calle principal con el mastodonte de cuero a punto de reventar.

Eran las primeras horas de la tarde y algunos negocios estaban levantando sus persianas despues de la siesta y desde afuera se veían algunas miradas adormiladas y curiosas que se apoyaban en los vidrios, intentando adivinar quién era esa persona extraña que rompía el paisaje acostumbrado y avanzaba por la mitad de la calle, cargando una maleta descomunal.

Ella no se detuvo y siguió con desición firme, le esperaban unas pocas cuadras y si esa cosa dejaba de crecer iba a llegar a destino en unos pocos minutos.

Juntas siguieron pisando un asfalto reseco, soportando en el rostro el viento helado y sintiendo en las manos que la sangre se iba congelando.
El unico ruido que rompía el silencio pueblerino era su enloquecido corazón a punto de explotar y el chirriar de las rueditas en la calle, ese galope descontrolado y esas ruedias despellejadas sobre el asfalto fueron despertando las veredas dormidas, los perros aletargados salieron a ladrar, los canteros con flores se estiraron para verlas pasar, los árboles pelados añoraron sus cabelleras y se avergonzaron de su desnudéz.
Los ojos bien abiertos de las dos y la boca tapada de una, con la bufanda enorme que le daba mil vueltas al cuello y la boca tapada de la otra, con un cierre que iba a estallar en cualquier momento, se dejaban llegar.

A pocos pasos de la esquina se detuvo ella y por ende tambien el valijón. Corazón y rueditas quedaron detenidos, justo entre los dos tilos añosos. Estoica y erguida se hallaba una puerta de madera, que se puso a temblar como una hoja apenas verla ahí parada.

Los ojos casi ciegos se le inundaron de un hielo recien hecho, la boca dejó caer esa bufanda interminable y las manos soltaron el maletón, que al sentirse libre y dueño de un espacio conocido se abrió y entraron a salir muñecas de plástico con caritas redondas, discos de vinilo en colores rayados, libros que se quedaron sin leer, cartas de amores truncos, fotos viejas, cuadernos borroneados, minifaldas arrugadas, pantalones anchos con piel de durazno, el anorak rojo, zuecos imposibles de volver a usar, "mañanas campestres" y una guitarra, le tele en blanco y negro, la nena de la esquina con su bicicleta naranja, el novio que fumaba como una chimenea, las tardes en la plaza y los horarios jamás cumplidos.

Salían todas estas cosas a borbotones de la maleta, mientras se iba desinflando. Aparecían sus viejos vecinos, sus dibujos manchados, el libro todo marcado del Principito, sus canciones que salían cantando y las flores del fondo corrían como locas por volver a crecer junto al paredón añil.
Su foto de comunión, los roscones de la tía y el eterno perfume de jazmines en su patio, su colección de marquillas de cigarrillos, el álbum de estampillas que nunca completó, la calle por donde evitará pasar, los acordes de piano y las partituras volando, sus primas jugando en casa de la abuela con los vestidos del baúl los domingos a la tarde, las risas y las charlas interminables en La Bruja, los divagues filosóficos en cualquier esquina con su gordita, sus amigas de los primeros años -la Gorda y la Lily- que se lo pasaban peleando, el chico que la invitó por primera vez a tomar un helado, el que se quedó esperando, todos fueron saliendo del maletón desordenados y a medida que pasaban los minutos se fue desinflando hasta quedar planchado.

Una vez que cada recuerdo quedó desparramado por el piso, envuelto entre sus piernas, escondido en su tapado, detrás de su espalda, encaramado en sus hombros, bailoteando en los flecos de la bufanda, asomando de algun bolsillo, parado sobre su cabeza, escondido en la cartera, anudado a sus cabellos, estrujado entre sus manos, ella avanzó hacia la puerta y golpeó como tenía acostumbrado.

Porqué regresar siempre le costará tanto.

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Por quien merece amor.

Este tema de Silvio, que me gusta tanto, quiero dejarlo de regalo para quienes en todo este tiempo me han dado amor dibujado en letras.

Y yo sin comprender que del amor no se puede escapar, intenté por todas las formas, creer que había escondites, recovecos donde perderme, pasadizos secretos para salir sin ser vista, trajes camuflados...

No pude.
Soy un territorio conquistado y ustedes, mis conquistadores.








¿Te molesta mi amor?
Mi amor de juventud
y mi amor es un arte de virtud
¿Te molesta mi amor?
Mi amor sin antifaz
y mi amor es un arte de paz



¿Te molesta mi amor?
Mi amor de humanidad
y mi amor es un arte en su edad
¿Te molesta mi amor?
Mi amor de surtidor
y mi amor es un arte mayor.


Mi amor es mi prenda encantada
es mi extensa morada
es mi espacio sin fin
mi amor, no precisa frontera
como la primavera
no prefiere jardín.


Mi amor, no es amor de mercado
porque un amor sangrado
no es amor de lucrar
mi amor es todo cuanto tengo
si lo niego o lo vendo
para que respirar...


¿Te molesta mi amor?
Mi amor de juventud
y mi amor es un arte de virtud
¿Te molesta mi amor?
Mi amor sin antifaz
y mi amor es un arte de paz.


¿Te molesta mi amor?
Mi amor de humanidad
y mi amor es un arte en su edad
¿Te molesta mi amor?
Mi amor de surtidor
y mi amor es un arte mayor.


Mi amor no es amor de uno solo
sino alma de todo
lo que urge sanar
mi amor es un amor de abajo
que el devenir me trajo
para hacerlo empinar.


Mi amor, el más enamorado
es el mas olvidado
en su antiguo dolor
mi amor abre pecho a la muerte
y despeña su suerte
por un tiempo mejor
mi amor, este amor aguerrido
es un sol encendido
por quien merece amor...


-May, gracias por sacar de tus arcas musicales este tema y pasármelo-

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Desalojo


"Decir con palabras de este mundo
que partió de mi un barco llevándome"
-Alejandra Pizarnik-

De mi puerto ha zarpado un barco cargado de alguien que fui. Se ha ido en medio de la noche como un ladrón asustado.
Solo se cargó, solo se dejó llenar, solo se hizo huecos donde guardar mas de mi, solo se hizo grande y barco y solo él se soltó las amarras y esta noche, cuando todos dormían, cuando calles arriba la ciudad tenía los ojos cerrados y los amantes olvidados se mataban con besos narcotizados, un barco repleto de mi se adentró en un río de plata que hace tiempo ya no brilla.
Yo lo vi hacerse barco con partes mías, lo vi anclar con mis ansias y vi sus puertas abiertas durante el día, que eran una invitación al desarme de mi y allí me tuvo los ojos atrapados pensando en qué mas dejarle, qué otra parte de mi podía dejar partir, si ya he dejado tantas...
Y casi cuando sus puertas hechas conmigo se cerraban, me dejó pasar cargada hasta los dientes con lo que aún restaba, partes de mi descoloridas, apretadas, desmedidas, olvidadas, ahorcadas, desconcertadas, asesinas, presas, devoradas, enceguecidas, locas, tomadas de la mano todas mis partes no deseadas fueron buscando lugar en ese barco que de mi zarpaba.
Ya con ubicación de primera, tuve que amontonar a las ultimas en llegar, cerrar la puerta haciendo fuerza, verlas desbocadas a traves de la ventanilla del barco y las pobres con la lengua afuera me miraban como se mira a una madre abandónica.
Cuando no pude soportar mas la despedida me largué por esas calles azules que tienen las ciudades dormidas y me fui trepando cada adoquín hasta mi casa. Escalando veredas, pateando lo que no me animé a dejar muy a pesar mío, acurrucado entre mis brazos lo que aun quiero conservar, buscando palabras de este mundo para hablar de esas partes de mi que he despedido, que he dejado amontonadas en un barco a la deriva.
Y aquí estoy de madrugada pensando en esas palabras de otro mundo que no conozco, que no encuentro ahora cuando las necesito, esas palabras inventadas en algún idioma que no me duela tanto, para poder decir a quién he desalojado de mi.
Y quién se ha quedado a habitarme.

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Fue demonio.


Y del amor. La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada;
Lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina
Al sur, a cierta puerta, a cierta esquina
-Jorge Luis Borges-

Despues que ella lo abandonó sin explicaciones, se volvió demonio. El fuego que lo colmaba había hecho de su carne y su piel un amasijo, sus pensamientos no tenían destino, sus pasos deambulaban en un limbo propio y una noche, en la que ya nada quedaba de él, se dejó llevar por el viento.

Se pudo volver espuma, quedarse en la costa de ese mar que amaba, acompañando barcas que llegaban, borrando los pasos de los caminantes solitarios, corriendo detrás de las olas, partiendo con el sol cada atardecer, pero no quiso.

Se pudo volver canción y salir desgarrado por las radios de los coches, en la garganta áspera algun cantante olvidado o tirado cantando como un lamento en la puerta del subte, a cambio de unas monedas en el fondo de la lata .

Se pudo volver ángel y pasarse el día a su lado, cuidando cada uno de sus pasos. Sentándose en la silla donde luego se sentaría ella, abrazarla en el cine, servir de puente entre la vereda y la calzada si llovía, para que ella pueda cruzar, hacerse paraguas para que el agua no la moje, volverse abrigo y cubrirla del viento en los días fríos y en las mañanas blancas.

Se pudo volver sombra y andar vestido de negro por siempre detrás de ella, pero no le dio la gana.
No quiso ser sombra, ni espuma, ni canción, ni angel ni nada, ardía en un fuego intenso y una noche se consumió en sus espantos y fue el día en que se volvió demonio.

Incluso se pudo volver recuerdo, y quedarse grabado en ella para siempre, pero eso no lo dejaba tranquilo, lo desveló noches enteras, lo hizo caminar sin rumbo por las calles de su pueblo, lo hizo buscar el camino que desembocaba derechito en la puerta de la casa de ella, lo llevó a saltar el tapial y entrar por el fondo. Se dio cuenta que podía pasar sin golpear, atraversar los vidrios y se sintió feliz por primera vez en días.

Verla por la casa, ver sus movimientos, escuchando música y bailando en soledad. Verla reflejada en el espejo del baño cuando se duchaba, verla dormir sola, ver cómo eran sus noches agitadas, sus sueños y sin permiso se metió por esa piel que amaba, por esos poros que se hicieron puertas abiertas de par en par y entró de golpe en ella, entró hecho un remolino, entró hecho un demonio y se alojó en cada espacio, en cada rincón deshabitado, se volvió malabarista entre sus costillas, se volvió paracaidista y se largaba en picada desde su garganta para caer en la boca de su estómago y quedar allí por horas mirándola por dentro.
Se perdía entre sus órganos descomponiéndolos, dándolos vuelta, provocándole arcadas y se volvía a encontrar reflejado en esas paredes internas que le servían de espejo, se abrazaba a ese corazón que amaba, se aferraba a él con uñas y dientes y lo rasguñaba desesperado, temblando de miedo a caerse y en cada latido rogaba no perder el equilibrio.
Cuando ya no podía mas de cansancio, se tiraba a dormir sobre el colchón de aire de esos pulmones que había pasado horas comprimiendo, pero como loco se despertaba a mitad de la noche y se acordaba que no podía darle descanso, debía ser infernal, someterla a la locura de tener un demonio por dentro, entonces la obligaba a despertar, toda transpirada, a tener los ojos fijos y grandes como platos, girando desorbitados, le hacia arrancar alaridos de su garganta, vociferar improperios y escupir verde, lo habia visto en las películas. Para ejercer de demonio dentro de ella, debia parecer terrible.
Entonces se trasformaba en el peor de todos y hacía de su inolvidable amor, un verdadero desastre.

Cuando amanecía, ella se levantaba agotada, a la rastra, con los ojos profundos, cargados de ojeras violetas, con el pelo hecho un revoltijo, las manos lastimadas, los brazos arañados, la boca mordida, con su voz deshilachada y una extraña sonrisa que parecía de colección montada en la cara. Dejaba a todos asombrados en su casa, despues de haberla visto casi morir durante la noche, parecía feliz a la mañana.

Así fue que desde entonces él la habita, nunca le pudo robar el alma, nunca pudo salir de ella, quedó atrapado en la jaula de su piel, nunca pudieron exorcisarla

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La mesa del café.

"En Buenos Aires falta guita pero sobran
corazones condenados a latir"
-Joaquín Sabina-
Ya lo conocían todas, cuando él entraba ellas soñaban con ser las elegidas. Se quedaban todas derechitas esperando ver en cuál se quedaba. Era verlo atravesar la puerta de entrada, para que todas las mesitas del bar le sonrieran simpáticas y le guiñaran un ojo a ver si hoy se iba con alguna otra y dejaba a la mesa de siempre alguna vez en paz. Pero no, él seguia su paso firme hacia su sitio acostumbrado y depositaba allí toda su humanidad. Adoraba esa mesa, la que estaba bajo la ventana, la que daba al sol de la tarde y la que dejaba ver los transeúntes abarrotados de frío, la misma que los días de lluvia lo debaja preso entre cuatro esquinas, la misma que se transformaba en cámara fotográfica a cada instante y le disparaba sensaciones que él describía enajenado.

En algún sitio habían decretado que estaba viejo y a partir de ahí el tiempo que le entró a sobrar, lo destinó a esa mesa de café, que era el unico lugar en el mundo donde se sentía vivo.

Allí, pasaba gran parte de su día, primero leía el diario, se tomaba su tiempo, mientras lo hacía levantaba la mirada y se quedaba colgado de alguna falda, de algún taxi, de algún chico que pasaba corriendo por la calle o tal vez de algún recuerdo interno que le afloraba y él lo enmarcaba en esa ventana que era suya.

Luego de ese rito del diario, sacaba de su bolsillo una libretita donde hacía anotaciones, nadie sabía que escribía allí, solo ella, su mesa porque lo sentía en su piel y por supuesto su ventana, que se habia vuelto sus ojos. Mesa y ventana eran cómplices indiscutibles de esas palabras que apiñaba entre hojas amarillas.
Concentrado, ausente, ajeno, vuelto de espaldas a un mundo que lo tenía olvidado, escribía lo que veía detrás de esos cristales, lo que sentía en el alma por ese sol que le quemaba las manos, en ese mantel de cuadros gastados escribía. En las servilletas de papel, sobre la desnudéz de la mesa hacía garabatos, entre la pila de tacitas que se iban acumulando, mientras las horas se desmayaban en un dos por cuatro.

Y cuando había llenado cada rincón, cada hoja, cada tramo se levantaba despacio, se acercaba al mozo, pagaba lo que habia consumido y se iba sin dejar rastros.

Eso era lo que él pensaba.

En la piel de esa mesa desvencijada, sola y muda, quedaba grabado cada verso, cada palabra dibujada, cada capricho delineado, cada letra perfilando un vuelo, cada sueño encontrado, el golpetear de la birome, el calor de sus brazos apoyados, el perfume a maderas que él traía pegado a su piel, el tamborileo de sus dedos mágicos, esos trazos grabados con fuerza sobre ella, hacían de ese pedazo de madera vieja, una mujer tatuada.

Cuando el café cerraba, la unica mesa que latía era la de la ventana.

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En la biblioteca.

"Siempre fuiste mi espejo
quiero decir que para verme tenía que mirarte."
-Julio Cortázar-

Coincidían siempre a la misma hora y en el mismo lugar. Ya no esperaban nada de la vida a sus años, habían acumulado desiluciones por doquier, se habían aburrido soberanamente de sus tediosas vidas y habían hecho de ese paseo un hábito.

La biblioteca del barrio comenzó a reunirlos tarde por medio desde mediadios de Mayo, sólo buscaban leer tranquilamente libros ajados, libros dormidos, libros olvidados. Sin embargo entre el olor a libro viejo, al son del silencio obligado, entre las sillas dispersas y las mesas interminablemente largas, eso que alguna vez imaginaron perdido, apareció.

El deseo comenzó a nacer entre miraditas cómplices y libros cada vez menos leídos.

Él leía sobre mitología griega, era un especialista en el tema, ella se inclinaba por las novelas y si eran de amor, las leía una y otra vez, hasta aprendérselas de memoria.

Los cabellos de ella habían virado a un azul patético, que no estaba de moda, pero no le importaba, el ceniza la habia aburrido, el rojo le quedaba espantoso, el azul le sentaba con su ropa y sus ojos y habia notado que no le era indiferente a ese hombre que tanto le gustaba.

Él completamente calvo, admiraba el valor de esa mujer capáz de transformar a toda su cabellera en ese matorral tormentoso, de modo que era incapáz de quitar los ojos de encima de ella por unos instantes, cada vez que la veía. Ella que luego de esa mirada detenida se sentía la mujer mas sensual de la biblioteca, le bajaba los ojos lentamente y mordía su labio inferior con suavidad gatuna, mientras descubría los ojos de él aletargados, entre su libro y su boca.

Así empezó la historia entre ellos.
Él pensando que ella era una ridícula y ella pensando que lo tenía completamente loco.

Con el tiempo él se fue dejando llevar por esas insinuaciones burdas y fue dejando de verla tan de chaleco de fuerza como al principio, y si bien la timidéz de él era importante, ella lo fue llevando a un terreno de excitación tal que finalmente utilizaba los libros como pretexto. Se escondía tras ellos y sólo se veían sus ojitos asomar inquietos de tanto en tanto. Los ultimos días ya ni sabía lo que leía, cuando se acordaba daba vuelta la página para disimular, pero estaba detenido siempre en el mismo capítulo, en las mismas letras, recorriendo con sus ojos párrafos sin sentido, esperando ver cómo ella jugueteaba con sus ojos azules, cómo se corría el flequillo tambien azul que le caía sobre la frente, cómo sonreía de manera enigmática, adivinando el color del rouge, el rubor de sus pómulos, descifrando cada movimiento, cada respiración, cada hoja que ella giraba, tambien para disimular.

Tarde a tarde se fueron acercando, fueron mezclando sus fragancias, acortando las distancias en la mesa y un día cuando quisieron acordar sus pies se chocaron y sus miradas se encendieron en el aire. Mientras por debajo de la mesa los zapatos juguetearon un rato felices por haberse encontrado, por arriba de la mesa ellos solo atinaron a apoyar los libros y tragar saliva. Y otra vez por debajo el pie descalso de ella, fue subiendo desprejuiciado por la pierna petrificada de él y el fuego les entró a subir inusitado para llegar a sus rostros, hasta dejarlos incendiados.

La bibliotecaria no supo muy bien que pasó aquella vez, sólo tiene sospechas, pero siempre cuenta la misma historia, que luego de aquél momento, en que los vio mirarse a los dos ruborizados, ellos se levantaron como si tuvieran un resorte en el cuerpo, en silencio le entregaron los libros a salvo de la fogata y se fueron desesperados para el ascensor, como si un diablo se les hubiera metido en el cuerpo.

El ascensor estuvo ocupado un buen rato subiendo y bajando, como descompuesto. Una vez solucionado el desperfecto, salieron los dos, algo desalineados, ella con su vestidito impecablemente arrugado, sus pelos azulados en completo desorden, la sonrisa colgada en el escote y él era un remolino de camisa sin botones, su calvicie estaba sellada de besos carmín y nunca volvió a buscar el saco que olvidó tirado...

Un libro de mitología griega y una novela de amor esperan hace semanas en la estantería de la biblioteca del barrio.

"Ven a dormir conmigo: no haremos el amor.
Él nos hará."
-Julio Cortázar-

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Gritos en la pared.

Luego de leer cada graffiti, sentí que no podía dejarlos ahí, en esa pared del demonio, que se venía abajo en dos días, quise darle mas vida al grito de cada uno de ustedes.

Lo cierto es que hemos pintado una pared entre todos, hemos hecho un collage, nos hemos dejado llevar por el pincel y hemos jugado a ser eternos en una pared que dura lo que un suspiro, pero mientras el suspiro dura, mis ojos y los tuyos estarán viendo lo que hicimos entre todos.

De alguna manera estaremos inmortalizados en este efímero post.

¿Porqué no puedo estar sedado como todos?
-Toro
-

¡Cómo me gustaría "hacer" además de "ver"!
-May-

"Te amo en la intansidad de esta oscura pared y mi tinta brillante, para que ella pueda expresarle al mundo lo que yo no he podido..."
-Oce-

"También en el centro del desierto puede aún haber un argumento.Por eso veo la noche desde el mediodía."
-Zooey-

" Te Amo Papá"-Cielo-


ALQUIEN SE QUIERE CASAR CONMIGO? Candidatos hacer fila del grafitti para la derecha.-Badanita-

"Quiero vivir soñando que mi vida es un sueño y que mi sueño se cumpla"-Cascabel-


"AQUI EMPIEZAN LAS VOCES DE MI CUERPO"JAG

"No estamos apretados, somos unidos"
-Princesa Dariack-

"En esta pared estampo la mirada de mi amiga pato"
-Alexis Coald-

"Que venga el mundo a vivirme"
-Maura
-

" Amarnos es lo único permitido, el resto es ofender a Dios " -Soldesoles-

¿HACEMOS HOY UNAS RISAS?
-Pez-

"Sonrie hasta cuando estes triste, nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa"
-Meiga-

"Una dispersa dinastía de solitarios ha cambiado el mundo"
-Jorge Luis Borges-
-pato-


"... quién resistirá cuando el arte ataque..."LUIS ALBERTO SPINETTA

Flores de alquiler

-Si no levantas los ojos creeras que eres lo mas alto-
Miguel


"Nos creemos la Metahostia .. pero somos la Hez "
Kamelas


LA VIDA ES UNA CÁRCEL CON LAS PUERTAS ABIERTAS
AYE
La vida es un tango que hay que saberlo bailar.
-Terremoto-
La vida es un calabozo, cuyo unico dueno de la llave sos vos...
Petra
"Existo para asombrarme"(Goethe)
-Uma-
"Necesito que me necesiten..."
-Blood-
"Dejando su lugar entre las cosas que se dan amor,quien tiene viejo el corazón se va."
Silvio-Oce
"Mientras por el agujero de tu media salga el sol, no me importará andar descalzo..."
-Adrianófanes-
A TODOS:

A LOS QUE PASARON A DEJAR SU GRAFFITI, A LOS QUE SE DIERON UNA VUELTA PARA MIRAR, A LOS QUE NO SE ATREVIERON, A LOS QUE LES SALE EL HUMOR POR TODOS LOS COSTADOS, A LOS QUE LE SALE LA MELANCOLÍA, LA BRONCA, EL AMOR, LA ESPERANZA, LA FE, LA AMISTAD, LOS SUEÑOS, LA TERNURA, EL ASOMBRO, EL VALOR, LA FUERZA, A TODOS ELLOS LES QUIERO DECIR GRACIAS!

ESTA PARED LA HICIMOS JUNTOS, HEMOS ESTADO CRUZÁNDONOS, DEJANDO ALGO DE NOSOTROS PARA QUE EL OTRO LO HAGA SUYO, SOLTANDO EN UN AEROSOL IMAGINARIO LO QUE NOS GRITABA POR DENTRO AL MOMENTO DE PASAR, PINTAR Y SALIR.

Y HA QUEDADO UNA PARED DE LUJO EN MI CAMINO, BRILLANDO A LA LUZ DE
ESTE SOL DESATADO DE AGOSTO, GRACIAS A CADA UNO DE USTEDES.
SIEMPRE SENTÍ QUE EN MIS CAMINOS SE RESPIRABA UN AIRE DE PRIMAVERA, ES INVIERNO EN MI CIUDAD Y SIN EMBARGO ESE AIRE SIGUE ESTANDO, ESE AIRE LO TRAEN USTEDES.
-ESTA PEQUEÑA DINASTÍA DE SOLITARIOS HA CAMBIADO MI MUNDO-
GRACIAS OTRA VEZ.
PATO

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Graffiti

"Arañazos de piel roja
víctimas sobre el papel
en el sueño de un rey
sombras
retazo de graffiti en la pared"

-Quique González-

El barrio parece que fue diagramado por algún borracho en su peor noche, las callecitas son angostas y torcidas, repletas de árboles descarnados y castigados por hombres que en honor a sus tradiciones mas equívocas, los destrozan año tras año al llegar el otoño.

Entonces una vez que abril se instala, ellos sacan sus vainas de cazadores furtivos y se enzañan con cuanto árbol de pié encuentran a su paso, que quietos, inmóviles y aterrados son fáciles de derrotar.

Yo tengo por costumbre tomar ese atajo, porque por allí las hojas parecen juntarse en un enorme colchón y estoy segura de que están esperando por mi cada día, para que me zambulla como una niña y me deje llevar en ese paseo de pocas cuadras.

-En ese paseo entra una mujer y sale una niña, asi de simple-

Esta mañana, de lluvia estrepitosa, de gris endemoniado, de frío que atraviesa, salí sin que me importe ni el agua, ni el viento ni nada. Mojada estaba yo por fuera y por dentro con grandes amenazas de lluvia.
Y avanzaba abúlicamente bajo un ejército de paraguas llevados por autómatas

Al dar la primer vuelta, en la pared de la cuadra mas empecinadamente torcida encontré escrito en la pared un graffiti, que guardé en mi alma.
Aquellas palabras escritas en aerosol gritaban.
En la pared de ladrillos mas gastada, en esa que el tiempo entró a descascarar cada esperanza, en esa pared que alguna vez se dejó ganar por la ilusión de una ventana, en esa casa abandonada alguien escribió un grito que dejó escapar en una pintada.

Y yo, lo fotografié con mi mirada de buscadora eterna.

La ciudad está repleta de poetas urbanos que hartos de silenciar su lirica, salen por las noches agazapados entre las sombras propicias de los árboles y dejan sus mensajes de pared para que vos, yo, mi vecina, el señor de lentes que siempre me mira con cara de nada, el pibe de acá a la vuelta que necesita un cable a tierra, el viejo de la esquina, el del mercado y todos cuantos pasen por allí hagan suyo eso que lo amenaza y lo larga a la calle a buscar pieles donde arañar su drama.

Todo es a las apuradas, entre manchas, deja palabras que no riman o convierte su poema en dibujos de colores y despues se raja, porque sabe que no está bien pintar casas, aunque estén abandonadas.

Si te animaras a pintar una pared, la mas espantosamente oscura, la que vos ves que le viene bien una pintada, qué dejarías escrito o dibujado.

Digo yo, si te animaras.

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Allí, donde el tiempo pasa volando.

" Y es tu corazón una montaña rusa
y el mío un par de botas sucias"

-Quique Gonzalez-


En la parte mas vieja de la ciudad, donde se habian instalado las familias mas adineradas de este país absurdo en sus inicios y levantado las casonas mas importantes del Buenos Aires colonial, entre callecitas pobladas de gente maravillada que es feliz viendo cómo se baila el tango o escuchando el quejido de un bandoneón en absoluto silencio, venía yo caminando y pensando en esto de cómo se entretejen las historias, tranquilizando a mi pobre corazón que le habia dado por saltar sin control.

Allí donde azoló la fiebre amarilla en 1871 causando una gran mortandad que corrió a la población, allí donde quienes pudieron huyeron y dejaron abandonadas esas residencias para ir en busca de un lugar mas seguro, extendiendo así la ciudad mas adelante, allí me encontraba yo.

Allí, en esa parte que luego de años de abandono, fue ocupada por inmigrantes desesperados que se alojaron en esas casonas formando los conventillos y donde antes vivia una familia, pasaron a vivir 30 o más.

Allí donde lo antiguo huele a humedad y lo nuevo a sahumerio, donde el tango se mezcla con la comparsa y los muchachos se animan a los piropos y las chicas dejan escapar sus risas desprevenidas.
Alli donde los vestidos viejos valen fortuna y los sifones de colores parecen caleidoscopios en las repisas, y las tacitas de porcelana inglesa se reproducen sin fin en cada puesto.
Allí en una esquina que fue casona, que fue almacén, que fue amparo.
Allí entre mesitas de madera gastadas por los años de los años, entre el murmullo de franceces, chinos, ingleses y hasta extraterrestres.
Allí al resguardo de unas paredes, creo que amarillas, con fotos de los ídolos de todos los tiempos, con fotos de películas, con fotos de enamorados, con caricaturas de mil rostros colgando.

Apoyada en una pared cruda, con la ventana mas alta que puedas imaginarte y con el brazo en alto la vi, estaba con una de esas sonrisas inolvidables y frente a ella habia otra mirada grandota, luego sonrisa, luego abrazo, risas y palabras.

Allí nos encontraron tres almas que con sus rostros, voces, sonrisas determinadas, esas tres almas nos animamos a dejar un rato el anonimato de una ventana, la tranquilidad de no ser reconocido, el miedo a equivocarse y sumamos.

Mi corazón que venia atolondrado, buscando entre las calles algo de paz, mientras pensaba en ese pasado cargado de historias, para poder ser yo y no ser traicionada por mis nervios, de repente se quedó tranquilo y fundido en esos abrazos, se dejó mimar, ser feliz, ser lo que siempre quiso, ser querido.

Allí donde la tarde se fue haciendo noche, y la noche frío, y el frío despoblando calles; los tangos se hicieron caricias desmedidas, la comparsa descontrol y los piropos de los muchachos, algo molestos, las tres nos dejamos con las risas vestidas de fiesta y con la promesa de volvernos a ver.

-Para May y Badanita, que me ayudaron a dar un gran paso y perder un miedo enorme que tenía-

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Luna vacía

"Nadie nos prometió un jardín de rosas
hablamos del peligro de estar vivos"

-Fito Páez-

En las noches claras, esas que alientan a los enamorados a sentarse en bancos de plazas, a los románticos a cantar serenatas o a las niñas de corazón puro asomarse a las ventanas, ella se queda quieta, recostaba sobre si misma, envolviéndose como las hojas de un repollo y sus brazos se apretan entre sí, temiendo que al dejarlos caer a los costados se transformen en patas y garras y emprendan una carrera sin control.

En esas noches de luna llena, algo de lobo late en ella, un lobo encerrado, cierta voz aulla en sus arterias y se debate sin remedio desde que tiene memoria.

Sus ojos se vuelven oscuros y con fondos plateados, avizoran historias irreproducibles, buscan imágenes escondidas, se diluyen en cántaros de agua salada y solo se detienen cuando esas lágrimas forman un espejo en el piso y se ve reflejada.
Entonces espantada de esa imagen de lobo y mujer, se escapa de todo y se encierra en las calles abiertas, espiando de tanto en tanto al pasar por las vidrieras cuán lobo o cuán mujer es.
Siempre ha sido un lobo encerrrado en un cuerpo de mujer, siempre ha desesperado en las noches de luna llena, siempre ha alucinado con morder sueños perdidos, siempre ha sentido una sed inaudita e inexplicable entre sus manos en las noches claras.

Pero hubo un quiebre en su vida de lobo errante, una noche de luna llena sintió miedo, una molestia absurda le creció por dentro, algo inexplicable y desde entonces, esas noches blanquecinas que se repiten mes a mes, se ha dejado vagar con una especie de temblor entre sus piernas.

Sin embargo esas noches que tanto miedo le provocan, son las noches donde mas intensa es, donde mas verdadera es su mirada.
Yo la he visto mutar en bestia, la he visto transformada, me la he cruzado por la casa enfurecida y sorda, en la calle la he visto atormentada dibujarse entre las sombras, en el parque una madrugada la vi escapando de ella y me quedé pasmada.
La he visto fundirse en el animal que la puebla, la he visto deglutir a una mujer tibia y calma, la he visto correr por los pedregales asustada, la he visto aullar el borde del barranco, la he visto flotar sobre la bruma, la he visto dormir en mi cama.

Pero nunca mas la he visto contemplar la luna llena.

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El otro Diego.

Caroncha
Feo , eso es feo
es fulera pa´l balero la verdad...
Fea,
es fulera camorrera
es muy fea la verdad ...
La hebilla de un cinturón
te fue a enseñar mucho más,
rulitos ensangrentados en el patio lloran...
Aprende el niño bebé lo que nunca olvidará ...
Fea, se hace fiera callejera,
se hace callo la verdad ...
Y mama leche fea verdadera, en la calle otra verdad ...

Te haz aliviado Caroncha
valiente indio barrial,
tubitos ensangrentados en el charco flotan

Violento niño bebé qué injusticias vengarás...

-Bersuit Vergarabat-


Esto que voy a contarles no es un cuento, este recuerdo vino de mi pasado a raíz de un texto que leí en lo de Zooey sobre la violencia familiar.
No lo puedo dibujar con la fantasía de otras veces, me sale crudo, sin vendas, sin ropas de ilusión, será que aun me duele como si no hubiera pasado el tiempo.
Será que no hay magia posible en esta historia?
Será que el pincel para dibujar la memoria de Diego se rompió el día que lo vi por última vez...

Apenas tenía tres años y ya era un hombre.

Era un hombre serio, preocupado y con los ojitos tristes. Se llamaba Diego, por el otro Diego, el mas grande para nosotros, pero no le interesaba jugar a la pelota, él se quedaba apoyado sobre mis piernas, dejando que yo le acariciara la cabeza, que perdiera mi mano entre sus rulitos negros, que le diera besitos de mariposa cada tanto y así podía pasar el día entero, tal era su necesidad de amor.

Yo aun no había sido madre y era muy, muy jóven, por demás ingenua y tenía que luchar con una sensación poderosa de querer llevármelo a mi casa y no devolverlo nunca mas.
Tampoco se lo quitaba a nadie, él cargaba una vida de abandonos contínuos, hijo de una madre adolescente y de un padre desconocido. Su madre cada tanto iba a parar a la cárcel y él era dejado en guarda días, semanas, meses en un Hogar.

El tiempo que yo trabajé en ese sitio, fui suya, fui su mamá y él mi hijo. No son recomendables esos lazos, pero yo no lo sabía, asi fue por tres años, el tiempo que él estuvo allí.

Un día de invierno, llegó morado de frío y con la boquita rota de ampollas. Yo no supe qué podría haberle pasado, volvía de un fin de semana largo, donde la mamá se lo había llevado a su casa, el viernes cuando lo dejé ir con ella, estaba hermoso, se llevó un chupetín que le dí en una mano y una sonrisa de sol en toda la cara.

El viernes por la tarde era un niño y el martes por la mañana era un viejito magullado y violeta.
Luego de mirarlo por todas partes comprendí que le habían pegado y que estaba su cuerpito marcado en diferentes lugares y él me decía que se había peleado con sus primos, pero cuando le pregunté qué le habían hecho en la boca se puso a llorar sin consuelo y me decía que no me iba a contar.

Me di cuenta que estaba cuidando a su mamá y que era mejor dejarlo tranquilo, que ya demasiado tenía con lo que le habia pasado y me dejé abordar por él mas tarde, ya que despues de unas horas vino como siempre para que yo lo acaricie. Diego no sabía jugar, no sabía relacionarse con otros niños, era un niño con miedo y le encantaba estar conmigo.
Y al rato me dijo -fue con un cigarrillo, yo no me quería dormir y el novio de mi mamá, me quemó con un cigarrillo-.

Escuchar eso y prenderme fuego fue mas o menos lo mismo, una vez que las autoridades del Hogar se enteraron de lo sucedido, hice la denuncia, yo terminé envuelta en un juicio, al niño lo sacaron de allí y no pude verlo nunca mas.

Nunca pude saber dónde fue a parar ni con quién, para poder seguir me hice a la idea de que estaba bien cuidado del frío y de los golpes, que alguna mamá cuidaría de él y que cada niño que viniera traería algo suyo, ese hogar estaba lleno de Diegos, pero a veces cuando se me filtran los recuerdos de aquellos años, en ese lugar con tantos niños abandonados o a la buena de Dios, entro a buscar esos ojos en las calles, esas caritas sucias de barro, esas pancitas gordas de hambre y los encuentro en muchachos amasijados por el paco, en siniestras miradas de fango, en rostros que disparan balas sin miedo a nada.

No le tienen miedo a nada, lo peor ya les ha pasado.

Por eso pensé en Caroncha al iniciar mi relato, en ese indio barrial que canta la Bersuit, porque son esos niños vengadores los que andan hoy armados por estas calles con rostros que meten miedo, con esos niños nadie tuvo piedad, de dónde van a aprender ellos a ser piadosos?

Diego, alguna vez recordará mis manos acariciando sus rulos o cuando piensa en manos las que le vendrán a la memoria serán las de los hombres que llegaban a su casa, traídos por su madre?

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A través del vidrio.

"En la ventana hay una nota:
el pájaro no vuela tiene las alas rotas"

-Media Verónica- (Andrés calamaro)

Como cada mañana se dejaba remolcar de la cama y se trasladaba pesadamente por toda la casa buscando un motivo para salir a la calle a pelear, a sonreir, a tener ganas, a comprar el diario, a tomar el consabido café, en el bar desiempre, con las mismas caras de todos los días.
Se levantaba a sabiendas que ese día iba a terminar igual que el de ayer, que el de la semana anterior y el del mes pasado y si se ponía rotundo y negativo, sabía que el día de hoy se parecía casi por completo, salvo por algunas arrugas de mas, por algunos pelos menos al de diez años atrás.

Con ese humor y esa energía desolada se duchaba, se vestía, ponía el café en una taza, dos cucharaditas de azúcar que no revolvía, un chorrito de leche descremada, dos tostadas con miel y prendía la tele.

Allí en el noticiero del canal de mas ráting de la TV la vio, estaba tirada en la calle, vieja y en pleno abandono, casi que se quedó sin reacción mirándola. Estaban pasando un estracto del programa de la noche, ese que hablaban de la gente que vivía en la calle en pleno Buenos Aires.

Se quedó helado porque la ultima vez que la vio, estaba hermosa, por ese entonces ella lo estaba dejando. La imagen que le devolvía la tele era la de una mujer flaca, fané y descangallada como dice el tango, si hasta casi se puso a llorar de la impresión.
Habían estado juntos un par de años y ella lo habia abandonado por un bailarín de tangos que había conocido en un piringundín de San Telmo.

Se le hacia tarde, pero no le importó, primera vez en su vida que llegaría fuera de horario al trabajo.

Qué loco volver a verla así, en la tele, a esa hora, en ese estado. Ella era una mujer poco previsible, pero jamas imaginó verla así, en un lugar tan tórrido, tan desmejorada, si hasta parecía enferma. Sintió de pronto las ganas que había perdido y se levantó como un resorte de la silla, se metió adentro de la campera y bajó las escaleras corriendo, se subió a un taxi y de repente estaba bajando en esa esquina que acababa de ver en el noticiero.

Amanecía, las veredas aun estaban dormidas, las paredes mas altas eran las únicas que devolvían algo de luz, por los umbrales aun la noche estaba soñando.
Y al fondo de la puerta de un negocio clausurado, bajo una pila de frazadas y sobre un colchón de cartones dormía una mujer destruída, su almohada era una tonelada de frío acumulado y su cabellos ensortijados, dejaban escapar todas las canas y los llantos que se habían ensopado en ellos la noche anterior.
Una mano conocida le acaricíó la frente y le corrió el flequillo, se dejaron ver unos ojos añorados que se quedaron petrificados mirando ese rostro que venía del pasado.
El rostro de un hombre que había dejado sin piedad hace mil años, ahora se apiadaba de ella y la miraba con ternura.

El tiempo pudo detenerse, correr espantado hasta doblar por la esquina, o pudo sentarse entre ellos, comer unas galletitas húmedas y darse la oportunidad que en otro momento no se habían dado.

Por lo que pude ver el tiempo optó por esto último, porque cuando me levanté del bar y dejé esa ventana que me los devolvía en cinemascope, los vi tomados de la mano, ella sonreía por primera vez en años y él parecía estar viviendo un día inesperado.

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Me volví canción.

En sintonía con May que dejó uno de los temas mas emblemáticos del Flaco Spinetta en su blog, yo dejo otros dos mas que están entre mis preferidos.
Para los que lo conocen creo que será un placer y para quienes es la primera vez que lo escuchan, creo que es una buena oportunidad para conocer uno de los músicos de mayor trayectoria dentro del rock en Argentina.


Barro tal vez.
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Barro tal vez.

Si no canto lo que siento
me voy a morir por dentro
he de gritarle a los vientos hasta reventar
aunque sólo quede tiempo en mi lugar

Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
he de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar

Ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez....

Y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar

Ya me apuran los momentos
ya mi sien es un lamento
mi cerebro escupe ya el final del historial
del comienzo que tal vez reemprenderá

Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
he de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar

Ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez...

Y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar.


Seguir viviendo sin tu amor.
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Seguir viviendo sin tu amor

Si a tu corazón yo llego igual
todo siempre se podrá elegir
no me escribas la pared
sólo quiero estar entre tu piel

Y si acaso no brillara el sol
y quedara yo atrapado aquí
no veria la razón
de seguir viviendo sin tu amor

Y hoy que enloquecido vuelvo
buscando tu querer
no queda más que el viento
no queda mas que el viento

Y si acaso no brillara el sol
y quedara yo atrapado aquí
no veria la razón
de seguir viviendo sin tu amor.

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El Coloso de la terminal.

"Cuando me di vuelta ya no estabas
yo sólo buscaba la mirada del adiós
siempre te escapabas y no hubo ni siquiera
esa mirada del adiós entre los dos.

Es una cuestión de amor extraño
de amor a pesar de todo
te pido por favor una dosis de amor
que nos parta en dos a los dos…”

-Los Rodríguez-

Lo que contaban en el pueblo del Coloso de la terminal, era la historia simple de un amor complejo.

Decían que habia sido toda su vida un artesano, que lo suyo no eran las palabras, que hablaba mejor con las manos, pero que luego de un fortuito acontecimiento había entrado a tomar dimensiones extraordinarias. Eso de crecer como un globo de aire le había venido con el amor, antes era un hombre común, como todos los hombres del lugar, algo pequeñito, mayormente gris, de una tristeza singular, mas bien callado, de carácter débil, algo timorato, un poco corto de vista.

Él había sido uno mas del montón y pensaba que el amor era eso que había sentido hasta ahora por alguna que otra chica que había conocido, su destino había sido hasta el momento hacer artesanías y venderlas a los turistas que arreciaban cada año por esas callecitas caprichosas y entrecortadas del pueblo y asistir al baile del sábado por la noche en el club que quedaba en el centro, donde iban los pocos jóvenes que allí vivían el resto del año.

Una mañana estaba vendiendo los souvenires que él mismo hacía y de pronto se dio cuenta que su mirada se quedó colgada de una chica que pasaba delante suyo con pinta de turista, sonriéndole y mirando sus artesanías. Él no pudo hablarle porque un gran silencio lo invadió y para variar le faltaron las palabras, hasta los llamadores de ángeles se detuvieron y fue en ese preciso momento en que sucedió lo que luego pasó a ser un fenómeno, fue justo ahí cuando ella terminó de pasar y se llevó puesta su mirada que sintió que algo le empezaba a crecer por dentro hasta no tener fin, algo le inflaba el pecho y trató de detenerlo pero no podía manejar tantas sensaciones juntas, nunca le había pasado eso de sentirse enorme, por eso, porque no pudo mas es que apenas perderla de vista recogió todas sus cosas y se fue para la terminal y se sentó a esperar el momento de la tarde en que los turistas se marchaban rumbo a las ciudades cercanas y hacían largas colas esperando un autobús, con la ilusión de encontrarla y decirle que el corazón se le habia multiplicado varias veces, que sus brazos podían abrazarla y rodearla mas que cualquier otros brazos, que sus piernas podían atravesar kilómetros en minutos, que sus ojos podían ver grandes distancias, que podía quedarse a vivir en la cuna de sus manos.

Ella pasó por delante de él, lo miró con la misma sonrisa de la mañana, pero él dueño de ese amor extraño que lo hacía crecer como un gigante y perder el habla, no le dijo nada.

Sólo le dejó la mirada del adiós.

Allí sentado en el umbral, la vio subir al bus mezclándose entre la muchedumbre agotada de caminar, la vio sentarse en uno de los asientos que daban a la ventana y allí le sostuvo la mirada hasta que se percató de esos ojos que la miraban ávidos y mientras el bus se ponía en marcha y se terminaba de llenar y por delante le pasaban turistas ruidosos, ella vio cómo él se dejaba coser la boca, atar sus manos, pegar sus pies al piso y elevarse casi tan alto que tuvo que hacer un esfuerzo para poder verlo a traves de la ventanilla, pero tambien pudo ver cómo esos ojos derretidos se quedaban para siempre en su memoria.

El ómnibus partió mientras caía la tarde y la melancolía que invadió al artesano fue tan grande como su cuerpo, que fue tomando un tamaño inaudito para el lugar, que estaba acostumbrado a gente mas bien baja. Nadie se animaba a decirle nada por temor a que explotara o que se cayera a pedazos, los conocidos se limitaron a construir a su lado unas paredes que pudieran servirle de contención, él se dejó proteger como un autómata -tan triste estaba- y se limitó a soñar con ese amor de hilos que lo habia hecho gigante y atado, ese amor de hilos que le habia cosido la boca y atado las manos, pero que tambien le permitía tejer sueños encadenados unos con otros y vivir en un mundo propio.

Sin proponérselo se convirtió en una de las mayores atracciones turísticas del lugar, se corrió de boca en boca que en el pueblito de la montaña vivía un artesano dueño de un amor extraño que lo había vuelto gigante, todos hablaban de un amor de hilos que lo mantenía atado y a los costados de donde él se habia quedado sentado, se habían levantado unos cuantos puestos con merchandising del coloso y bovinas de hilos de colores, que se regalaban los enamorados para volverse grandes e inolvidables.

Los ómnibus cargados de turistas viajaban hasta allí para verlo y sacarse fotos. Se veía desde lejos su figura recortada y curva, montada en el horizonte.
El gigante se dejaba mirar, acariciar, trepar, fotografiarse y a veces cuando se le acercaban los niños les sonreía y su bocota cosida parecía entreabrirse de ternura.

Cuentan los lugareños que la chica volvió intrigada al lugar por la historia del coloso, porque pensó que tal vez fuera aquél de la mirada del adiós y que nomas bajar del bus, caminó derechito hasta donde él estaba y se trepó por sus piernas, por su pecho y se terminó de colgar por unos cabellos largos de color arena, hasta llegar al borde de sus ojos mansos y allí lo miró con su alma detenida y sin aliento le quitó los hilos de su boca, luego corrió por sus brazos y le soltó las manos y el gigante que solo sabía amarla con hilos, hizo una red con su mirada y la dejó atrapada para siempre en ese universo enorme que lo albergaba.
Dicen que ella vive en él, en algún bolsillo, entre los pliegues de su ropa, que en invierno la han visto tirarse por el tobogán de su bufanda, que la han visto saltar entre sus manos mientras él sonríe y que cuando el gigante no puede mas de tanto amor la acaricia despacito con su dedo pulgar y los mas osados dicen que la han visto dormir desnuda, acurrucada en el colchón monumental de su boca.

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MEME-MÓJATEBLOG

Resulta que Isthar ya se ha recuperado de su operación y ha tenido dos ocurrencias “estupendas”: la primera contestar a un cuestionario-meme-mójateblog que le envió Bito y la segunda, disparar con él hacia cinco personas entre las que resulta que estaba Zooey y este ha sufrido cierto ataque epilépitco al sentarse al teclado y justo cuando pasaba por las letras P, A, T, O parece ser que no pudo resistirse y las ha tocado y le salió mi nombre derechito y acá me tienen intentando ser cortéz y no perder lo valiente.

Esto de elegir gente me deja con una vaga sensación de exclusión y quiero decirles que todos los enlaces que tengo son porque los he elegido, porque me han llegado al corazón por algo, pero bueno, este juego consiste en puntualizar en aquellos en los que mas nos detenemos por algo en especial y sabemos que no somos todos iguales para el otro, no estoy descubriendo nada si digo que hay preferencias por gustos, intereses, sensibilidades, acercamientos, en fin como en la vida misma siempre hay mas puntos de unión con unos amigos que con otros y no por eso uno deja de querer a los amigos con los que menos afinidades hay.

Allá voy a ver cómo salgo de esto.

-¿Cuánto tiempo llevas blogueando?
Poco mas de un año, no recuerdo la fecha y me da fiaca ir a fijarme.

- ¿Cómo te enteraste de la existencia de los blogs y por qué te animaste a participar?
Me enteré por Aye, que tenía un blog y allí tenia enlazado a Crub y Crub a Uma y así descubrí que eso tenía un atractivo especial para mi y me dieron ganas de tener un blog y a pesar del vértigo que me daba soltar mis letras, que hasta entonces habían sido solo para mi, fue lo suficientemente fuerte como para que quedara enganchada con lo que allí leía de otra gente y con la posibilidad de que me lean tambien a mi.

- Cinco blogs que sigas a diario o con mucha frecuencia.
Son mas que cinco, trato de pasar por todos los contactos cada día, si sus textos son muy extensos los dejo para un momento de mayor tranquilidad, pero paso por casi todos siempre.
Igual voy a citar los primeros que leo en la mañana:

TOROSALVAJE, porque me emociona y me hace volar.
ENCADENANDO LETRAS Y ENTRETANKAS, porque tiene todo lo que me gusta.
HISTORIETAS VARIADAS, porque casi seguro que me va a hacer reir.
QUEIN FUERA, porque es como estar con una amiga
LA ESPUMA DE LOS DÍAS, porque me reconozco en él.
CON UN PIE EN EL AGUA, por su sensibilidad y sus letras.
SI LA VIDA NO ME SONRÍE YO LE HAGO COSQUILLITAS, porque es mi vecina -tengo la sensación de que estamos al lado- y siempre paso a ver qué se cuenta.

- ¿Eres lector anónimo de algún blog? Si es así de cuáles.
No, en los que entro a leer, siempre dejo comentarios. Sí me sucede que entro a blogs, que ya he leído el día anterior y a veces vuelvo a comentar aunque el post sea el mismo, porque me despiertan nuevas sensaciones o reflexiones o me surge algo nuevo o me dan ganas de dejar un beso.

- Y sobre los autores nombra cinco que te despierten especial simpatía.
La simpatía para mi es un punto llamativo en una persona, por ende la gran mayoría de mis enlaces me resultan simpáticos incluso cuando el mal humor o las contrariedades los tienen a mal traer, suelo encontrar esa veta de humor que es tan necesaria para poder seguir adelante, en todos ellos.
Pero los mas simpáticos para mi sin duda son:

Torosalvaje - muero de risa con su sentido del humor-
Kamelas - es otro que me saca la risa de manera fácil-
May y Badanita, que nos lo pasamos mandándonos mensajitos y como ellas son una especie de combo las dejo juntas.
Flexo y Zooey que me acompañarían a un recital de Quique sin miramientos y ya nomas por eso me caen supersimpáticos.

Cielo, Cascabel, Dalia, Meiga, Uma, Petra, Soldesoles, Pez, Blood, Alexis, José Antonio, Un genio, ya sé que son mas de cinco pero es que todos ellos me resultan muy simpáticos.

- Vamos, mojáte, ¿que blogs consideras con mayor calidad? (tratando de ser lo más objetivo/a:
Todos mis enlaces tienen algo especial por lo cual los sigo a diario, no leo a alguien solo por cumplir, si voy hasta un blog es porque allíl encuentro calidad, sensibilidad, humor, fantasía, buenas letras, en definitiva lo que me brinda ese blog es lo que hace que yo siga regresando. Pero si se trata de encontrar los que me parecen de mayor calidad, voy a citar a mas de cinco y son aquellos poetas o narradores que merecen mi reconocimiento.

Torosalvaje
Vacío
Entre tankas
José Antonio Galloso
Con un pie en el agua
La espuma de los días
Uma -La rubia del muelle-
Dalianegra
Cieloazul
Reflexiones en blanco y negro
Ecce huomo

Y hace poco tiempo que leo a Poesía cotidiana y a Princesa Dariak, quiero citarlos por sus excelentes letras.

Unos por la mañana, otros por la tarde, lo cierto es que siempre me acompañan y me nutren con su creatividad.

- Con qué blogeros/as te irías de borrachera (mínimo tres/máximo cinco)
Bueno, acá es cuando el memo este empieza a desbarrancar y hago uso de mi humor como salvavidas. Me gusta tomar alcohol -para qué negarlo- pero no perder el control, eso de terminar tirados y hechos una piltrafa llorando mal de amores no es mi estilo, ahora si se trata de divertirnos me encantaría un grupete de amigos y seríamos tres chicas y tres chicos, las chicas serían: May, Badanita y obviamente yo y ellos serían Toro, Kamelas y Zooey, como somos todos conocidos supongo que lo pasaríamos genial y May lleva el vino :))) -pobre siempre la liga ella-
Reunión cumbre entre argentinas y españoles :)

- Con que tres blogeros/as pasarías un noche de locura sexual?
Pero tres son multitud!!!
Esta es una muy buena pregunta, lo que me parece un desatino es la respuesta, asi que me la reservo y que quede en el inconciente colectivo, diría Charly García.

- ¿Te has enamorado alguna vez de un/a blogero/a?
Creo que el amor es algo muy grande como para "enamorarte" solo con lo que se ve en este espacio, si bien aquí se conoce lo espiritual y el amor a mi entender tiene un gran basamento espiritual, no olvido que para "enamorarse" hay que conocer a la otra persona en toda su amplitud.

De todas formas yo tengo una especie de Frankestein hecho y que va a ser la envidia de las blogueras de aquí en mas, prometo prestarlo a cambio de que me sea devuelto en buen estado.
Y es así mi monstruo blogger: escribe y vuela como Toro, cocina mientras te cuenta historias como Kamelas, escucha la música de Zooey, pinta como Flexo, toma las fotografías como José Antonio, me habla del mar como Alexis, es sensible como Joel, relata historias imperdibles como Bito y me hace feliz como Zinfab, tiene la claridad mental de Ybris, desangra canciones en mi oído como Blood, me ayuda a pensar como Adriano, me cuenta cosas desde Salamanca como el Genio, me hace reir como Pez, a veces aparece como Crónicas y a veces desaparece como Crub y Leopoldo y es sigiloso como Sigiloso.

- ¿Conociste a alguno/a más allá del teclado? ¿a cuáles?
Pues aun no, pero tengo una invitación pendiente que estoy analizando, a ver si logro explicar lo que me sucede con este tema, creo que este mundo se alimenta mucho de la magia que da el anonimato, la fantasía, la fuerza interior, yo le temo a la idealización, a que ese encanto se rompa, a la desilución, no sé, es algo que reconozco que no logro manejar muy bien.

- ¿Te consideras satisfecho con tu blog? ¿qué cambiarías?
En general sí porque siento que cumple con mis espectativas, pero reconozco que me gusta muchisimo todo lo que tiene que ver con la música y la imagen y eso me demora mucho y no me alcanzan los tiempos.
A veces siento que necesita un cambio, por ejemplo el nombre de mi blog lo cambiaría, porque mis caminos ya no son tan estrechos como cuando empecé, se fueron ampliando a medida que los fui conociendo a ustedes y sin embargo le he tomado cariño a ese nombre y me indentifico con él, de modo que lo voy dejando.

- Pasa este meme a un mínimo de tres personas y un máximo de cinco.
Esta es la parte que me cuesta mas que ninguna, porque no me gusta poner a nadie entre la espada y la pared, para decir o hacer lo que no desee. De modo que dejaré al libre albedrío cómo siga este memo.
Entro a flashear si alguna de todas estas personas que he nombrado se engancha por voluntad propia, un poco de ganas y una dosis de humor es lo unico que se necesita.

Una de mis mayores intrigas en este momento es ver quien acepta seguir con esta papa caliente.

- Y por último que se mojen los lectores y digan una virtud y un defecto de este blog.

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