Cada tanto me agarro una bronca y doy un golpe de puño contra la mesa, aunque me duela mi pobre mano que no tiene la culpa de estar atada a mi cuerpo rabioso. El puño tendría que golpear alguna cara idiota, pero estoy en contra de la violencia de todo tipo, por eso encierro en mi mano la amargura que genera este mundo urgente, olvidadizo, de fotoshop y escribo buscando alivio.
Cuando era una nena tuve entre mis mejores amigos una vieja que se llamaba María. Nos llevábamos muchos años de diferencia, pero a la hora de encontrarnos no se notaba. Nunca le pregunté cuántos años tenía, porque para mi tenía mas o menos 6, como yo. Nada mas que tenía muchos frunces en la cara, que le dibujaban una sonrisa eterna y el escaso pelo blanco eran unas hebras finas, formando un rodete que parecía un nido de gorriones.
María me esperaba cada tarde a la hora del té. Era una cita impostergable durante los días del otoño e invierno. Yo llevaba unas masitas dulces envueltas en papel de estraza y sobre su mesa estaban las infaltables “criollitas” y el enorme jarro de té que compartíamos, mientras ella me preguntaba por mis viajes a través del mundo.
A mi no me quedaba otra que inventar cada vez una historia nueva, porque ella era insaciable. Siempre pedía más. Algunas veces yo me preguntaba si ella se creería mis mentiras, que cada vez eran mayores, pero era tal el placer que me provocaba su atención y sus ojos claros agigantados y sus ¡¡¡ohhhhh!!! que yo me las ingeniaba para imaginar mundos infinitos y espantaba la idea de que la nariz, las orejas y la joroba iban a comenzar a crecerme a pasos agigantados cualquiera de esas tardes.
No fueron mis abuelos, ni viejitos de cuentos, ni de pelis o de libros, quienes me enseñaron el placer de tener un amigo sabio a fuerza de vivir, ellos vinieron después, pero la primera fue María.
Por eso cada vez que veo que se deja de lado a una persona porque es vieja, sin pensar que precisamente por eso deberíamos hacerle un lugar, exploto de rabia. Ese que apartamos por viejo, seguro sabe, seguro vio, seguro hizo, seguro tuvo, seguro piensa y siente y sueña. Es cierto que hay mucha gente que ha vivido una ponchada de años y nada mas sumó tedio, ignorancia o maldad. Basta con mirar a un tipo nefasto como Videla por poner un ejemplo de viejo de m. en este día de la Memoria, para ver que la vejez no te hace mejor persona ni más sabio.
Eso se trae de antes y se cultiva, por eso siento injusto y veo incomprensible desaprovechar en las personas ese bagaje que traen los años y busco no sumar mas indiferencia.
Como dice Serrat "... a los viejos se les aparta despues de
habernos servido bien..."
Lo que se está haciendo con las personas mayores es un genocidio encubierto.
Por parte de todos.
Desde el estado hasta incluso por parte de muchas familias.
Como si fueran apestados.
Besos.
Todos somos viejos
todos somos viejos desde que nacemos.
Ocultamos las arrugas
para no espantar
para recibir una caricia.
Todos somos viejos
con el alma mas o menos repleta
de recortes de diarios y servilletas bordadas en las tardes junto a las grisinas.
Todos somos viejos
si tenemos suerte de despertar muchos días.
De dormir muchas noches.
De derramar muchas lágrimas.
Pero hay quienes
rehúsan de su vejez,
de sus bellos surcos...
de su falta de memoria
y de su tierna sonrisa.
Igual,
que importa !!!
No es viejo el que quiere
sino el que puede.
El que puede sobrevivir
a la indiferencia,
al olvido de un abrazo.
En fin, me fui de mambo, la vejez abandonada me duele mucho.
Besotes, muy bueno el post y te comprendo bien!!!
Bellísima historia... me recordó a las largas horas compartidas con mi abuela... esa que además fue mi madre, mi amiga y mi compañera... ;)
Me parece una entrada entrañable y sabia.
Un abrazo
Mis mayores son o fueron tan importantes para mi que esta entrada me ha traído a la memoria momentos inolvidables con ellos.
Gracias.
Besucos.
Te debo un libro, lo se, pero esta semana mi constipado está muy cariñoso. A ver si la que viene :)
Pato, magnífica forma de demostrar que a nuestros mayores, no solo les debemos agradecimiento sino ayudarles para que su vida sea más llevadera. Lo que pasa es que la Sociedad es muy frívola y egoísta en esta cuestión.
Gracias por compartirlo. Besos desde el otro lado del charco.
...Y ves como hacen silencio para escucharte, te hablan con la mirada... te piden más, y el tiempo..., el tiempo es muy cruel, una espera de compañia breve, una eternidad, mucha esencia en un pequeño frasquito de unas horas de domingo, sentados en un parque..., hablándole del día, del tren, de las estaciones...
de la primavera que no llega.
y de la suma de sus dias... para que no se resten.
El sabio sabe porque VIVE y ha vivido...
Yo quiero que VIVAN hasta el último día de sus vidas...
Yo quiero...
Me gusto el tema del post y ni que decir la forma como lo desarrollaste. Creo que ese abandono que es mas notorio en estos tiempos es por que se vive demasiado aprisa y eso hemos enseñado a las nuevas generaciones.
Nadie tiene tiempo para escuchar esas historias de vida que ellos llevan en la espalda ni tampoco tiempo para contarles de lo que nos sucede. Lo más triste es que cada vez se acentua màs y se esta expandiendo a otras pgeneraciones, poco tiempo para escuchar a los niños, no les hablamos y ellos no aprenden, se lo dejaos el arendizaje a la TV, las parejas poco se hablan. Hagamos un esfuerzo en nuestras vidas para cambiar un poco es y quizas tengamos la suerte de toparnos con una alegre María que se complazca en escucharnos o en una Linda Pato que nos cuente historias imaginarias y fascinantes
Gracias Pato otra leccion que me das con tus letras
Mi afecto y cariño
Yo creo que los años acentúan nuestra personalidad. Los buenos adultos se convierten en viejitos maravillosos y los adultos mal llevados son viejos de m.
Gracias a Dios, me ha tocado transitar la vida rodeada de los primeros.
Aunque con alguno de los segundos me he cruzado, entonces pienso .... cosacharás tu siembra.
"Ese que apartamos por viejo, seguro sabe, seguro vio, seguro hizo, seguro tuvo, seguro piensa y siente y sueña."
Tu sigue pensando y sintiendo así, vas bien orientada...
Te lo dice un viejo...amigo...
Besitos y salud
Que bonita tu alma amiga.
un abrazo.
Aquí en Dinamarca son encerrados en "casas de reposo" y olvidados para siempre.
Los hijos y nietos no los visitan ni siquiera para las navidades y cumpleaños y mueren en la soledad más inmensa que unose puede imaginar.
Rectifico: esa soledad sólo la pueden imaginar el personal que los cuida.
Hay viejos y viejas de mierda, por supuesto. Pinochet y videla por ejemplo.
Pienso que la vejez junto a la familia, hijos, nietos y bisnietos es un derecho humano inalinable.
Abrazos, querida Pato y que tú vejez te resulte sabia y creadora.
Ian.
Muchos reciben bofetadas mas fuertes que las de una mano y no necesariamente los mayores. Mi abuela era también una personita diminuta y de un enorme corazón(no se como podía cargar con ello), la echo mucho de menos, y no por ser mi abuela sino por ser "persona" porque ya hoy en día están en peligro de extinción. Un abrazo.
No seremos mejores ni peores personas al entrar en la vejez, al igual que no es mejor el verano que el invierno, quizás distintos por carencias afectivas.
Todo es un problema de sensibilización
Gracias por esto,y por querer leer mi último post en tu radio, ya llego tarde, la próxima vez no me lo pidas, Pato, a mi me llena de felicidad que lo hagas
Un beso
Todas las personas tenemos derecho a ser tratadas con respeto y amor, pero este mundo se volvió loco hace ya mucho.
Un beso para ti y otro para María, la de los ojos de niña.
Yo nunca tuve un amigo sabio a fuerza de vivir, siempre me ha faltado eso, nunca tuve a mis abuelos cerca, ni nada parecido : (
En el encuentro profundo entre el sabio anciano y el joven, el viejo dice -hola, te recuerdo, te hecho de menos, de hace años, quizás de hace un segundo- y el joven es posible que responda -serás un buen compañero, dentro de no mucho tiempo, un instante quizás-
Bello texto, entrañable
Un cordial saludo