Otra noche más para atravesar el pórtico de los sueños que están esperándome al final del barranco.
Otra noche para escapar del lienzo embarrado de colores fuertes y de manos extrañas que salen a buscarme, como si yo fuera un guijarro liviano que espera ser arrojado en algún lago, y hacer el sapito. Sólo soy un pedrusco pardo, una piedrita simplona que cae y se hunde, apenas toca la inmensidad del agua.
Perdida en círculos concéntricos.

7 Comentarios

  1. Que no.
    Que eres un barquito muy lindo.
    De verdad.
    Y flotas muy bien.

    Besos.

  2. Ardaire says:
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
  3. Ardaire says:

    Seguro que por donde vayas sabrás encontrar la belleza...redentora belleza*

    Besos.

  4. Yo conozco a esas noches, suelen mezclar todo como una batidora hace un licuado. Parece que nada está firme y que uno se licúa también, quedando transformada en algo sin susantcia ni forma.
    Pero la culpa es de las noches, porque ellas cada tanto salen a pasear y hacen esas travesuras. Lo peor del caso es que nosotros se lo creemos, mientras ella se mata de risa.
    Es sólo la noche jugando a ser mala.
    Un abrazote grande!!!

  5. ybris says:

    Yo suelo contar por madrugadas.
    Pero lo importante son los círculos concéntricos.
    Saber perderse en ellos encontrándonos.

    Besos.

  6. virgi says:

    Esos círculos nos repiten una y otra vez a nosotros mismos. Hay que remontarlos y paladear de ellos lo que en la piel se remansa.

    Besos

  7. es extraño, aparecen las piedras por todos lados,
    entonces, haremos resucitar un viejo poema,

    en poco tiempo
    Un abrazo

Gracias por tus palabras