Queda mucho por sentir

No pienso, escucho la mañana. El sagrado silencio del aire que danza entre las hojas. Las agónicas hojas que anuncian su cambio de color un poco antes de irse.El viaje lento de las horas en el minutero de mis ojos se hamaca.Y no pienso.Siento.No sé pensar bien, me pierdo. En cambio queda tanto por sentir... Siento la aspereza de este mes que se acaba y me raspa la piel con su viruta diaria, siento

p1

Una mujer descalza

Perdida encajonada entre dos muros una mujer camina a merced de la anhelante araña  que mastica y escupe como una tragaperras. Descalza en su torpeza y alienada Va una mujer que se ha hecho sombra Doblará la esquina vieja donde cuelga una luz de neón intermitenteen sus ojos brillarán pequeñas frusleríasahora siahora notamborileando los dedos del tropiezoen el lado oscuro de su ca

p1

Perdedora nata

Dice Bertolt Brecht que un analfabeto político es el peor analfabeto, pero de qué me sirve no serlo? Igual va a seguir habiendo prostitución, niños con hambre, abandono. Esclavitud, sometimiento, desgarro. Yo sé el precio de la harina, del pan, del vestido, del zapato. No soy un burro político, elijo aunque nunca gano. Y voto porque es lo menos que puedo hacer después de haber tenido un país donde

p1

Dejar la calle

Dejar la calleabierta al marque juegue el viento en la tierra desamarrando papeles de barcosal espiral oxidado de un cuaderno queno empiezo Dejar la callemudaal ríoque la ocupen los sueltos   los solos   esos atrevidoso aquellos días que brillaban mansoscon ojos extraviados prófugoslejanos Dejar la calle,pero dejarla nomas sin miedos ásperos.Esquivando

p1

Zoila Coja Poplítea *

Silbaba alegría esa mañanacon los besos infantilesderramados en sus mejillas-Toro Salvaje- La poeta Zoila Coja Poplítea descubrió que no era poeta una mañana de verano cuando con el sol radiante y alto, salió a caminar en busca de plúmbeas ilusiones. Iba ella exultante, perdida la mirada en los nardos del camino, cuando por esquivar un zorollo de gran tamaño pisó mal y su pie se encajonó en un hoyo.

p1

Sin lugar

Ayer la tormenta casi me rompe el corazón, pero igual te quiero –dice Andrés- y yo canto como si rezara sus versos. Y se me quiebra la voz y sigo cortando ramas de la hiedra y las ramas secas de lavanda, armando ramitos para perfumar cajones vacíos, porque esperar tiene sus cosas. Las horas se tejen y desjeten en ovillos que terminan apolillados. Tampoco sé lo que espero, es como si estuviera sentada

p1