En mi casa no se podían decir malas palabras, nos manejábamos con eufemismos. Un día le dije una palabra grosera a mi hermano mayor y no sólo casi muero por estrangulamiento entre sus gigantes manos, sino que luego fui llevada ante la Corte Suprema de Justicia, que era mi padre y me explicó con cara de pocos amigos que una niña no podía decirle “eso” a un varón sin que éste se ofendiera. Que no lo hiciera más. Mi padre era machista y mi madre también. Yo entendí que estaba medio sola en casa en este tipo de cuestiones y no volví a insultar a mi hermano nunca si de eso dependía mi supervivencia. Eso sí, mi hermano me podía estrangular tranquilamente, porque no recuerdo juicio alguno para él. Tal vez lo hicieran y yo no me enteré, es cierto que nunca mas volvió a intentar asesinarme, también es cierto que no tuvo motivos. Con el paso de los años, terapia mediante y gracias a ello, pudiendo comprender el funcionamiento familiar y social en el que me eduqué y crecí, pude entender esta cuestión descabellada de la educación y por supuesto perdonar a mi padre, a mi madre y a mi hermano, a quienes amo entrañablemente.

Pero no se trata de esto el post, sino de las malas palabras que se me prohibieron de chica y que apenas crecí. Es decir me hice mas que grande, mayorcita entrada en años, descubrí que las malas palabras no eran las que me prohibía mi padre, sino eran otras horribles que escuchabas por la radio, la tele, las leías en el diario, escuchabas en cualquier lado y hasta las decían personas muy importantes como presidentes, médicos, religiosos, policías, maestros, directores de escuela…
Hablo de hambre, violación, acoso, violencia, tortura, aborto, coima, estafa, cáncer, crimen, guerra, dictadura, opresión…y puedo seguir el día entero si sigo escribiendo todas las palabras malas que hacemos (y no decimos, hacemos) los seres humanos. Palabras asquerosas que inventamos, recreamos, le damos luz, brillo, cámara y acción. Entonces mi boca se convirtió en una cloaca y empecé a decir todas las palabras que mis viejos no me dejaban decir de chica, puto-reputo-recontramildoscientasvecesputo-boludo-pelotudo-choto-carajo-mierda, perdón mi viejo, donde estés vas a entenderme, tenía muchas ganas de putear, así como puteabas vos por cosas que te enojaban y te ponían triste. ¿Te acordás que eras puteador no? Yo no iba a ser una carmelita descalza...

Pero tampoco de esto se trataba el post, esto era sólo un corolario, para llegar a la palabra horrible que he descubierto estos días. Piometra, palabra llena de asco que me hubiera encantado seguir desconociendo. Quienes lean este post y tengan perras, entren al link e infórmense. Yo me enteré a las apuradas en estos días y ahora mi perra está entre la vida y la muerte, padeciendo horrores  y junto a ella nosotros, que somos su familia, ignorante familia que por no saber, no supo cuidarla bien. Como dijo Flamel, entre los comentarios del post anterior, ojalá pudiera convertirme en el ser humano que mi perro cree que soy.

13 Comentarios

  1. Tuve una perrita que padeció de algo muy parecido, le tuvieron que extirpar prácticamente todo el aparato reproductor.

    Sí, en momentos así que a un@ le vienen todas las palabras "malsonantes" que le prohibieron de niñ@.

    Y por cierto, tus palabras, al menos por lo que te tengo leído, nunca son palabrotas. A mí por lo menos me suenan bien.

    Besos

  2. Pues si, tanto prohibirnos decir palabras mal sonantes que en el fondo no significan nada, que no son más que un desahogo. Lo importante al final es lo que hacemos, podemos hablar estupendamente pero si hacemos todas esas palabras que tu nombras después, la educación pasa a segundo plano. Desahógate y dí todas las palabras malas que quieras, por que estás en todo tu derecho. La vida a veces tiene estas putadas, por que si, son PUTADAS con todas las letras, y no hay por que callarlo. Y no creo que no hayáis sabido cuidar a vuestra perra. Estas enfermedades vienen y no es culpa de nadie. Ahora gasta tu energía en cuidaros , en quereros y en apoyaros. Muchos ánimos guapaaaa

  3. No te atormentes ni te autoinculpes.
    No es culpa vuestra.
    Ni de nadie.
    Venga, no te causes más dolor.

    Ánimo.

    Besos.

  4. Las malas palabras no sólo están en la forma, sino en el fondo. No sólo es fonética sino semántica. Hay muchas palabras "dulces" que vuelan como puñales. A veces es mejor un puta que un guapa. Porque sí, hay mucha guapa tocando las pelotas...
    Lo importante es que nuestras perras sean un reflejo de nosotros mismos. Esas brillantes perras negras.
    Un abrazo pato!

  5. Darío says:

    Tu corazón es terriblemente grande y suple tus manos, mi querida.

  6. Fiaris says:

    No conocía la palabra la verdad es ¡bien fea!!!
    cariños abrazos amiga

  7. La habéis cuidado bien,deja la culpa de lado, que solo añade pesar al que ya tienes.
    Lo que he leido es grave pero también da esperanzas.No sé cual es el caso de tu perrita, pero espero que se cure, cruzo los dedos por ella.Besos***

  8. Reina says:

    Te entiendo tanto... pasamos por algo así hace poco tiempo...
    Que se recupere tu perrita... :)
    Un beso

  9. Genín says:

    Ya, pobrecita la perrita, pero tu no tienes la culpa, esas cosas pasan...
    No sufras que me haces sufrir a mi y encima estoy enfermito...plis...
    Besitos y salud

  10. Yeka says:

    Lamento mucho lo de tu perrita, ojalá se recupere pronto.

    lacuchetamagica.blogspot.com

  11. Elizabeth says:
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
  12. Elizabeth says:

    Hola Pato. Me disculpo por la ausencia. Estuve un tiempo sin computadora, entrando esporadicamente a subir algun escrito desde la biblioteca electronica de mi localidad. Y hoy vuelvo a casa, amando ese cafe caliente para el alma que tu voz siempre produce. Te dejo un abrazo desde mi viejo zaguan.

  13. El mundo está lleno de -palabras duras, feas, inenarrables-, querida Patito, y los nombres de las enfermedades, arrastrando la miseria de cualquier cuerpo, como bien dices, lo son también.

    Que todo vaya bien con tu perrito.

    Un beso.

Gracias por tus palabras