Dejar la calle
abierta 
al mar
que juegue el viento en la tierra
 desamarrando papeles de barcos
al espiral oxidado 
de un cuaderno que
no empiezo

Dejar la calle
muda
al río
que la ocupen los sueltos   los solos   
esos atrevidos
o aquellos días que brillaban mansos
con ojos extraviados
 prófugos
lejanos

Dejar la calle,
pero dejarla nomas 
sin miedos ásperos.
Esquivando la conciencia en las baldosas
que busca el azar de mis zapatos

Dejar la calle
atrás
desguarecida
sin saber de quién fue al final 
qué rostro tuvo el pasaje
cómo le dirán
después
cuando la cambien
quiénes serán sus caminantes

Dejarla deshabitada de mí
cuando llegue hasta acá
y me vaya
 convertida en harina
látigo al viento
mi pelo
huella de tiza 
mi arisco paso
sediento.

11 Comentarios

  1. Iluminaste ese lugar con tu presencia?
    Seguro que se ha quedado suspirando cuando volviste a casa.

    Besos.

  2. Muy bueno, hacía tiempo que no venía y ahora veo que hay cambios. ¿Se ve más luminoso, o me parece a mí?
    te dejo un beso de martes, para que aguante hasta el jueves, no creo, no?
    muac!

  3. te felicito por no poner esas odiosas palabras de verificación que no se pueden ni siquiera leer!!!!

  4. Dejar la calle abierta al mar... ¿entra un poco más de aire en estos caminos? espero que sí... un abrazo enorme Pato. Mua!!

  5. Las personas damos vida a las calle, sin duda para esta calle tu no has pasado desapercibida. Precioso Pato, Biquiños.

  6. Darío says:

    Inundar las calles, llenarlas de bellezas nuevas...

  7. Precioso poema,y sin embargo me ha llenado de nostalgia.
    Besos***

  8. Yeka says:

    ...dejar la calle... así es. Qué bonito.Besos.

  9. Reina says:

    Qué difícil es dejar la calle para que otros la usen.......

  10. Tus huellas se han quedado allí, imborrables, en esa calle que lleva tu nombre.

    Besos, mi querida Patito.

  11. Elizabeth says:

    Has roto la palabra con tal de que aspiremos su perfume. Poesía eres tú Patricia querida!

Gracias por tus palabras