Era de noche y yo estaba triste porque me habia dado cuenta que la luna era de todos menos mía, me habia quedado sentada en el jeap de mi viejo, mirando el cielo hasta ponerme a llorar.
Nunca supe cómo llegó, pero de repente lo encontré ahí, sentado a mi lado y ofreciéndome su pañuelo perfumado y mirando el cielo.
Tampoco recuerdo cómo fue, pero me dijo que podía hacer una escalera al cielo, me señaló la pila de cajones que se amontonaba en la vereda del negocio de la esquina y era enorme. Y tambien me dijo que podia tocar la luna con la mano si quería.
Me dijo que él empezaba por un cajón y yo continuaba, asi fuimos acomodando imaginariamente, los cajones de lechuga, que eran los mas grandes, los de manzanas que eran perfectos, los de mandarinas que eran mas endebles y finalmente cuando la escalera se ponía peligrosa poníamos los de frutilla que eran pequeños.
Despues subimos despacito por esa escalera hasta la luna.
Esa noche casi la toco con mis manos.
Como una tonta no lo hice, pensaba que siempre iba a ser asi de fácil llegar hasta ella y solo la miré mucho, hasta dejar grabado en mi memoria este recuerdo.
Si cierro los ojos veo los cajones apilados, doblándose levemente y yo subiendo por ellos, tambaleádome sin miedos porque abajo me esperaba mi tío Alberto.
Un capo mi tío, me dejó esa instantánea de por vida.
Fue el primero en regalarme la luna sin pedir nada a cambio, fue el primero en darse cuenta que me gustaba fantasear horas enteras y que no me aburría.
Era el unico que me llevaba hasta el árbol gigante despues del almuerzo y se bancaba mis interminables cuentos de viajes inventados...
Tenía un trabajo importante, de esos trabajos que hacen que los hombres sean serios. Siempre de traje, siempre engominado y oliendo a colonia Fulton. Ahora que lo peinso, mi tío era un solterón buen mozo y deberia tener su arrastre y yo que no lo dejaba ni a sol ni a sombra, pobre...

Creo que los dos nos entendíamos en un punto, él dejaba de ser serio por un rato cuando estaba conmigo y se enredaba en mis cuentos y yo creía que era una persona grande e interesante, porque él me dedicaba su atención.

En el fondo éramos dos soñadores, yo lo dejaba ser niño y él me dejaba ser mayor por un rato.
Creo que era un acuerdo tácito.

Es de noche y estoy triste.
Ya no lloro por la luna, ni tengo a mi tío para que me lleve hasta el árbol gigante y ahora soy mayor en serio, pero sigo construyendo escaleras imaginarias como él me enseñó.
Esta noche y esta tristeza casi estan pudiendo conmigo, sin embargo en medio del bajón lo que rescaté es esta imagen que tengo como una foto en mi memoria, la de la escalera al cielo...
Tambien estoy pensando en Led Zeppelin.

6 Comentarios

  1. crub says:

    Dama querida, puedes oír el viento soplar?
    Y sabías
    ¿Tu escalera miente en el viento del susurro?
    Y como rodamos abajo el camino
    Nuestra sombra es más alta que nuestra alma.
    ... Allí camina una dama
    quién hace brillar la luz blanca y desea demostrar
    Cómo todo aún da vuelta al oro.
    Y si escuchas muy difícilmente,
    la consonancia vendrá al final.
    Cuando son todos uno y uno es todo,
    para ser una roca y no rodar.
    Y ella está comprando una escalera al cielo."

    (Mi humilde traducción en honor al Tío Alberto y su hermosa sobrina)
    Besos directos desde la Luna.

  2. Ay Crub, mil gracias por traer a mi memoria la letra de esta canción.
    Quisiera hoy mas que nunca poder comprarme una escalera que me lleve al cielo y creer que todo lo que brilla es oro.

  3. Anónimo says:

    Ayer te vistité y no supe que escribir. Anoche desperté con un recuerdo.
    Quiero regalarte escaleras para tus sueños.
    Quiero regalarte un hada chiquitita
    y una flor y otra flor y otra mas
    hechas de transparencias, un pedazo de música
    Quiero dibujar en el cielo un arco iris con tu nombre
    Quiero cincelar sobre esas gelatinas que el mar empuja hacia la orilla el símbolo inefable del amor que te tengo...
    Quiero que podamos.
    Dani

  4. Noa- says:

    Desde muy pequeñita me embobaba contemplando la luna... hoy en día cada noche antes de acostarme tengo que mirarla un instante.

  5. Tuky says:

    "Fue el primero en regalarme la luna sin pedir nada a cambio" me cayó bien tu tío jaja

Gracias por tus palabras