Vengo con las manos medio vacías, casi avergonzada, pero vengo.
Antes de venir para acá me fijé si podía traerte algo, como para que te alegraras si pasabas y me veías y a falta de las propias pensé en unas palabras prestadas.
Me figuro un lugar, un lugar cualquiera, sin imagenes de fondo siquiera, sin árboles, ni bancos de plazas, ni sillas de cafés, ni carreteras...
Un lugar blanco, donde yo te dejo algo, vos venis, lo recogés y si querés y te da la gana tambien dejás algo.
Yo te dejo palabras y vos tambien me dejás palabras.
Si supieras el miedo que le tengo a las palabras, no entenderías cómo lo mejor que encuentro para dejarte son palabras, pero ahí vamos, dándonos espacios nuevos, impensados, viajes cortos por mas lejanos que sean.
A vos que venis y me leés y me dejás una idea, yo te debo una disculpa cuando falto a la cita, cuando falto al sitio en blanco donde me encontrás y te encuentro, por eso hoy pensaba traerte algunas palabras prestadas aunque sea, porque mías no tenía.

"Nunca se llega a puerto, pero cuando dos rutas amigas coinciden, todo el mundo nos parece, por una hora, el anhelado puerto." (Hermann Hesse, Demian.)

2 Comentarios

  1. Colombine says:

    Me gustó la idea . Dejar unas palabras enmedio de la nada para que tú ( para que vos) las encuentres .Pero , tienes razón , a veces dan miedo . Son peligrosas las palabras . Pueden estallarte entre las manos o ser del todo incomprendidas . Otras veces son hermosas ( son lindas) las palabras, pueden provocar una sonrisa o una mirada soñadora. Saludos

  2. Bito says:

    ... y a veces las palabras rellenan los más vacíos espacios, sin duda.

Gracias por tus palabras