Crub me invitó a participar de una cadena en la cual tenia que enumerar 5 hábitos extraños mios.
Me tomé el atrevimiento de dejarlos en su blog ya que yo no cumplía con los requicitos requeridos y una de mis tantas rarezas es que soy incapáz de enviar una cadena, pero me gustó pensar en mis cosas extrañas y leer las de los demas.

Pensando en qué cosas hacía yo que los otros veían como extrañas, recordé pila de acontecimientos que me tuvieron como "participe necesario" y definitivamente fueron cosas raras.
Paso a relatar un acontecimiento que ocurrió hace unos años atrás.

Era un domingo de primavera al mediodía.
Mis hijas se habian ido con su abuela al club, mi marido estaba en un viaje de trabajo y yo tenia el diario todo para mi.
Un pequeño placer que iba a acompañar con un cafecito y nada mas, ni almuerzo ni nada, si me daba hambre habia frutas frescas.
Me siento asi de lo mas feliz y escucho el timbre, pienso en no atender y finalmente me asomo y veo a un señor mayor, desconocido que me saluda con una gran sonrisa, como si me conociera. Yo me acerco y tambien le sonrío, tal era su alegria que me contagió.

Tengo hambre.- dice, acto seguido le ofrezco un sandwich y unas frutas.
No, yo tengo mi almuerzo, solo que necesito saber si usted sería tan amable de cocinarlo...

(¿Cocinar? No estaba en mis planes cocinar, ni ensuciar nada...)

Miré sus manos y tenia una bolsita de la casa de pastas que queda a la vuelta de mi casa y me dijo, son unos ravioles riquisimos, alcanzan para los dos.

Y aqui aflora mi rareza.
Yo me acerqué al portón de rejas, tomé la bolsita de aquel señor y le dije que me espere un momento.
Entré a la cocina, tomé una cacerola, la llené de agua, agregué sal y la puse en el fuego.
Luego agregué los ravioles y cuando subieron a la superficie los colé, los mezclé con crema y queso de rayar, los coloqué en una fuente y se los alcancé.
Cuando llego a la puerta me doy cuenta que no tenia dónde apoyarse para comer y no me atreví a hacerlo pasar, asi que saqué a la vereda una silla, una mesita de jardin y quedó un bonito comedor al paso y yo de mesera.
Por supuesto le encantó la comida y me pidió si tenia agua fresca, cómo no se me habia ocurrido traer agua!

Yo lo dejé comiendo solo y me fui a intentar tomar el café que ya estaba helado y el diario habia perdido total interés, asi que me puse a lavar las cosas que habia ensuciado, extrañamente yo estaba contenta haciendo eso.

Al rato vuelve a sonar el timbre y era el señor que me anunciaba que ya habia terminado de almorzar y me agradecia infinitamente mi amabilidad, pero un cafecito estaria de maravillas, me dijo.

Mi café ya estaba intomable, asi que preparé dos cafés y le acerqué uno a la mesita.
Fue en ese momento y no antes que me di cuenta que habia ocurrido algo extraño, digamos no es normal que en estos días donde por los telediarios abundan desastres de robos, violaciones y demas desastres una mujer sola tenga un comportamiento asi para con un extraño, lo mas fácil era decir NO de entrada y listo.

¿Cómo explicarles luego a quienes reprocharon mi actitud por exponerme a un peligro o se rieron de mi ingenuidad por ser presa de un avivado, que en los ojos de aquel viejo vi los ojos de mi padre?
Que no pude decirle que no a esos ojos.
Que el resto del domingo me quedé flotando, de solo pensar que mi viejo habia venido a visitarme desde algun lugar remoto.
Que soy rara nomás...

8 Comentarios

  1. Aye says:

    =)
    en nuestra familia hay historias casi tanto o más raras que esta, pero ésta es una de las más lindas. No demuestra tu ingenuidad ni tu descuido, demuestra tu amabilidad, y que sos capaz de brindarle a un desconocido servicios de cocinera :)
    y por lo menso lo dejast no solo con la panza llena sino con el corazón contento.
    =)
    Besos!!!

  2. Pariz says:

    Wow. Qué hermosa anécdota.
    Eso sí, de ser tu hijo o tu marido te mato. :P
    Ahora que lo pienso, creo que siempre ando buscando a gente como vos. Gente que dignifica en el trato. Y te juro que no son muchos. Muy linda anécdota, en serio. Y Realmente es muy extraña.

  3. Anónimo says:

    me encanto, increible el gesto...que se yo, cualquiera se hubiera espantado. Evidementemente mejor confiar en un principio y dejar el beneficio de la duda, y ademas cada uno siente cuando algo tiene que ser de una manera y no de otra.
    me encanto el gesto,en serio...
    =)
    Besote!

  4. Pariz says:

    Pato, no hay necesidad de gastar plata. Chusmealo y fijate si te interesa, después si querés compralo:

    http://www.cibernous.com/autores/existencialismo/textos/humanismo1.html

  5. Gracias Leopoldo, he bajado un estracto del libro, lo estuve leyendo y me resulta muy interesante, asi que si lo encuentro lo compro. Tampoco es caro, sale 15 mangos mas o menos.

  6. crub says:

    JJAJAJAJAJJa...!!!
    Que grande, Pato!!!!!
    Y vos que decís que no cumplís con los criterios, ja, ja!Cuanta gente te está visitando, de verdad!!
    La verdad también, lo tuyo una locura bien, pero bien loca!!!
    Justamente tengo un poco de arróz, paso a ver si me hacés uan paella con helado, café y alguna bebidita interesante. (éso sí, me quedo en la mesita de afuera!)
    Un besote!!!!

  7. Crub una paella no será una enormidad???

    Unos amigos aun, luego de tocar el timbre se anuncian con un ¡¡trajimos los ravioles!! (Lo cual deja en claro que soy un aparato)

    Y si, han venido algunos lectores nuevos y yo he visitado otros blogs que me interesaron tambien, creo que eso se ha debido a los habitos extraños y que somos un poco chusmos todos, dicho esto con onda.

    Un beso y qué te anda pasando que no escribis?
    Vacaciones o todo lo contrario.

  8. Y me volví a echar a llorar...

    Y me voy ya de aquí, porque parece que esté hipnotizada y encima no paro de llorar... jajjaja

    Gracias...

    Bss

Gracias por tus palabras